Recientemente en un artículo publicado en Russia Today que había sido publicado antes por la Jornada el domingo, se explica claramente cómo el 70% de las minas mexicanas están concesionadas a mineras canadienses. Quedando el restante de 30% para inversores mexicanos, todo de acuerdo a informes de la Cámara Minera de México (Camimex). El asunto no acaba ahí, puesto que derivado de la reforma energética, se aprobaron una serie de puntos que pretenden privatizar el agua, y obstaculizar el acceso al agua a diversas comunidades en el país. Por citar algunos ejemplos claros, Grupo México derramó en el Río Sonora, 40 mil metros cúbicos de solución de cobre, arsénico y demás, que se derramaron desde la mina Cananea, operada por la compañía Buenavista del Cobre en el Estado de Sonora.
