La campaña pretende demoler. Buscan dañar honras personales e institucionales. Muchas cosas se dicen sobre lo que viene ocurriendo en el valle del Tambo y el conflicto en contra del proyecto minero Tía María: se dice que se ha desatado el terror en la zona; que salen por las calles con cánticos que anuncian que “van a beber sangre de policía”; que son terroristas anti mineros; que los organismos no gubernamentales son los culpables de todo; que reciben millones de dólares; que Marco Arana es Abimael Guzmán y cuantas cosas más. El cielo es el límite.
Varios medios de comunicación propalan este tipo de mensajes y se prestan para seguir presentando la caricatura del conflicto que les conviene presentar. Allí están los periodistas con los programas y los analistas de siempre. Son funcionales al montaje que se pretende hacer en contra de la población del valle del Tambo, como ha quedado demostrado en un video que está dando la vuelta al mundo y que muestra a un policía sembrando una suerte de arma punzocortante (verduguillo) a un poblador y que fue difundido por el diario Correo como otra “evidencia” del terror y la violencia de los manifestantes.