A pesar de que los ambientalistas quindianos aseguran que el 61,8% del territorio del departamento está comprometido con la minería, desde el ministerio de Minas y Energía afirmaron que se trata solo del 10,5%.
La discusión se dio en la presentación que los funcionarios nacionales hicieron en el concejo de Armenia del proyecto ‘Mejoramiento de la imagen y percepción de la industria minera, para facilitar la puesta en marcha de los proyectos mineros en el territorio nacional’, donde además hablaron sobre la situación de los títulos mineros en la región y la afectación en diferentes municipios.
Durante el evento, Néstor Jaime Ocampo Serna, ecologista y líder ambiental en la región, indicó que la presencia del ministerio se dio 10 años tarde.
“Hace 10 años, por pura coincidencia, nos dimos cuenta de la situación minera. Ni el gobernador, alcaldes, concejos municipales, las oficinas de planeación, autoridad ambiental, nadie en el Quindío sabía que el 61,8% ya estaba comprometido en proyectos de gran minería. Llegaron 10 años tarde”.
Manifestó que hace 10 años había 98 contratos de concesión ya otorgados, de los cuales 80 eran a multinacionales, y 133 más que estaban en proceso.
Afirmó que el ministerio y las asociaciones mineras siempre han engañado a la ciudadanía y se declaró “indignado” con la cartera.
“Me encuentro indignado, primero por asistir a una sesión con funcionarios del Estado que creen que nosotros somos idiotas, y por ver a estos agentes al servicio de empresas mineras multinacionales y actuando en contra de los intereses de la Nación, de todos nosotros”.
Ocampo Serna argumentó que no existe la minería “bien hecha”, ya que los ejemplos en Colombia lo confirman.
“No hay ejemplos de eso aquí en el país. Que vayan a preguntar en las inmediaciones del Cerrejón, Cerromatoso y La Jagua, tres de las minas a cielo abierto más grandes del mundo que se convirtieron en una miseria y una desgracia para gente que vive en los alrededores. Se están muriendo por falta de agua, por pobreza y por enfermedades. Sus tejidos sociales fueron destruidos y devastados. Las zonas mineras en el país se caracterizan por ser las más pobres y las más violentas, donde hay mayor destrucción de la naturaleza, mayor degradación ambiental y social. No hay excepciones”.
Agregó: “En el Quindío no se ha respetado a nadie. La exgobernadora dijo ‘es que en mi casa a mí no me vienen a amenazar’, y aquí, a este mismo recinto —concejo— vinieron y trataron de engañarlos y los hicieron firmar un acta de una reunión que apenas estaba empezando en ese momento. Vinieron a engañarlos apoyados por el ministerio de Minas y la Unidad de Planeación Minero Energética, Upme. Hay una gran cantidad de problemas sin resolver”.
Durante la sesión, hizo énfasis en que la minería del Quindío es una “guerra sangrienta”, a raíz de los materiales de construcción que se extraen de los afluentes hídricos.
“Hay una guerra en el sur de Calarcá por las orillas de los ríos Barragán, De la Vieja y el río Quindío. Es material de arrastre muy bueno, porque tiene unas características especiales para las obras de ingeniería civil. Están destruyendo la parte plana, la única maquinable del departamento, tierras que han producido caña y piña las convirtieron en una cantidad de huecos, que tardarán en recuperarse siglos. Esos predios deberían estar siendo utilizados para producir alimentos”.
Lo que dice el ministerio
Por su parte, los delegados del ministerio, Rómulo Díaz, Jorge Jaramillo y Katherine Rojas, hicieron una exposición donde aseguraron que solo el 10,5% del territorio quindiano está comprometido con la minería.
“El área titulada es de 19.525 hectáreas y hay 38 títulos mineros, de los cuales 7 son de metales preciosos, 27 de material de construcción y 4 de otros materiales”, dijeron.
Indicaron que 34 de esas titulaciones son para explotación y cuatro para construcción. “No hay ninguno de exploración”.
Manifestaron que en Armenia hay 1,9% del territorio comprometido, equivalente a 276 hectáreas. “Hay tres títulos mineros para explotación”.
“El programa ‘Mejoramiento de la imagen y percepción de la industria minera, para facilitar la puesta en marcha de los proyectos mineros en el territorio nacional’ se viene implementando desde el año 2014, con el fin de avanzar en la consecución de un sector minero fortalecido desde una confianza legítima y un relacionamiento abierto y franco con las comunidades”, aseveraron.
“Los quindianos desconocen la minería”
Jorge Hernán Palacio, defensor de los derechos humanos y cercano al grupo de mineros del Quindío, aseguró que en el departamento hay desconocimiento sobre la minería.
“En términos generales, los quindianos se oponen a todo tipo de minería, pero esto es también porque desconocen la diferencia que hay entre la gran minería y la minería que se hace acá, que es la artesanal”.
Puntualizó que si bien este tipo de explotación tiene afectaciones ambientales, se hace con responsabilidad.
“Es una minería que tiene afectaciones como cualquier tipo de actividad humana, pero se trata de hacer con responsabilidad y con el menor impacto posible”.
“Minería para construcción ha matado peces”
Luis Carlos Serna, biólogo experto en temas regionales, dijo que la imagen de la minería no podía ser mejorada ni cambiada debido a malas prácticas.
“El problema de mejorar la imagen de la minería es debido a las prácticas indebidas. No hay un solo ejemplo en Colombia de minería bien hecha. Frente a las afectaciones que se presentan en el departamento, por ejemplo, de la minería de aluvión, que es la de materiales para la construcción, aquí ha llevado al fin de algunas especies de peces nativos”.
Afirmó que estos animales se ven afectados por las intervenciones de los ríos. “Se remueve el sustrato de los afluentes y los peces no tienen dónde depositar sus huevos. En el río Barragán tenemos la pérdida de dos especies de importancia económica, el bocachico y el jetudo. Esas extinciones locales se dan por ese tipo de explotación, que afecta el paisaje y los ríos”.
Dijo que la minería de materiales para la construcción solo paga impuestos del 1%, lo cual no alcanza para compensar los daños ambientales que genera.
Fuente:http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-minminas-y-ambientalistas-se-contradicen-sobre-mineria-en-quindio-nota-121153



LAS CIFRAS DE LAS CONSULTAS POPULARES

Tres asesinatos se reportaron hoy en Colombia. Se trata de Holman Mamian, integrante de ASOINCA, asesinado en el departamento del Cauca; Francisco José Guerra, líder de acción comunal de la vereda El Mandarino, en Ituango-Antioquia y Jeisson Ramírez, presidente de la junta de acción comunal de la vereda la Yet, en el Putumayo.
Rechazan los megaproyectos que han generado el desplazamiento de comunidades en el suroeste y el bajo Cauca antioqueño
En Cundinamarca, de 875 concesiones que las requieren, solo se reporta información de 229.
Cualquiera que sea la preferencia que uno tenga en materia electoral, si reside en el área metropolitana de Bucaramanga, estaría obligado a preguntarse acerca de las preferencias de los candidatos y sus grupos de apoyo acerca de la minería. El tema es mayúsculo para nosotros por lo que los economistas llaman el “trade off” entre agua y oro. Quien privilegie al oro argumentará que se puede extraer de manera sostenible y que las tecnologías permiten mitigar el impacto ambiental, etc., etc. Lo cierto es que la minería en un páramo, afecta radical y totalmente el ciclo del agua. Al final, las pingues regalías no resolverían financieramente los daños causados y las tarifas de tal elemento vital, necesariamente crecerían para toda la población sin perjuicio de las incomodidades de la escasez. En video reciente, el alcalde Rodolfo Hernández explicaba a la ciudadanía que un páramo es páramo desde su raíz hasta su cúspide y que ninguna cota evitaría que la explotación lo afectara de manera irreversible por millones de años.

Este fin de semana, comunidades de Jericó, Támesis y Fredonia en el suroeste de Antioquia se reunieron para manifestar pacíficamente su rechazo a las labores de exploración que la Empresa Quebradona (Anglo Gold Ashanti) esta realizando de cara a solicitar la licencia ambiental de explotación minera, en territorios que históricamente han tenido vocación agrícola y turística.
Nacientes de las entrañas del majestuoso Páramo de Santurbán, al oriente de Bucaramanga, tres ríos; Suratá, Tona y Frío, son el manantial que calma la sed de más de 1’200.000 personas en Bucaramanga, Floridablanca y Girón, en Santander. Aunque en toda la región recorren grandes zonas mineras, el tratamiento dado en el acueducto al vital líquido, lo convierte en uno de los más puros del país. 2.261 litros de agua se canalizan y bombean cada segundo a los hogares de estos municipios, trabajo en el que además intervienen otras entidades que pagan por cuidar los bosques.
El día de ayer, 19 de mayo, comunidades de los corregimientos de Palo Cabildo (Jericó) y Palermo (Támesis), además de la Mesa Ambiental de Jericó, concejales de Fredonia y Jericó, Finqueros de la Oculta, la Guardia Indígena La Mirla, El Circuito Económico y Solidario de Támesis –CESTA-, el Comité por la Defensa Ambiental del Territorio de Támesis -CODEATE- y el Cinturón Occidental Ambiental COA, nos concentramos en las afueras de la Hacienda San Antonio (Jericó) con el propósito de denunciar las operaciones que la Anglo Gold Ashanti –AGA- viene desarrollando en este lugar.