Internacional

Voces críticas cuestionan los beneficios climáticos de la minería submarina

Por Ian Urbina y Marta Montojo* 26/10/2021
Mike Smith -Nautilus/E&T

El interés internacional por la explotación minera de los fondos marinos se ha avivado gracias a la combinación de nuevos avances en robótica, cartografía informática y perforación submarina, junto con precios históricamente altos pero fluctuantes de las materias primas. Empresas mineras de todo el mundo están buscando nuevas fuentes de metales y minerales tras haber agotado gran parte de las reservas de fácil acceso del mundo. Más de una docena de países, como Rusia, Reino Unido, India y China, tienen contratos de exploración de 15 años. Sin embargo, cada vez más biólogos marinos, defensores de los océanos, reguladores gubernamentales y empresas sensibilizadas están dando la voz de alarma sobre una serie de problemas medioambientales, de seguridad ali-mentaria, financieros y de biodiversidad asociados a la extracción submarina.

Pocos han oído hablar del pequeño país de Nauru. Aún menos piensan en lo que ocurre en el fondo de los océanos. Pero esto pronto podría cambiar. Se estima que el fondo marino contiene metales por valor de billones de dólares y esta nación insular del Pacífico está decidida a adelantarse a la competencia mundial en sondear esas profundidades.

El objetivo son rocas del tamaño de una papa que los científicos llaman nódulos polimetálicos. Estos preciados cúmulos, que se encuentran en el fondo del océano, pueden tardar más de tres millones de años en formarse. Su alto valor se debe a que son ricos en manganeso, cobre, níquel y cobalto; materiales que se señalan como esenciales para electrificar el transporte y descarbonizar la economía en medio de la revolución tecnológica verde que ha surgido para hacer frente a la crisis climática.

Aspirar estos preciados trozos requiere una extracción industrial mediante enormes excavadoras. Estas máquinas, que suelen pesar 30 veces más que las excavadoras estándar, se elevan con grúas por encima de los costados de los barcos y luego se sumergen kilómetros bajo el agua, donde recorren el fondo marino, succionando las rocas, triturándolas y enviando un lodo de nódulos triturados y sedimentos del lecho marino, desde 4.000 a 6.000 metros de profundidad, a través de una serie de tuberías hasta el barco que está encima. Tras separar los minerales, las aguas procesadas, los sedimentos y los «finos» mineros (pequeñas partículas del mineral de los nódulos triturados) se conducen por la borda a profundidades aún desconocidas.

Pero cada vez más biólogos marinos, defensores de los océanos, reguladores gubernamentales y empresas sensibilizadas están dando la voz de alarma sobre una serie de problemas medioambientales, de seguridad alimentaria, financieros y de biodiversidad asociados a la extracción submarina.

Les preocupa que los barcos que realizan esta extracción vuelvan a arrojar al mar las enormes cantidades de residuos tóxicos y sedimentos producidos al triturar y bombear las rocas a la superficie, lo que afectaría a peces más grandes de la cadena alimentaria, como los atunes, y contaminaría la cadena mundial de suministro de productos del mar.

También sostienen que la extracción puede ser contraproducente en relación con el cambio climático, ya que puede rebajar la capacidad de captura de carbono del fondo marino. Los críticos temen que, al remover el fondo oceánico, las empresas mineras liberen carbono en el medio ambiente, socavando algunos de los beneficios que se pretenden obtener con el cambio a coches eléctricos, aerogeneradores y baterías de larga duración.
Nódulos polimetálicos.

Foto: National Oceanic and Atmospheric Administration

Douglas McCauley, director del Instituto Oceánico Benioff de la Universidad de California en Santa Bárbara, advierte del peligro de intentar contrarrestar la crisis climática con soluciones que se basen en el «paradigma de simplemente arrancar una nueva parte del planeta». Si el objetivo es frenar el cambio climático, arguye, no tiene mucho sentido destruir los ecosistemas de aguas profundas y la biodiversidad marina, que actualmente capturan y almacenan más carbono que todos los bosques del mundo.

Si la alta mar representa la última frontera de la Tierra, el fondo marino fuera de las aguas nacionales es una frontera aún más allá, un reino sujeto a un régimen único en el derecho internacional que considera que la zona de los fondos de los océanos y sus recursos deben ser gestionados por una organización, llamada Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), en nombre de toda la humanidad.

“Pero quién se beneficia y cómo de esta nueva fiebre por la minería de los fondos marinos sigue sin estar claro”, señala Kristina Gjerde, asesora de políticas de alta mar del Programa Marino Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). «Y tampoco está claro qué constituye un beneficio para la humanidad, ya que el fondo marino está lleno de una biodiversidad incalculable, gran parte de ella de vital importancia para la supervivencia de nuestro planeta».

Aun así, Nauru espera seguir adelante con la explotación de los fondos marinos. Situada en Micronesia, al noreste de Australia, la pequeña isla es uno de los países más pequeños del planeta, con una superficie de 20 kilómetros cuadrados y una población de unos 12.000 habitantes. Al avanzar más rápido que su competencia, este país en desarrollo y escaso de dinero espera obtener una ventaja temprana en un mercado potencialmente multimillonario, aunque es probable que Nauru sólo reciba una pequeña fracción de los beneficios financieros de la minería submarina de la empresa canadiense que patrocina.

En junio, Nauru dio el primer paso para poner en marcha la industria. Anunció ante ISA sus planes de presentar en 2023 una solicitud de extracción comercial en nombre de su entidad patrocinada NORI. Dicha solicitud se juzgará en función de las normas de explotación minera de los fondos marinos que existan en ese momento, sean definitivas o no.
Zona de interés minero en que se encuentra la isla de Nauru.

Más de una docena de países, como Rusia, Reino Unido, India y China, tienen contratos de exploración de 15 años. El gobierno de la India ha reservado recientemente 544 millones de dólares para impulsar las inversiones del sector privado y la investigación tecnológica en esta industria. Pero Nauru está tomando la delantera en parte porque los dirigentes del país creen que pueden beneficiarse de ser los primeros.

El interés internacional por la explotación minera de los fondos marinos se ha avivado gracias a la combinación de nuevos avances en robótica, cartografía informática y perforación submarina, junto con precios históricamente altos pero fluctuantes de las materias primas. Se dice que las empresas mineras de todo el mundo están buscando nuevas fuentes tras haber agotado gran parte de las reservas de fácil acceso del mundo. Los metales que buscan se utilizan en imanes, baterías y componentes electrónicos para teléfonos inteligentes, aerogeneradores, pilas de combustible, coches híbridos, convertidores catalíticos y otros aparatos de alta tecnología. Estos metales se encuentran habitualmente en tierra firme, pero algunos temen que no sean suficientes.
Mapa interactivo señala los lugares del mundo donde se están llevando a cabo sondajes de exploración minera submarina.


“Con la disminución de los recursos en tierra, con el crecimiento exponencial de la demanda y la escasez en circulación (reciclaje), es necesario encontrar fuentes alternativas de metales críticos necesarios para permitir la transición energética hacia economías de carbono cero”, defiende Bramley Murton, investigador marino del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido. En conjunto, se estima que los nódulos del fondo oceánico contienen seis veces más cobalto, tres veces más níquel y cuatro veces más itrio que en tierra firme.

Empresas mineras como The Metals Company —una compañía canadiense antes conocida como DeepGreen— hacen hincapié en el impacto destructivo para el medio ambiente de la minería terrestre y afirman que labrar el fondo marino es una opción mucho mejor. “El único camino hacia los metales sostenibles es acumular suficientes reservas de metal para pasar de los metales extraídos a los reciclados», señaló Dan Porras, jefe de comunicación y marca de la empresa, a Bloomberg News. “Nuestro objetivo declarado es inyectar suficientes existencias de metal primario en el sistema para permitir este cambio y salir de la extracción primaria lo antes posible”.

Las mineras se centran especialmente en una parcela específica del mar que se extiende desde Hawai hasta México y que colinda con la zona económica exclusiva de Nauru. Se calcula que el fondo oceánico bajo esa zona, conocida como Zona Clarion-Clipperton, contiene metales valorados entre 8 y 16 billones de dólares.

Nauru se ha asociado con NORI, que es propiedad de The Metals Company, para explorar esta zona. «Estamos orgullosos de que las naciones del Pacífico hayan sido líderes en la industria de los minerales de aguas profundas», declaró un escrito del representante de Nauru enviado a ISA.

Los científicos han medido de forma conservadora el impacto de las licencias de explotación minera de 20 años. Cada una de estas licencias permitirá la extracción directa de unos 8.000 kilómetros cuadrados del fondo del mar y afectará «fácilmente» a otros 8.000-24.000 kilómetros cuadrados de la vida del lecho marino circundante por las plumas de sedimento generadas por la explotación del suelo. Investigadores de la Universidad de Hawaii en Manos y otras instituciones estiman que las «especies obligadas a los nódulos» —los animales que viven en los nódulos o, como los pulpos de aguas profundas, que los necesitan para sobrevivir— tardarán millones de años en recuperarse e incluso los animales que viven en el sedimento circundante pueden tardar entre cientos y miles de años en recuperarse del impacto de la minería.

Algunos stakeholders también se muestran escépticos. En marzo, decenas de empresas -entre ellas BMW, Volvo Group, Samsung y Google- se comprometieron a no abastecerse de minerales de los fondos marinos. En su último informe mundial, la Agencia Internacional de la Energía, organismo mundial que asesora a los países en materia de política energética, concluyó que las máquinas de extracción de los fondos marinos «a menudo causan perturbaciones en el lecho marino, lo que podría alterar los hábitats de las profundidades y liberar contaminantes… remover los sedimentos finos, también podría afectar a los ecosistemas, que tardan mucho tiempo en recuperarse”.

En junio, el Parlamento Europeo pidió una moratoria sobre la minería submarina y solicitó al poder ejecutivo de la Unión Europea que dejara de financiar la tecnología para impulsar esta actividad.

Años atrás, en 2019, el Comité de Auditoría Medioambiental de la Cámara de los Comunes del Reino Unido concluyó que la minería de aguas profundas tendría “impactos catastróficos en el fondo marino”, que el hecho de que la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos se beneficie de los ingresos procedentes de la concesión de licencias mineras supone “un claro conflicto de intereses” y que “el caso de la minería de aguas profundas aún no se ha demostrado”.

Algo que preocupa a los críticos de la minería del fondo marino es que las gigantescas máquinas de succión, trituración y recolección de la industria levanten enormes y asfixiantes nubes de sedimentos —tanto a lo largo del lecho marino como en lo alto de la columna de agua— que bloqueen la luz, desplacen el oxígeno, produzcan cantidades nocivas de contaminación acústica y dispersen toxinas que dañen la biodiversidad, afectando en última instancia a toda la cadena trófica. Esta contaminación, argumentan, podría suponer una amenaza para la seguridad alimentaria de los países en desarrollo y costeros, cuyas poblaciones de peces y otras especies del fondo del mar quedarían diezmadas.

“Necesitamos mucho más tiempo para que se lleven a cabo investigaciones, no por parte de las empresas mineras, sino por parte de especialistas en fondos marinos que sean independientes”, asevera Kelvin Passfield, director de la Sociedad Te Ipukarea en las Islas Cook. Como Te Ipukarea, organizaciones sin ánimo de lucro de Fiyi, Vanuatu y otros lugares de las islas del Pacífico temen el impacto que estas plumas tendrán sobre los pescadores locales y sobre su seguridad alimentaria.

Otros críticos consideran que la explotación minera submarina es una especie de esquema ponzi destinado a atraer capital de riesgo a pesar de que sigue sin estar claro que dicha inversión genere dinero a largo plazo. En una carta enviada el 1 de julio a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, varios grupos de vigilancia ambiental y financiera pidieron una investigación federal sobre The Metals Company (entonces todavía se llamaba DeepGreen). Alegaban que la empresa había exagerado en los documentos federales la rentabilidad potencial y no había revelado las quiebras anteriores ni los costes probables para los inversores de los riesgos medioambientales potencialmente catastróficos de la explotación de los fondos marinos.

Matthew Gianni, cofundador de la Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas, mantiene que las empresas mineras del fondo oceánico están intentando vender una falsa decisión entre tener que extraer cobalto y níquel en tierra o en las profundidades marinas, mientras que afirman que se necesitan cientos de millones de toneladas de estos metales para construir baterías para vehículos eléctricos y otras tecnologías de almacenamiento de energía renovable. “No necesitamos construir baterías ni con níquel ni con cobalto. Tesla y BYD, el segundo mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, están fabricando coches con baterías de fosfato de hierro y litio, con poco o ningún níquel o cobalto, que se están vendiendo inesperadamente bien«, explica. Un mejor diseño de los productos, el reciclaje y la reutilización de los metales que ya están en circulación, la minería urbana y otras iniciativas de la economía circular —aduce— pueden reducir enormemente la necesidad de nuevas fuentes de metales.

Las profundidades marinas, que en su día se consideraban relativamente inertes, son ahora concebidas por la mayoría de los científicos como un entorno rico en especies y poblado por criaturas que prosperan en condiciones que parecen imposibles de alcanzar. Sin embargo, gran parte de la biodiversidad del fondo oceánico es especialmente vulnerable a los cambios, pues su hábitat, muy alejado de la superficie, rara vez se ve perturbado.
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Los océanos ya se enfrentan a una lista abrumadora de amenazas, que van desde la sobrepesca, las pruebas de sonar, los vertidos de petróleo y la contaminación por plásticos hasta el aumento del nivel del mar y de la temperatura, la acidificación, el agotamiento del oxígeno, las floraciones de algas y las redes fantasma. A esto hay que añadir las tensiones adicionales a las que se enfrenta la biodiversidad del fondo marino: los cables de Internet, la pesca de arrastre de fondo, la búsqueda de tesoros, las perforaciones de petróleo y gas, el blanqueamiento de los corales o el hundimiento de las plataformas de perforación retiradas, entre otras. En 2019, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) publicó su informe de Evaluación Global, en el que se estimaba que un millón de especies están en peligro de extinción, y muchas de ellas desaparecerán en las próximas décadas a menos que revirtamos los factores que impulsan la pérdida de biodiversidad.

Uno de los mayores retos para avivar la preocupación por este tipo de minería es que los fondos de los océanos estén tan alejados —geográfica, emocional e intelectualmente— del público que se beneficia de ellos. La mayor parte de los fondos marinos del mundo, un lugar mítico y misterioso, ni siquiera está cartografiada. Mucho menos se conoce o se gobierna con solidez. En las profundidades de la línea de flotación siempre está oscuro, y muchos de sus habitantes suponen un desafío para su clasificación en la taxonomía tradicional de animales, plantas y minerales.

Ninguna solución a un problema tan complejo como la crisis climática se producirá sin que se tomen decisiones difíciles y se asuman costes elevados, sobre todo cuando el público mundial intente desprenderse de los combustibles fósiles. Lo difícil, sin embargo, es averiguar cómo dar un paso adelante sin retroceder tres.
* Ian Urbina y Marta Montojo trabajan en The Outlaw Ocean Project, una organización periodística sin ánimo de lucro con sede en Washington DC que se centra en los asuntos medioambientales y de derechos humanos que ocurren en el mar a nivel global.
https://www.eldesconcierto.cl/medio-ambiente-y-naturaleza/2021/10/26/voces-criticas-cuestionan-los-beneficios-climaticos-de-la-mineria-submarina.html

Argentina, Internacional, Litio

La china Zijin comprará minera canadiense centrada en el litio en Argentina

11/10/2021
Shanghái (China), 11 oct (EFE).- Zijin Mining, uno de los mayores productores de oro y cobre de China, anunció un acuerdo para adquirir la totalidad de la canadiense Neo Lithium, centrada en la explotación de su mina de litio de Tres Quebradas, en la provincia noroccidental argentina de Catamarca.

En un comunicado remitido anoche a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, la compañía indica que comprará todas las acciones de Neo Lithium por unos 960 millones de dólares canadienses (770 millones de dólares, 666 millones de euros).

Zijin pagará 6,5 dólares canadienses (4,81 dólares, 4,16 euros) en efectivo por cada título, lo que supone un aumento del 18 % con respecto al último precio de cierre de Neo Lithium en la Bolsa de Toronto.

La operación todavía está pendiente de la aprobación por parte de los reguladores chinos y canadienses, así como de los accionistas de Neo Lithium, y Zijin advierte de que su consecución todavía «está sujeta a incertidumbres».

De cualquier forma, las acciones de Zijin en Hong Kong se dispararon hoy: pasadas las 14.30 hora local (06.30 GMT) la subida era del 8,4 %.

El principal activo de Neo Lithium es el citado proyecto de Tres Quebradas, que controla a través de su subsidiaria local Liex, cuyos equipos directivos y de trabajo se mantendrán igualmente en sus puestos tras la operación.

El proyecto se basa en la explotación de lagunas de salmuera ricas en litio situadas a unos 30 kilómetros de la frontera con Chile, a unos 4.100 metros sobre el nivel del mar.

«Creemos que ya es momento de que nuestro proyecto pase a la fase de construcción y producción de la mano de Zijin», apuntó recientemente el presidente y consejero delegado de Neo Lithium, Waldo Pérez.

Según los estudios preliminares, se espera que Tres Quebradas produzca unas 20.000 toneladas anuales de carbonato de litio apto para baterías -por ejemplo, de vehículos eléctricos- a lo largo de unos 35 años.

El potencial, apunta el comunicado, es incluso mayor: «A través de la adopción de la tecnología de evaporación, es posible que el lago de salmuera produzca entre 40.000 y 60.000 toneladas de carbonato de litio por año».

El pasado mes de junio, Neo Lithium fue capaz de producir carbonato de litio apto para baterías con una tasa de pureza del 99,891 % en una de las instalaciones piloto que ha construido en el área, que se componen de dos salinas donde se evapora el agua y una planta con una capacidad de producción anual de 40 toneladas.

Zijin espera efectuar una inversión inicial de unos 319 millones de dólares (276 millones de euros), con un período estimado para el retorno -sin contar lo pagado por la adquisición de la empresa ni el tiempo de construcción- de 1,7 años.

«El proyecto tiene un gran volumen de recursos, con el potencial para expandir su capacidad de producción y las condiciones para que se convierta en una base de producción de lago de salmuera (rica en litio) a gran escala y de nivel mundial», apunta la minera china.

Asimismo, según el comunicado, el desarrollo del proyecto de Tres Quebradas «hará contribuciones significativas al desarrollo económico y social de la comunidad y de la provincia de Catamarca».

Según la información que Zijin ofrece en su página web, la minera china tiene ya presencia en Sudamérica a través de las minas de oro de Buriticá (Colombia) y Aurora (Guyana) y de la de cobre de Río Blanco (Perú).
https://www.eldiario.es/economia/china-zijin-compra-minera-canadiense-centrada-litio-argentina_1_8385686.html

Internacional, Litio

Albemarle compra la empresa china de litio Tianyuan por 200 millones de dólares

NS Energy
04/10/2021
Instalación de Albemarle en Amsterdam-Noord.
Litio
Albemarle, a través de su filial Albemarle Lithium UK, ha acordado la adquisición de Guangxi Tianyuan New Energy Materials, con sede en China, para ampliar su capacidad de producción de litio.

Según los términos del acuerdo, la compañía comprará todo el capital pendiente de los accionistas de Tianyuan por unos 200 millones de dólares, sujeto a ciertos ajustes.

Se espera que la transacción se cierre a principios de 2022, sujeta a las condiciones habituales de cierre.

El director general de Albemarle, Kent Masters, dijo: «La adquisición de Tianyuan, que posee y opera una planta de procesamiento de litio recién construida, se alinea con nuestra estrategia de perseguir un crecimiento rentable en línea con la demanda de los clientes».

«Este será un componente clave de nuestra próxima ola de proyectos diseñados para aumentar nuestra capacidad de conversión de una manera eficiente en términos de capital en los próximos años».

«A medida que la transición mundial hacia una energía más limpia se desarrolla rápidamente, esta capacidad de litio añadida nos permitirá ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus ambiciones de crecimiento y sostenibilidad.»

Fundada en 2017, Tianyuan es un procesador de litio. Recientemente ha construido una planta de procesamiento de litio estratégicamente ubicada cerca del Puerto de Qinzhou en Guangxi.

La instalación de procesamiento está diseñada con una capacidad de conversión anual de hasta 25.000 toneladas métricas de LCE y es capaz de producir carbonato de litio e hidróxido de litio de grado de batería.

El proyecto está actualmente en fase inicial y se espera que comience la producción comercial en la primera mitad de 2022.

Albemarle es un fabricante de productos químicos con sede en Carolina del Norte, dedicado a operaciones relacionadas con el litio, las especialidades de bromo y los catalizadores.

A principios de este año, la empresa anunció sus planes de duplicar la producción en sus instalaciones de Silver Peak, en Nevada (Estados Unidos), durante los próximos cinco años.

Se espera que invierta entre 30 y 50 millones de dólares de aquí a 2025 para ampliar la capacidad de la planta, donde el litio se extrae de las salmueras de la cuenca de Clayton Valley.

En septiembre del año pasado, Albemarle fue seleccionada por el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) como socio fundamental para dos proyectos de investigación sobre el litio, a través de una convocatoria del Battery Manufacturing Lab.
Noticia tomada de: NS Energy / Traducción libre del inglés por World Energy Trade
https://www.worldenergytrade.com/metales/litio/albemarle-compra-la-empresa-china-de-litio-tianyuan-por-200-millones-de-dolares

Internacional, Litio

Crean la Asociación Internacional del Litio

El litio es fundamental para establecer un cambio energético, expresó el presidente de la nueva asociación internacional. | Foto: Proactivo
01/10/2021
por Carolina Vásquez Araya
Los cinco integrantes fundadores son SQM, Ganfeng Lithium, AMG Brasil, Orocobre y Pilbara Minerals.

Cinco mineras que representan en conjunto más de la mitad de la producción mundial de litio formaron este jueves la Asociación Internacional del Litio (ILiA), con sede en la ciudad de Londres, en Reino Unido.

Dicha agrupación subrayó en un comunicado que “de las muchas aplicaciones de las baterías de litio, los vehículos eléctricos y las soluciones de almacenamiento de energía son, con diferencia, los sectores más importantes y de mayor crecimiento”.

Los objetivos principales de la ILiA, precisaron sus organizadores, son convertirse en una fuente confiable de información sobre el litio, así como abordar de manera efectiva los desafíos claves que enfrenta la industria.

Los cinco integrantes fundadores son SQM, Ganfeng Lithium, AMG Brasil, Orocobre y Pilbara Minerals, los cuales abordarán según informaron los desafíos para la transición energética.

La nueva organización tiene como primer presidente al experto internacional Anand Sheth, quien manifestó que el litio es fundamental para establecer un cambio energético a medida que el mundo avanza hacia el cero neto carbono.

El aumento de las ventas de vehículos eléctricos alimentados por baterías recargables de iones de litio puede ser una alternativa contra la contaminación, siempre y cuando no se encarezca el producto y pueda socializarse incluso a los países en vía de desarrollo.
https://www.telesurtv.net/news/crean-asociacion-internacional-litio–20210930-0034.html

Internacional

LANZAN UN INFORME PARA AVANZAR HACIA UN MUNDO SIN MINERÍA

18/09/2021
¿Es posible imaginar un mundo sin minería? Eso es lo que se propone el informe El fin de la minería, lanzado por Ecologistas en Acción. El documento es un ejercicio de prospectiva y está escrito desde un futuro imaginado en 2050, para contarnos lo que nos deparan las tres próximas décadas.
Fuente: ecologistas en acción
El informe «El fin de la minería» invita a imaginar un mundo sin minería en un momento el que están surgiendo centenares de nuevos proyectos mineros en el Estado español.
La minería es una de las industrias más contaminantes del mundo y una de las principales responsables del cambio climático.
La organización ecologista advierte que las políticas de circularidad continuarán fracasando mientras no se considere seriamente la necesidad de dejar los minerales en el suelo.
En un momento en el que están surgiendo centenas de nuevos proyectos mineros en toda la geografía del Estado, el informe explora las contradicciones del discurso dominante acerca de la imposibilidad de vivir sin más minería.

Ecologistas en Acción considera fundamental invitar a imaginar un mundo sin minería (o al menos con mucha menos, en lugar de ir a más) para que las imágenes positivas del futuro ayuden a la ciudadanía, a los movimientos sociales y a responsables políticos a tomar medidas.

El informe, lejos de la ciencia ficción, presenta una nueva narrativa del futuro construida sobre las evidencias científicas disponibles. Para ello, analiza las alternativas existentes y emergentes como el fin de la obsolescencia programada y el aumento de la reparación, reutilización y refabricación de bienes, el cambio hacia los sistemas de energía distribuida y comunidades energéticas, o los sistemas de movilidad menos dependientes del coche particular. Estas y muchas otras transformaciones serán fundamentales en una transformación hacia sociedades que se alejen del mito del crecimiento y que estén basadas en el bienestar y las necesidades reales.

Entre otros ejemplos, el informe presenta los avances en campos como la fitominería –la extracción de metales en suelos contaminados mediante plantas y hongos hiperacumuladores– o la investigación sobre baterías de proteínas sin metales que haría innecesaria la minería para baterías.

Pero más allá de estas soluciones técnicas, El fin de la minería muestra cómo se está minando en los sitios equivocados. Solo en la UE hay más de 500 millones de teléfonos acaparados en cajones, con un valor de 1.300 millones de euros en oro, plata, platino, paladio y cobre recuperables.

Aunque extraer metales como el cobre o el oro de los residuos electrónicos es hasta 13 veces más barato que extraerlos de las minas convencionales, el informe pone el dedo en la llaga al advertir, como una de las razones del fracaso de las políticas de circularidad, que ninguna ha considerado seriamente la necesidad de dejar los minerales en el suelo y en el fondo marino. Algo que sí se ha entendido en otros ámbitos, como con la necesidad de abandonar combustibles fósiles como el carbón.

Una industria netamente destructiva
A pesar de sus esfuerzos por posicionarse –de la mano de las energías renovables y los vehículos eléctricos– como una industria verde y sostenible, la minería es una de las industrias más contaminantes del mundo y una de las principales responsables del cambio climático.

La producción de siete metales –hierro, aluminio, cobre, zinc, plomo, níquel y manganeso– es responsable del 7 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero y una de las principales causas de violaciones de los derechos humanos, inestabilidad política y desplazamientos forzados en el Sur global.

Pero, como enfatizan en Ecologistas en Acción, «la buena noticia es que se puede dejar atrás la economía lineal, de usar y tirar, centrada en el consumo excesivo y el crecimiento del PIB, para pasar a una economía circular centrada en la suficiencia, el bienestar y la distribución justa y equitativa». El informe El fin de la minería avanza cuáles pueden ser algunos de los caminos en esa dirección que pueden ayudar a nuestras sociedades a un cambio de narrativa en el momento actual de resistencia frente al emergente boom minero.

Metales: los combustibles fósiles del siglo XXI
La transición hacia una sociedad neutra en carbono se está centrando en gran medida en soluciones tecnológicas e innovaciones tales como el cambio a gran escala a las energías renovables, la sustitución por vehículos eléctricos de 1.400 millones de coches de gasolina y diésel y la digitalización de nuestras sociedades y economías. Sin embargo, el modelo económico subyacente permanece prácticamente inamovible: extraer, consumir, desechar. Un modelo que favorece al Norte Global con un consumo incesante y excesivo y que persigue un eterno crecimiento económico a expensas de la naturaleza.

Las llamadas tecnologías e infraestructuras verdes conllevan un aspecto esencial que nos es familiar: todas requieren grandes cantidades de metales y minerales. Esto implica la apertura de más y más minas, exacerbando las consecuencias medioambientales y sociales del extractivismo. Los metales se han convertido así en el combustible fósil del siglo XXI.

Cada año la minería avanza hacia nuevas fronteras e invade más espacios naturales y comunidades de todo el mundo. En tierra firme, la exploración se adentra cada vez más en el subsuelo y devora las pocas zonas vírgenes que aún nos quedan. Como ejemplo, en lugar de servirnos como advertencia, el rápido deshielo del Ártico está alentando la minería polar, haciendo que lugares antes inalcanzables sean ahora considerados económicamente viables.

La bióloga marina Sylvia Earle, reconocida a nivel mundial, ha calificado la minería submarina como «la mayor apropiación de tierra de la historia de la humanidad» y, de hecho, los fondos marinos se han convertido en la última frontera para la minería en la Tierra. Ya se han reservado más de 1,3 millones de kilómetros cuadrados de fondos oceánicos para la exploración minera. A pesar de que los científicos están advirtiendo sobre la pérdida irreversible de biodiversidad a gran escala que esto supondría, algunos países y empresas tienen la intención de comenzar a minar en aguas internacionales a partir de 2023.

Ante este incesante impulso hacia la extracción, se nos plantean algunas preguntas existenciales. ¿Puede la humanidad permitirse la pérdida de grandes extensiones de naturaleza, tanto en tierra firme como en los fondos marinos, para alimentar una economía de «crecimiento verde» que solo beneficiará a unos pocos en el Norte Global? ¿Debemos seguir dando espacio a las economías extractivas en el siglo XXI? ¿Podemos imaginar una sociedad capaz de combatir el cambio climático y el colapso ecosistémico al mismo tiempo que deja atrás la extracción de recursos?

Objetivo de este informe: reconsiderar los metales y la minería
Informes recientes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, también por sus siglas en inglés) han alertado al mundo acerca del devastador impacto de la actividad humana sobre la naturaleza y el clima. La solución es difícil pero clara: un cambio transformador.

Este informe propone algunos itinerarios posibles para llevar a cabo este cambio transformador. Representa una visión científica, basada en evidencias, de un mundo en el que la minería terrestre ha quedado obsoleta y las profundidades marinas están protegidas frente a la invasión minera. Ofrece una alternativa al enfoque continuista aplicado en la mayoría de los escenarios globales planteados acerca de la futura demanda de metales (Banco Mundial2, Panel Internacional de los Recursos3, Agencia Internacional de la Energía4, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos5), que presuponen un crecimiento continuo del consumo y la producción expresado como Producto Interior Bruto (PIB).

Por lo general, estos escenarios de crecimiento predicen al menos una duplicación o cuadruplicación de la demanda de metales para 2050 o 2060. Romper con esta visión continuista y vislumbrar un futuro diferente es clave para elaborar políticas efectivas que puedan prevenir este esperado despliegue de la minería.

Este informe toma el año 2050 como punto de referencia. Este desplazamiento temporal permitirá al lector-participante adentrarse en la enorme transición hacia una sociedad mucho menos intensiva en recursos, equipada para hacer frente a los impactos del cambio climático, para revertir la pérdida de biodiversidad del siglo anterior y para liberarse de la extracción de recursos.

El informe está estructurado de la siguiente manera:

2050: un mundo post-minería nos traslada a una visión alternativa del futuro;
2020: el momento crítico de la minería explica algunas de las tendencias actuales, ayudando al lector a comprender el cambio que se avecina;
Semillas del cambio destaca los numerosos cambios y las nuevas formas de actuación ya presentes en 2020 y que permitieron que se produjera la transformación;
Una brújula para el futuro profundiza en el cambio de paradigma alejado de la minería de la década de 2020;
El taller «Imaginar un mundo sin minería» presenta un concepto de taller en el que se visualizan diversos itinerarios hacia un futuro sin minería, animando al lector a adoptar sus propias vías de actuación.
Empecemos pues por proyectarnos hacia el año 2050, un mundo en el que la minería se ha convertido en algo del pasado, y veamos cómo hemos llegado hasta aquí visitando las semillas del cambio que ya están brotando en 2020.

Un documento para leer, analizar, debatir y construir alternativas. https://noalamina.org/wp-content/uploads/2021/09/El_fin_de_la_mineria_es.pdf

Lanzan un informe para avanzar hacia un mundo sin minería

Internacional

Un mundo sin minería: un objetivo necesario que debemos atrevernos a imaginar

Silvia Román
18/09/2021
En los últimos años no dejamos de ver noticias relacionadas con la descarbonización de la economía que omiten cualquier cuestionamiento del modelo de crecimiento constante que dirige actualmente el destino de nuestras sociedades. Algunos van aún más lejos y utilizan el dogma de la solución tecnológica como base para hablar de un desacoplamiento de la economía y los recursos naturales, postulando, de forma contraria a cualquier principio natural, que seremos capaces de crecer indefinidamente en el número de bienes y servicios que ofrecemos y consumimos sin que ello repercuta de manera relevante en los ecosistemas que habitamos.

Sin embargo, la realidad no deja de desmentir estas propuestas. No es ninguna novedad que la transición a las energías renovables y la paulatina electrificación de diversos sectores va a venir acompañada de un uso intensivo de materias primas, en concreto de ciertos metales indispensables para las nuevas tecnologías. Tampoco es ninguna novedad que en paralelo a este incremento de la demanda prevista de materias primas se está dando alas a nuevos proyectos mineros, entre ellos algunos que podrían traer consigo gravísimas consecuencias medioambientales, como la minería de los fondos oceánicos, otros que tras el oxímoron de minería sostenible esconden las mismas prácticas de siempre y, por último, algunos con tintes más extravagantes, como la minería de asteroides o la minería lunar.

Estudios recientes[1] muestran que las actividades mineras dirigidas específicamente a la producción de energía renovable exacerbarán las amenazas a la biodiversidad en todo el planeta. Se calcula que una extensión de hasta 50 millones de km2 de la superficie terrestre podría verse afectada por estas actividades extractivas, incluyendo áreas protegidas y algunas de las pocas zonas vírgenes que aún quedan en el globo. Las consecuencias inmediatas ya las conocemos: degradación del suelo debido al drenaje ácido de las minas, deforestación, estrés hídrico y contaminación. Parece así que el proyecto de la transición energética sigue obviando que el paradigma extractivista no es ya una estrategia viable para asegurar el bienestar de nuestras sociedades y la conservación del medioambiente.

Así, mientras las élites globales responsables de las grandes decisiones habitan en esta contradicción por una notable falta de audacia, la población asiste confusa a un goteo constante de catástrofes naturales y acontecimientos biológicos de alcance global que nos sume a todos en un inquietante dilema: ¿somos capaces de imaginar un futuro mejor o vivimos presos de visiones distópicas que atenazan nuestra capacidad para actuar? Pues bien, imaginar un futuro mejor es el ejercicio que nos proponen Joám Evans Pim y Ann Dom (Seas at Risk) en el informe recién publicado Breaking free from mining (disponible en castellano como Un mundo sin minería).

En este concienzudo trabajo, los autores nos hacen soltar amarras desde este presente atenazador hacia un 2050 en el que ya ha tenido lugar un cambio verdaderamente transformador. Nos hacen situarnos en este futuro propicio e investigar cómo hemos llegado hasta él, qué cambios fueron necesarios, qué decisiones clave hubo que tomar y cómo de cerca tuvimos que estar del abismo para retroceder.

Con una acertada combinación de rigor e imaginación, el informe hace un pormenorizado repaso a la bibliografía más reciente y los datos más reveladores publicados por organizaciones como el Banco Mundial, el Panel Internacional de los Recursos, la Agencia Internacional de la Energía o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos para llegar a la conclusión de que los escenarios propuestos por estas instituciones se aferran a un tecno-optimismo que evita cuestionarse el modelo de crecimiento constante actual y fía nuestra suerte a las cartas de la eficiencia y la innovación.

Sin embargo, nos muestran los autores, la solución tecnológica no será suficiente. Es cortoplacista y superficial, y en muchos casos ha demostrado ser una propuesta que refuerza el paradigma extractivista con el fin de sostener un crecimiento verde que solo beneficia a los países y regiones hiperdesarrolladas. La demanda de sistemas de almacenamiento de energía para el aprovechamiento de las renovables, los vehículos eléctricos, la digitalización, la urbanización y un aumento general en el consumo de recursos entre una población siempre creciente evidencian la insostenibilidad de un sistema aferrado al crecimiento del PIB como parámetro de referencia de lo que es una sociedad próspera. La pregunta clave entonces es la siguiente: ¿somos capaces de imaginarnos un modelo más viable que el del extractivismo?

La respuesta puede estar más cerca de lo que imaginamos. Muchas de las semillas del cambio de las que habla el informe ya están arraigando. Tímidamente, quizás, pero también es cierto que la pandemia de COVID ha tenido un efecto sensibilizador que seguramente promueva cambios antes de lo pensado. Iniciativas en el ámbito de la economía circular, la tecnología, la eficiencia y la innovación son pasos importantes si se dan en la dirección correcta. Pero el verdadero cambio debe ser más profundo. Deberá desafiar las estructuras económicas vigentes y orientarse hacia una economía centrada en la suficiencia antes que en la eficiencia, en la desaceleración controlada, en el bienestar de todos los pueblos y en una distribución justa y equitativa de los recursos.

Desde este futuro posible del 2050, el informe repasa los que fueron cambios fundamentales para llegar allí. Cambios en la producción y el consumo de energía, en los sistemas de movilidad, en la obsolescencia programada y la percibida, la gestión de residuos, las nuevas formas de pensar las ciudades, el mundo rural, las viviendas y, en general, una nueva forma de vivir el espacio y el tiempo más humana, alejada de muchas de las concepciones patológicas del mundo actual.

En el ámbito particular de la minería, el informe incide en la importancia que tendrán en el futuro las materias primas secundarias, esto es, los materiales recuperados de los desechos electrónicos, residuos de la construcción, vertederos urbanos… Es la llamada minería urbana y de residuos, una vía que merece la pena explorar en un momento en que la cantidad de algunos materiales ya extraídos del subsuelo es equivalente o incluso mayor a la que permanece sin extraer (es el caso del cobre, del que un 50% de las reservas globales ya está sobre la superficie terrestre). En nuestros cajones y vertederos residen olvidados materiales que podrían aliviar la necesidad de minar la tierra.


Reciclaje de metal en Eugene, Oregón (EE. UU.). Fuente: Wikimedia Commons.
El informe abunda en referencias imprescindibles que por sí mismas dibujan un escenario de evidencias, propuestas y lecturas de una sociedad actual sin velos, sin cortinas de humo, sin descaradas estrategias de greenwashing. La minería sostenible, la compensación ecológica y otros términos de reciente cuño apenas esconden posturas instaladas en un modelo fracasado que solo ha servido para beneficio de una minoría global. Las actividades extractivas destruyen el entorno en el que trabajan. No hay compensación posible cuando se habla de trabajo infantil, de condiciones laborales mortales, de explotación de personas y violaciones de derechos humanos. Resulta obsceno ver cómo los lobbies y corporaciones de esta industria presionan a los políticos en busca de nuevas zonas de sacrificio con vanas promesas de creación de empleo, progreso y desarrollo que nunca llegan a materializarse.

Como aportación personal a este completo trabajo de Joám Evans Pim y Ann Dom, me gustaría incidir en dos realidades que creo habrá que tener muy en cuenta en los próximos años. La primera se refiere a las políticas de innovación de la Unión Europea y la financiación asociada a las mismas. Desde programas como Horizonte 2020 e instituciones como EIT RawMaterials se han venido financiando proyectos relacionados con las materias primas con escaso o ningún interés en promover soluciones medioambientalmente viables. Más bien parece que se estuvieran buscando nuevas periferias dentro de la Unión Europea de las que extraer la poca riqueza que aún queda. Sus actores, en la mayoría de los casos representantes de la industria minera acompañados de políticos regionales que hacen de embajadores para estas corporaciones, utilizan un desgastado discurso que culpabiliza al ciudadano haciéndole ver que es necesario seguir minando la tierra para satisfacer sus necesidades materiales. ¡Cuántas veces habré asistido al argumento falaz de que la minería en suelo europeo es necesaria porque todos queremos tener un teléfono móvil en nuestros bolsillos!

La segunda reflexión que me gustaría hacer está referida a algunas de las propuestas actuales dirigidas a un futuro con modos de vida más sencillos, con consumos suficientes y no exorbitados como los actuales. Algunas de las más habituales incluyen la reducción de las horas y días de trabajo, el cambio de la propiedad de coches o viviendas al uso compartido, la reducción de los viajes, la reparación antes que la compra de nuevos productos, etc. Me inquieta pensar que estas mismas propuestas que deberían funcionar en un futuro mejor para todos se conviertan en distopías para una parte de la población distorsionadas bajo el paradigma neoliberal. ¿Se convertirán estas ideas en una vida en precario para una parte de la sociedad (sin trabajos estables, sin posibilidad de acceder a vivienda o bienes básicos, sin acceso a actividades de ocio) no como fruto de una elección sino de una desigualdad creciente? ¿Cómo distinguir cuándo estamos defendiendo una idea que nos llevará a un futuro mejor de una que, con el mismo resultado, solo implique precariedad en una sociedad dual de clases medias acomodadas y consumistas por un lado y clases bajas en riesgo constante de pobreza por otro?

Lo que parece claro es que la suciedad debajo de la alfombra no es tecnológica, sino política y social, de convivencia y de valores. No hay solución tecnológica que enderece los resultados de un modelo político y económico regido por los principios del crecimiento constante y la competitividad. ¿Somos entonces capaces de imaginar un futuro mejor para todos? En mi humilde opinión creo que no debemos tener en mente una utopía a la que llegar, sino un mundo por el que trabajar con constancia y convicción. Como advierte el sociólogo Hartmut Rosa en su obra Alienación y aceleración, “la lógica de la competencia y la aceleración no tiene ningún freno o límite interno”. De esta ausencia de frenos o límites internos nos hablaba también Max Weber al afirmar que el capitalismo no llegaría a su final antes de que “la última tonelada de mineral se funda con la última tonelada de carbón”. No podemos sentarnos a esperar que llegue el fin de un orden económico que por sí mismo no será capaz de parar. Por eso es tan importante actuar, empezando por deshacernos mentalmente de distopías paralizantes y atrevernos a imaginar.
Casdeiro, after Tony Hisgett & ELG21
Notas
[1] Sonter, L.J., Dade, M.C., Watson, J.E.M. et al. Renewable energy production will exacerbate mining threats to biodiversity. Nat Commun 11, 4174 (2020). https://doi.org/10.1038/s41467-020-17928-5

Un mundo sin minería: un objetivo necesario que debemos atrevernos a imaginar

Internacional

Pedralba amanece con un ataque vandálico para protestar contra la mina a cielo abierto

16/09/2021
El pasado 6 de septiembre han aparecido varias pintadas vandálicas en contra del proyecto minero Valtreixal en Pedralba de la Pradería. Un proyecto que impondría una posible futura mina de estaño y wolframio en plena reserva de la biosfera con una explotación de 248 hectáreas a cielo abierto y contra la que la Plataforma Calabor «está luchando de manera cívica y pacífica».

Es por ello que desde Plataforma Calabor y Stop Mina Sanabria quieren posicionarse públicamente en contra de estas actuaciones con las que los integrantes de la plataforma «no nos sentimos identificados». Estas pintadas han aparecido en varios puntos en la carretera entre Pedralba y la frontera de Calabor con Portugal, sobre los paramentos protectores de hormigón. En las pintadas se pueden leer avisos como “Stop Mina. T. Alcalde 0”, «Stop Mina, échale huevos” o “T. Alcalde dimisión”. Este tipo de actos son rechazados tanto por la corporación municipal como por los integrantes de la Plataforma Vecinal Calabor, que se dedica a concienciar a la ciudadanía sobre la inconveniencia de crear una mina en un entorno de valores ambientales tan destacables.

El trabajo de información que desarrolla la plataforma está basado en «dar información verídica» sobre la minería a cielo abierto. Para ello, se desarrollan distintas actividades y acciones pacíficas respetando y valorando el fomento de la convivencia. Acciones como la mesa redonda por vía telemática del 31 de noviembre del 2020, la presentación del libro “Ábrete, cielo” y la charla informativa en Calabor del día 19 de diciembre de 2020 o la marcha reivindicativa “Andar contramina” desde Santa Cruz de Abranes a Calabor del pasado 4 de julio.

Los integrantes de Plataforma Calabor proponen otras alternativas para la zona, con modelos de desarrollo basados en los recursos propios de la agricultura y ganadería, el turismo en sus distintas modalidades, tales como el turismo rural, la observación y disfrute del medio ambiente, los espacios naturales, el agua, la apicultura, etc. «Además existen ya proyectos importantes en este sentido en la zona que sufrirían o perderían sus valores básicos como el Balneario de Calabor, que ve peligrar un agua minero-medicinal, los apicultores y labradores de Calabor y alrededores, incluyendo la parte portuguesa que también sufriría con la apertura de la mina, especialmente el parque natural de Montesinho, Bragança y por ende toda la comarca del nordeste portugués», indican en un comunicado.

La Plataforma contra la mina a cielo abierto está abierta para cualquier persona que quiera «apoyar nuestra lucha» por paralizar el proyecto minero Valtreixal y evitar que se degrade un entorno, un aire y unas aguas tan puros y originales, también es bienvenida cualquier persona que quiera participar y prestar su colaboración activa y ha creado puntos de información como el blog Stop Mina Sanabria, donde se aglutina cualquier dato referente a la mina Valtreixal de Calabor. Además continúan abiertas diversas iniciativas de recogida de firmas, tanto en papel como en change.org bajo el paraguas “Paremos la mina”.
https://noticiascyl.elespanol.com/t/3161297/zamora-provincia-zamora-pedralba-amanece-ataque-vandalico-protestar-contra-mina-cielo-abierto

Internacional

Este mineral es extraído por niños en el Congo y se usa para cámaras, entre otros, mientras muchos fabricantes afirman no saber ni de dónde viene

Nela
14/09/2021
¿Sabes lo qué es el coltán? Es posible que no hayas oído hablar del coltán antes, pero es una de las materias primas clave que se encuentran en los productos tecnológicos que utilizas todos los días. Desde teléfonos inteligentes hasta ordenadores portátiles, cámaras y equipos médicos avanzados, una variedad de dispositivos electrónicos tienen al coltán como un componente fundamental. Otro dato alucinante es que este mineral es extraído por niños en el Congo, país donde se encuentra el 80% de las minas de este mineral a nivel mundial.

Sin embargo, a pesar de su utilidad, el mineral negro metálico es a menudo objeto de controversia; debido a su procedencia, una nación africana que estuvo envuelta en una guerra civil y disturbios durante más de una década. Dado que la demanda de coltán y sus subproductos crece anualmente, es importante comprender su valor para la cadena de suministro global y nuestra vida diaria.

Este mineral es extraído por niños en el Congo es uno de los recursos que está jugando un papel importante en la revolución tecnológica. El mineral de coltán en sí es un recipiente para la tecnología de minerales tantalio y niobio. Como señala un informe del Servicio Geológico de EE. UU., los minerales a menudo se encuentran juntos, pero tienen propiedades y aplicaciones muy diferentes; casi el 80% del niobio del mundo se utiliza en aceros de alta resistencia y baja aleación, mientras que el tantalio es clave para la industria electrónica mundial.

Aproximadamente dos tercios del tantalio se utilizan para fabricar condensadores electrónicos, un componente fundamental de los teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos en demanda. El tantalio ha contribuido enormemente a la miniaturización de dispositivos electrónicos portátiles, ya que permite almacenar una carga eléctrica en pequeños condensadores. Solo por esta razón, es fácil ver el valor que juega el coltán en la vida moderna. El tantalio también es extremadamente dúctil y se puede estirar en un alambre delgado. Debido a que no causa una respuesta inmune en el cuerpo humano; también se usa para fabricar aparatos quirúrgicos, como reemplazo del hueso, como conector de nervios desgarrados y como agente aglutinante para los músculos.

Lamentablemente, años de violencia y conflicto político en la República Democrática del Congo han hecho de su vasta riqueza mineral un atractivo recaudador de ingresos; y los grupos rebeldes harán lo que sea necesario para controlar el suministro. Como resultado, la industria minera de coltán, y el preciado metal tántalo que se extrae de ella; es un «mineral de conflicto«, estrechamente relacionado con una serie de abusos contra los derechos humanos de una manera similar a la que los llamados diamantes de sangre de África también se venden para financiar conflicto. El conflicto en curso y los problemas en torno a la minería y el abastecimiento de coltán han provocado llamadas al gobierno congoleño; y a los líderes locales para fortalecer la ley de minerales en conflicto.

Es posible que nunca hayas oído hablar de él; pero como hemos dicho, este mineral, conocido como coltán para abreviar, contiene un metal clave que se utiliza en la fabricación de placas de circuitos electrónicos que alimentan teléfonos inteligentes, consolas de juegos y cámaras, entre otros. Tristemente, la historia del coltán es mucho más que ganancias mineras y maravillas tecnológicas. También es una historia de explotación.

Este mineral es extraído por niños en el Congo y se usa para cámaras, entre otros, mientras muchos fabricantes afirman no saber ni de dónde viene

Internacional

Tres cuartas partes de los ataques registrados contra activistas ambientales y de la tierra en 2020 ocurrieron en América Latina..

.. según el informe de Global Witness

La violencia contra las personas defensoras de la tierra aumenta a medida que se intensifica la crisis climática.
13/09/2021-
Un informe de Global Witness publicado hoy revela que tres cuartas partes de los ataques letales registrados contra activistas ambientales y de la tierra en 2020 sucedieron en América Latina. Unas 165 personas fueron asesinadas en la región por defender su tierra y el planeta. A nivel mundial, se registraron 227 ataques letales, lo que constituye un aumento en las cifras históricas por segundo año consecutivo.

Mientras que muchos sectores acogieron con satisfacción la ratificación del Acuerdo de Escazú –un tratado histórico sobre la protección de personas defensoras en América Latina y el Caribe–, la violencia contra ellas continuó. En muchos países, incluso alcanzó niveles sin precedentes.

Colombia fue nuevamente el país más afectado del mundo, con 65 asesinatos registrados, y Nicaragua, con 12 asesinatos registrados, fue el lugar más mortífero para las personas defensoras considerando los asesinatos per cápita.

En promedio, cuatro personas defensoras han sido asesinadas cada semana alrededor del mundo, desde que se firmó el acuerdo climático de París en 2015. Sin embargo, esta impactante cifra es, casi con certeza, una subestimación, ya que es probable que muchos casos no sean denuciados ante las crecientes restricciones al periodismo y otras libertades cívicas.

Las cifras muestran el costo humano de la destrucción provocada por las industrias y corporaciones extractivas. Según los informes, al menos el 30% de los ataques registrados estuvieron directamente relacionados con la explotación de recursos, incluyendo la explotación forestal, la minería y la agroindustria a gran escala, las represas hidroeléctricas y otro tipo de infraestructura. La explotación forestal fue la industria vinculada a la mayor cantidad de asesinatos con 23 casos, con ataques reportados en México, Brasil, Nicaragua y Perú.

Los homicidios incluyen el caso de Óscar Eyraud Adams, indígena Kumiai y defensor del agua, asesinado en México luego de oponerse a las industrias que contribuyen a la escasez hídrica en Baja California. Óscar fue uno de los muchos indígenas asesinados en 2020, reinvindicando su derecho a la autodeterminación y protegiendo las tierras ancestrales de quienes buscan explotar sus recursos naturales.

Marina Commandulli, activista de Global Witness, dijo:

“En un año en el que los países latinoamericanos sufrieron crisis sin precedentes, una constante permaneció: la violencia contra las personas defensoras. América Latina ha sido consistentemente la región más afectada y, con demasiada frecuencia, quienes se pronuncian por su tierra y nuestro planeta deben enfrentar la criminalización de los gobiernos, la intimidación en sus comunidades y el asesinato. Esta violencia sistémica es el resultado de décadas de impunidad para los perpetradores y las empresas que ponen la extracción y las ganancias por encima de la vida humana y nuestro medio ambiente”.

Entre las y los activistas que continuan amenazados se incluyen las comunidades de Guapinol, en Honduras. Allí decenas de personas defensoras de la tierra y del agua han sido arrestadas en los últimos años por protestar pacíficamente contra una concesión minera de óxido de hierro otorgada por el gobierno central en un área protegida. Muchos miembros de la comunidad siguen privados de su libertad.
Principales hallazgos del informe

Casi tres de cada cuatro ataques registrados ocurrieron en las Américas. De los diez países con mayor cantidad de ataques registrados, siete están en América Latina. En Brasil y Perú, casi tres cuartas partes de los ataques registrados sucedieron en la región amazónica de esos países.
Colombia es nuevamente el país con mayor cantidad de ataques registrados, con 65 personas defensoras asesinadas en 2020. Un tercio de estos ataques fueron cometidos contra indígenas y afrodescendientes, y casi la mitad fueron perpetrados contra pequeños agricultores.
En 2020 continuó el desproporcionado número de ataques contra pueblos indígenas, siendo el blanco de más de un tercio de estos ataques fatales. Se reportaron ataques contra personas defensoras indígenas en toda América Latina.
En Nicaragua se registraron 12 asesinatos, en comparación con los cinco que Global Witness documentó en 2019. Considerando los asesinatos per cápita, se convirtió en el país más peligroso para las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente en 2020.
La cantidad de ataques reportados en Brasil sigue siendo alta, con 20 asesinatos registrados. El gobierno de Bolsonaro ha priorizado las industrias extractivas en las regiones del Amazonas y del Cerrado. Organizaciones de derechos indígenas y al menos seis de los partidos políticos de Brasil han alegado que el COVID-19 podría conducir a un «genocidio» de los pueblos indígenas de Brasil.
En los casos en que los informes señalan que las personas defensoras fueron atacadas por proteger determinados ecosistemas, la mayoría (70%) trabajaba para defender los bosques de la deforestación y del desarrollo industrial, algo vital en los esfuerzos por frenar la crisis climática. Otras murieron por su trabajo al proteger ríos, áreas costeras y océanos.

Recomendaciones del informe

La Organización de las Naciones Unidas, a través de sus Estados miembro, debería:

Reconocer formalmente el derecho humano a un medio ambiente seguro, saludable y sostenible.
Asegurar que los compromisos y acciones asumidos en la COP26 para implementar el Acuerdo de París integren la protección de los derechos humanos.

Los gobiernos tienen el deber primordial de garantizar que los derechos humanos de las personas defensoras estén protegidos y que puedan llevar a cabo su activismo de manera segura, y deben:

Garantizar que las políticas nacionales protejan a las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente, y derogar cualquier disposición legislativa utilizada para criminalizarlas.
Exigir a las empresas e instituciones financieras que realicen la debida diligencia obligatoria. Deben responsabilizarse por la violencia y otros daños ejercidos contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente a través de cada una de sus operaciones globales y cadenas de suministro.
Garantizar el acceso a la justicia mediante la investigación y el enjuiciamiento de todos los actores pertinentes, incluyendo a los actores corporativos implicados, por la violencia ejercida contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente.

La Comisión Europea está preparando dos importantes normas legislativas: una iniciativa sobre Gobernanza Empresarial Sostenible y un reglamento sobre productos básicos que implican un riesgo forestal. La Unión Europea (UE) debe garantizar que:

La iniciativa sobre Gobernanza Empresarial Sostenible exija que todas las empresas que hacen negocios en la UE, incluidas las instituciones financieras, tomen medidas para prevenir, identificar, abordar y dar cuenta de los daños ambientales y de derechos humanos a lo largo de sus cadenas de valor como parte de su debida diligencia e incluir un mecanismo de ejecución consistente, con sólidos regímenes de responsabilidad y sanciones para responsabilizar a las empresas.
El Reglamento de diligencia debida propuesto sobre productos básicos que implican un riesgo forestal exija explícitamente que las empresas y los financistas que hacen negocios en la UE se abastezcan o financien únicamente operaciones que hayan obtenido el consentimiento libre, previo e informado (CLPI) de los pueblos indígenas y las comunidades locales

Las empresas deben hacer todo lo que esté a su alcance para asegurarse de que no están causando, contribuyendo o beneficiándose de estos ataques, sean cuales sean los costos. En particular, deben:

Publicar e implementar sistemas sólidos de debida diligencia para identificar, evaluar, prevenir y mitigar los daños ambientales y de derechos humanos en todas sus cadenas de suministro y operaciones.
Adoptar e implementar una postura de tolerancia cero ante represalias y ataques contra personas defensoras de la tierra y del medio ambiente en sus operaciones globales.
Prever y facilitar procesos de reparación efectivos cuando se produzcan daños e impactos ambientales y de derechos humanos adversos.

Internacional

Miles de personas se manifiestan en Belgrado por causas medioambientales

Miles de personas salieron a las calles de Belgrado el sábado en protestas a favor del medio ambiente contra la minería de litio.
Foto del periodista
Por Nain Gamboa
Al menos 2.000 manifestantes en Belgrado pidieron este sábado al gobierno de Serbia que corte los lazos con la empresa minera de litio Rio Tinto y exigieron nuevas regulaciones para proteger la naturaleza.

Según información obtenida por La Verdad Noticias, Rio Tinto había prometido 2.400 millones de dólares para el proyecto en julio, siendo el litio un componente necesario de las baterías de los vehículos eléctricos. Las pancartas en la ciudad llevaban consignas como «Rio Tinto, vete».

Serbia: Miles de personas se manifiestan en Belgrado por causas medioambientales
Manifestante de Belgrado con cártel del mundo.

Los manifestantes también bloquearon temporalmente uno de los principales puentes de Belgrado. «Nuestra demanda es que el gobierno de Serbia anule todas las obligaciones con Rio Tinto», dijo el organizador de la protesta Aleksander Jovanovic.

Las manifestaciones fueron organizadas por 30 organizaciones ambientales en Serbia. Más de 100.000 personas han respaldado una petición contra la mina Rio Tinto. El gobierno serbio ha respaldado el proyecto minero de Rio Tinto para impulsar la economía.
Los manifestantes piden al gobierno que luche contra la contaminación
Serbia: Miles de personas se manifiestan en Belgrado por causas medioambientales
Los manifestantes piden al gobierno que luche contra la contaminación.


Los manifestantes también pidieron más regulaciones para proteger la naturaleza del país y combatir la contaminación. Las controvertidas plantas de carbón administradas por empresas chinas han causado un impacto negativo en la calidad del aire.

Por otro lado, los desechos industriales han contaminado los ríos serbios. «Tuvimos sed este verano, respiramos aire tóxico y la tierra se está agotando», dijeron los organizadores de la protesta en un comunicado.

Según la empresa suiza de control de la calidad del aire IQAir, Serbia es el quinto país más contaminado de Europa en 2019. La nación balcánica, que ha aspirado a ser miembro de la UE, deberá promulgar estándares ambientales más estrictos para unirse al bloque de 27 miembros.
https://laverdadnoticias.com/mundo/Miles-de-personas-se-manifiestan-en-Belgrado-por-causas-medioambientales-20210911-0189.html