El complejo minero Los Filos-El Bermejal, perteneciente a la empresa canadiense Goldcorp y que opera desde 2007, genera empleos directos e indirectos en las comunidades de Carrizalillo y Mezcala.
Sin embargo, también ha despertado una guerra entre cárteles que buscan cobrar cuotas de extorsión o “cobro de piso”.
Para casi todos los pobladores la actividad minera es una fuente de ingresos, ya sea porque trabajan allí o porque obtienen una renta por sus tierras. Y eso además los lleva a no querer abandonar sus pueblos.
Más de diez asesinatos se han ligado a la minera desde 2014. En septiembre de ese año, un grupo de cien hombres armados y encapuchados irrumpió a la comunidad, disparando y gritando que Carrizalillo les pertenecía. Murieron dos personas, incluido un trabajador de la minera.