Zacapoaxtla, Puebla.- Desde hace al menos dos años, la sombra de los megaproyectos amenaza lentamente a la Sierra Norte de Puebla. Sin información ni transparencia por parte de las autoridades o empresas, y sin consulta previa a los pueblos indígenas, las presas hidroeléctricas y la minería a cielo abierto intentan avanzar en esta región. “La gente sólo sabe que van a llegar unas máquinas y que van a venir más, o encuentran brechas abiertas por los ingenieros para llegar al agua”, dice Florencio Carlos Zabaleta, presidente de la Unidad Indígena Totonaca Nahua (Unitona), una de las organizaciones que en julio del 2012 integraron el Consejo Tiyat Tlali, red de colectivos de diversos orígenes, entre las que también se encuentran la Unión de Cooperativas Tosepan, la Maseual Siuamej Mosenyolchicauani, la Universidad de la Tierra en Puebla y el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, que acompañan los procesos de organización y resistencia de las poblaciones afectadas por los llamados proyectos de muerte.



Aun cuando los primeros 43 ejidatarios detenidos fueron liberados sin pagar fianza, se encuentran bajo las reservas de ley; en cuanto a los cinco arraigados agrego el visitador no han obtenido su libertad porque son acusados de ser los autores intelectuales de despojo agravado en despoblado cometido por dos o más personas por lo que no alcanzan fianza y aun cuando la empresa retire los cargos el caso se sigue de oficio…
Natalia Antezana Bosques