El gobierno ha anunciado recientemente un plan que busca dar eventual solución a 37 sitios de acopio de desechos, sin embargo, organizaciones ambientalistas cuestionan la iniciativa, ya que no da solución definitiva a un problema carente de política pública e iniciativa de las propias compañías extractivistas que se desentienden de cualquier tipo de responsabilidad posterior.
El Ministerio de Minería, junto con el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), han anunciado un convenio para que los nuevos proyectos mineros opten por encargarse de desechos y así intentar compensar las emisiones nocivas para el medio ambiente y la salud de comunidades aledañas.
El plan intentará dar solución a 37 antiguos depósitos abandonados por las compañías sin que, hasta el momento, una ley los obligue a responsabilizarse del posterior manejo, principalmente tranques o cerros de acopio de material nocivo.
Para la directora de la ONG Chile Sustentable, Sara Larraín, la propuesta del Ejecutivo representa una iniciativa llamativa, pero que finalmente no resuelve el problema de fondo.
Precisó que existe una ley que apunta al correcto cierre de faenas, vigente desde el año 2012, sin embargo, no reconoce -en la mayoría de los casos- una titularidad sobre quién es el responsable de dejar un sitio contaminado y completamente abandonado.
“Desde nuestra perspectiva, lo que tiene que haber acá es la incorporación de un título a la Ley sobre cierre y abandono de faenas mineras. Establecer pasivos ambientales mineros de aquellas faenas o acopios que hayan sido abandonados y que esté en vigencia la concesión sobre aquellas áreas. Y eso tú lo puedes hacer porque en el fondo tú reconoces la responsabilidad sobre el titular de un sitio que está contaminado. Entonces corresponde a un pasivo ambiental que no es de todos los chilenos, sino que de la empresa que hizo el negocio en dicho lugar”, afirmó.
Aunque el plan gubernamental cubre solo 37 relaves abandonados, existen, según Sernageomin, cerca de 800 sitios que se concentran, principalmente, en las regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Metropolitana.
Para la directora ejecutiva de la fundación Terram, Flavia Liberona, Chile debe tener una ley de pasivo ambiental que no solamente cubra el tema de relaves, sino que también los desechos de diverso tipo dejados en los territorios donde se realizan faenas extractivistas.
“Es importante tener una ley de pasivos ambientales, porque existe una parte de la historia donde el Estado puede hacer que las empresas que aun funcionan se hagan cargo del problema, y otra parte donde, derechamente, la administración central se tiene que hacer cargo, porque las empresas ya no existen, no se sabe quiénes eran los dueños, etcétera. A esto hay que unirle la peligrosidad de estos tranques o acopios, la cantidad de compuestos tóxicos que contienen, ya que actualmente la información es escasa, y eso hay que cruzarlo con el factor cercanía a la población”, argumentó.
Para el director del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC), Javier Ruiz del Solar, Chile es el tercer país con más relaves en el mundo, además, la cantidad de estos emplazamientos se encuentra en constante aumento.
El representante del Centro dependiente de la Universidad de Chile precisó que, eventualmente, se espera duplicar el número de acopios de este tipo al año 2035.
“La normativa en Chile está un poco al debe. Lo que se ha producido en el último tiempo, todos nos hemos dado cuenta, es que se tienen que subir los estándares en el tema ambiental, por eso la regla se ha ido adecuando y las empresas mineras también se han ido ajustando a cumplir con esta normativa. En general lo que uno ve en todo el mundo, no solo en Chile, es que, lamentablemente, las empresas hacen lo que versa la ley”, subrayó.
Ruiz del Solar destacó iniciativas en que AMTC forma parte, como el Programa Tranque de Fundación Chile, y alianzas público- privadas, que buscan lidiar con el problema de los relaves sin tener que esperar a que el Estado haga exigencias a las empresas ni que se modifique la normativa.
La regla ambiental actual data del año 2012, e indica que para su cumplimiento requiere monitoreo y fiscalización por parte de organismos del Estado, lo que ha significado que de los cerca de mil relaves o pasivos ambientales que existen en el país, la mayoría no tenga sanción alguna.
Recién el año 2015 la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) culminó solo dos procesos sobre mal manejo de residuos en centros de acopio, que en la práctica se tradujeron en multas a las mineras El Toqui en Aysén y a Codelco-El Teniente, en la región de O’Higgins.
Hoy, la SMA indaga otros siete casos de supuestas irregularidades en relaves, iniciados entre 2017 y 2018, que corresponden a Minera El Reloj; Minera del Pacífico; Collahuasi; Enami y Cerro Negro; Minera Pimentón y Sociedad de Exploración (mina Cardenilla).
El Tribunal Ambiental de Valdivia modificó la medida cautelar del uso de explosivos en el proyecto ubicado en la Región de Magallanes. La institución levantó la suspensión de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la iniciativa.
Luego de escuchar los alegatos de las partes en la audiencia realizada el pasado 12 de diciembre, el Tribunal Ambiental de Valdivia decidió levantar la medida cautelar de suspensión de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto “Incorporación de tronadura como método complementario en la extracción mecánica de material estéril en Mina Invierno”, en Isla Riesco.
En la resolución dictada este 24 de diciembre, el Tribunal sostuvo que “el reclamante no acompañó antecedente alguno que permita contrarrestar en sede cautelar la documental agregada por los oponentes; así como tampoco demostró su falta de verosimilitud de los antecedentes aportados por el titular oponente”.
“Por tal razón, y en espera del completo y cabal análisis de los antecedentes que se realizará en el pronunciamiento de fondo de esta reclamación, este Tribunal no tiene otro camino que dar verosimilitud a los informes sectoriales analizados y ponderados en la evaluación administrativa de los impactos ambientales, especialmente a los informes del Consejo de Monumentos Nacionales de fs. 13472 y fs. 16572, que dieron su conformidad al proyecto, descartando efectos significativos sobre el componente paleontológico” según informa la institución en un comunicado.
Y el texto agrega: “Debido a esta razón y bajo el principio preventivo del Derecho Ambiental, el Tribunal resolvió alzar dicha medida cautelar y en su reemplazo dictar una nueva medida, que autoriza a la Mina Invierno S.A. a ejecutar el proyecto Tronadura, condicionado al cumplimiento de un informe previo de diseño de la primera tronadura, el que deberá ser verificado en terreno por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA)”.
La nueva medida cautelar además “instruyó que Mina Invierno deberá informar con 10 días de anticipación, a ambos servicios, el día y hora en que realizará la primera tronadura”.
“Con la información levantada en terreno, más la que aporte el Sernageomin, la SMA deberá elaborar y remitir directamente a este Tribunal un informe, en un plazo de 10 días de ocurrida la tronadura. En base a estos antecedentes el Tribunal evaluará la necesidad de modificar la medida o dictar nuevas que sean procedentes” establece la resolución firmada por los Ministros Iván Hunter Ampuero, Michael Hantke Domas y Sibel Villalobos Volpi.
También se refirió a las restantes tronaduras. El Tribunal Ambiental de Valdivia, con jurisdicción desde Ñuble a Magallanes, estableció que “Minera Invierno S.A. deberá remitir a este Tribunal, dentro de 5° días, un informe de caracterización de los fragmentos resultantes del proceso de tronadura, así como también del nivel de afectación del sustrato en los puntos de detonación, confeccionado por un palentólogo, indicando además si se han encontrado hallazgos paleontológicos”.
Alerta Isla Riesco: “Mala noticia para esta Navidad”
“La empresa podrá usar explosivos en sus faenas de carbón mientras se resuelve recurso” lamentó la agrupación ciudadana Alerta Isla Riesco en las redes sociales.
Luego de la decisión judicial, Ezio Costa, director de la Fiscalía Ambiental (FIMA) se refirió al tema.
Luego del anuncio del Gobierno sobre la realización de la Cumbre Climática (COP-25) en Chile, la organización planteó la siguiente pregunta: “¿Hablemos en serio de Cambio Climático y abandono del carbón?.
Advertía que “hasta ahora, con aprobación de explosivos para abaratar costos de extracción del carbón que se quema en Zonas De Sacrificio, no vamos en el sentido correcto”.
Luego de las conclusiones de un Estudio de Metales Pesados elaborado por la Universidad Católica de Chile, la Seremi de Salud en la región de Antofagasta estimó en 30 mil las personas posiblemente afectadas con altos niveles de arsénico. La situación es alarmante!
La Seremi de Salud en la región de Antofagasta estimó en 30 mil las personas posiblemente afectadas con altos niveles de arsénico, luego de las conclusiones del estudio de metales pesados elaborado por la Universidad Católica de Chile.
La estimación se dio en base a que el 8% de la población en Antofagasta posee este metaloide con niveles por sobre la norma, por lo que dicha cifra es asimilable al porcentaje total de la ciudad, según dijo la seremi de Salud en la zona, Rossana Díaz.
El Colegio Médico calificó los resultados como “alarmantes” y llamó al Gobierno a decretar una alerta sanitaria.
Hugo Benítez, presidente del departamento de Medio Ambiente del gremio en la zona, señaló que actualmente una gran cantidad de personas podrían estar desarrollando distintos tipos de cáncer.
El consejero regional y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Ricardo Díaz, insistió en la necesidad de fortalecer las políticas públicas sobre el manejo de metales pesados en la ciudad.
La seremi de Salud en la región consultará a nivel central del Gobierno para levantar una alerta sanitaria. Además se estudia la posibilidad de recurrir a fondos para financiar los exámenes a nivel primario para toda la población.
En tanto, en los próximos dos meses podrían conocerse los resultados de los exámenes epidemiológicos a las 140 personas identificadas con altos niveles de arsénico.
Las montañas de Andacollo (provincia de Elqui, en la IV Región de Coquimbo), han sido reconocidas tradicionalmente como zonas de fe, de peregrinaje, las que desde hace mas de cuatro siglos se relacionan con la figura de la imágen de la virgen María instalada en este lugar, donde se realiza una de las procesiones de veneración más importantes de Chile, con cientos de miles feligreses que años tras año acuden a este lugar.
Sin embargo este territorio de devoción religiosa, desde el año 2009 está declarada como zona sobre saturada por la contaminación generada a causa la explotación de industrias mineras (Teck y Dayton), donde se han venido realizando una serie de urgentes medidas en planes de descontaminación, sin embargo, según se ha señalado, se han establecido bajo un marco normativo chileno ambigüo y permisivo que está lejos de cumplir con el estándar internacional en la calidad del aire de acuerdo a directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Recientemente en Andacollo se ha dado a conocer un estudio de estudiantes de Trabajo Social de la Universidad de Chile y de Biotecnología de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) relacionado con la calidad de vida e índices sociales en Andacollo como también sobre la polusión y sus consecuencias en los habitantes. Del mismo modo, se realizó un estudio sobre historias de El Toro, pequeña localidad que es parte de la comuna de Andacollo la que también da un testimonio de esperanza.
Para hablar de estos temas, a continuación las palabras de Luis Pouchucq, profesor de la UTEM y presidente de la organización CODECIAM, quien coordinó los estudios. También con Yimmi Zuleta, vecino y dirigente de El Toro y Paula Uriarte, nueva vecina en Andacollo.
Este viernes ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto minero BioLantánidos que pretende instalarse en la comuna de Penco, justo en los cerros detrás de la ciudad y desde donde fluyen los esteros hacia la zona poblada. La faena de extracción de minerales denominados “tierras raras” son ampliamente cotizadas por las potencias del primer mundo y que pese a propagar discurso innovador y propagandístico, podrían dejar graves consecuencias en nuestra zona al alimentar crecientes y vertiginosos nuevos rubros tecnológicos
Según indicó el EIA la faena minera tendría “una capacidad para procesar hasta 240 toneladas/hora de mineral, para producir de 1.700 toneladas anuales de Concentrado de Tierras Raras”
Este proyecto de extracción minera tendría 6 zonas de extracción. Estas zonas de extracción fueron denominadas como: “ZE Luna, ZE Renata, ZE Victoria Sur, ZE Victoria Norte, ZE Maite y ZE Alexandra, y 3 zonas de disposición (ZD), correspondientes a ZD Júpiter, ZD Urano y ZD Neptuno”
Además se dispondrían de 3 zonas de disposición de material estéril y maicillo granítico lavado, además una planta de procesamiento, y 2 zonas de acopio temporal para capas de suelo vegetal, entre otras faenas como habilitación de caminos y obras temporales de construcción.
Para el procesamiento de los minerales, el EIA indica que la empresa realizaría: “un proceso cerrado de desorción continua y contempla las siguientes etapas: extracción del mineral del yacimiento, transporte mina-planta, recepción de materia prima, mezclado y desorción, separación de sólidos finos, espesamiento y desaguado de fondos de sedimentadores de finos, precipitación, espesamiento y filtrado, extracción, filtrado, secado y calcinación de carbonatos de tierras raras, para lograr el producto final, Concentrado de Tierras Raras”. Junto a esto indicaron que considerarían “la recirculación de agua para la reutilización en el proceso tanto del agua como de los reactivos empleados, para lo cual se contará con una planta de acondicionamiento”
La empresa reitera que el agua que utilizará “será abastecida mediante captación de agua en los esteros Penco y El Cabrito – de los cuales se cuenta con los respectivos Derechos de utilización de agua-, la cual será enviada a la Planta de procesamiento mediante tubería para su almacenamiento en estanques”
Ahora la empresa también especificó que el proyecto modificaría parte del oleoducto San Fernando – Talcahuano “en una extensión de aproximadamente 1.300 metros, debido a que una de las zonas de extracción (ZE Maite) requiere del uso de la superficie en donde actualmente se emplaza parte de esta infraestructura”
El proyecto actual considera una mano de obra máxima de 90 personas durante su construcción de 140 durante su operación. Este estudio de impacto ambiental fue desarrollado por la empresa de ingeniería, tecnología y consultorías INERCO.
El proyecto es propiedad del grupo financiero Larraín Vial a través de la empresa Minería Activa. Su representante legal Arturo Albornoz Wegertseder en representación de la empresa Rare Earth Extraction UNO o (REE UNO por sus siglas en inglés).
Este proyecto recibió financiación por el Programa Fénix, unos fondos que buscaban potenciar la exploración minera y que fueron creados en 2011 por CORFO. El fondo de inversión Lantánidos (Inversiones Mineras S.A.) benefició a la empresa REE Uno Spa, con un monto de inversión de 4.828.401 dólares.
Inicialmente la empresa había presentado un proyecto que fue desistido por la propia minera en mayo de 2016. En enero de ese mismo año, el primer proyecto de planta de extracción de Tierras Raras – El Cabrito también fue desistido en febrero.
En julio de 2016 la empresa presentó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que fue rechazada en agosto del mismo año por el Servicio de Evaluación Ambiental
El proyecto inicial consideraba que el material agotado en el proceso industrial pretende ser depositado en las propias quebradas de la zona, sin realizar ningún tipo de impermeabilización, con lo cual las lluvias podrían llevar este material hacia la ciudad de Penco o las zonas habitadas en el borde periurbano
En el presente EIA, la empresa asegura que “las zonas de disposición se ubican en pequeñas cuencas de quebradas para ser rellenas en lo posible hasta su parte alta, de tal modo que no se interfiera con cursos de aguas provenientes de una cuenca superior” y reafirma que “No se requiere de un sello impermeable en la superficie de la cuenca ya que los suelos o maicillos del relleno no tienen ni tendrán ninguna lixiviación, además de la impermeabilidad del suelo natural”
Cabe recordar que la escasa fiscalización y el frecuentemente raquítico cumplimiento de los permisos otorgados por la institucionalidad ambiental a las empresas extractivas podría poner en alto riesgo a la población local. Por lo tanto sería una apuesta demasiado peligrosa confiar en el nuevo discurso de la “sostenibilidad” empresarial que por definición esta hecha para impulsarse a si misma económicamente, con el menor costo posible y en detrimiento de la población que podría sufrir los impactos socioambientales y la ilusión de puestos de trabajo de dudosa calidad y escasa continuidad en el tiempo.
Autor: David Ortiz, Revista Tierra Culta/ El Arrebato Conflicto Relacionado: Pascua Lama-Barrick Gold
Activista y actual vocera del movimiento socioambiental que tiene en las cuerdas a Pascua Lama, Constanza San Juan conversó con Tierra Culta sobre los últimos acontecimientos de este polémico proyecto que podría ser cerrado y clausurado definitivamente por el Tribunal Ambiental de Antofagasta. ¿Cómo lo espera la comunidad y de qué manera afectó a los lazos de los habitantes de Alto del Carmen? Esto y más, lo conocemos en la siguiente entrevista a la integrante de la Asamblea por el Agua del Huasco Alto.
¿Cuál es el ambiente que hay después de los últimos alegatos de Pascua Lama para evitar su cierre definitivo?
El ambiente es de expectativa, sin embargo hay que decirlo, que estamos con emociones encontradas. Por un lado con temor, porque sabemos que Barrick está haciendo todo lo posible por dar vuelta este fallo, pero al mismo tiempo estamos muy contentos de que por primera vez la Superintendencia de Medio Ambiente está realizando su trabajo que es justamente defender a las comunidades y el medio ambiente. En los alegatos de reclamación, cuando Barrick presentó sus descargos, la defensa de la Superinendencia fue tan buena y su argumento es tan fuerte, que no entenderíamos cómo es que se pudiera dar vuelta el fallo sino lo es por una presión política.
Hay mucha gente que dice que hay que tener ojo con el Tribunal de Antofagasta, porque sus fallos no son muy beneficiosos para la comunidad, siempre tendiendo a la negociación y a la compensación. Eso nos da un poco de miedo. Pero se ha demostrado que aquí hay una empresa que ha estado afectando al medio ambiente, perjudicando la salud y destruyendo lazos sociales de la comunidad por ya más de 18 años, y quizás más si nos vamos a las prospecciones y los sondajes.
Una vez que se instala Pascua Lama empezaron muchos conflictos entre los propios habitantes, los propios vecinos; con unos a favor y otros en contra. ¿Se pueden sanar esas rupturas una vez que se vaya Pascua Lama?
Yo creo que la herida que deja Barrick es muy grande, sobre todo en las comunidades indígenas diaguitas, también dentro de las propias familias y bueno, en general con las comunidades locales, que tenían una potencia increíble de capacidad de autogestión, con lazos muy fuertes que les permitían sustentarse por sí solas antes de que les entrara la idea de trabajar para las mineras. Entonces, la situación es que por un lado tenemos los efectos graves en cuanto a que se terminó esa tradición de un territorio auto sustentado y la dignidad, a la vez que se rompen muchos vínculos.
Pascua Lama enfrenta hoy un proceso de sanción que consiste en el cierre y clausura de su proyecto. La empresa apeló y hoy la justicia se encuentra deliberando sobre si acepta o no sus alegatos.
Pero no todo es tan malo. Hoy podemos decir que por el lado de las juntas de vecinos en Alto del Carmen se dan experiencias muy interesantes en positivo que dan una luz de esperanza de que se sane el tejido social. ¿En qué sentido? De que el mismo proceso de estar ante una empresa como Barrick y este proyecto contaminante ha permitido pensar el territorio y darse cuenta de que wow! tiene muchas cosas que defender y de las que sentirse con orgullo. Eso ha llevado a la misma gente a tener proyectos propios, sobre todo en rescate patrimonial y salvaguardar actividades tradicionales y sociales antiguas, como las vendimias o las fiestas del verano. Hoy surgen también festivales y veladas comunitarias. Eso justamente va en el sentido de recuperar y defender lo que estábamos perdiendo como tradiciones.
Sin embargo, por el lado de las relaciones entre las comunidades indígenas está muy difícil que se una la gente, porque todo este proceso abrió la llave para que una sección diaguita se abriera a negociar no solo con esta empresa, sino con los proyectos nuevos, como por ejemplo la empresa Nueva Unión, así que hoy tenemos esa tensión a no ser que esos indígenas vuelvan a entender que lo verdaderamente diaguita es cuidar y proteger nuestra tierra, no andar buscando dineros, ni negociaciones.
¿Qué pasa con el miedo a la falta de trabajo que mencionan los grupos que favorables a estos proyectos mineros? El Valle del Huasco sigue siendo de las zonas con más desempleo del país.
Bueno, esa es una de las grandes piedras en el zapato que tenemos como movimiento, como asamblea, como personas que estamos en contra de estos proyectos, porque mucha gente se nos tira encima y nos dice “ya pero si no quieren minería, entonces ¿qué? ¿Qué proponen” y es como “¡Chuta! Estamos luchando contra una gigante, una de las transnacionales más poderosas del mundo que es Barrick Gold, con todos sus secuaces detrás, con redes negras y oscuras de poder, y con todo eso encima, hay que sumar que las personas que defienden la tierra somos perseguidas, llamadas ¡terroristas! y además tenemos que armar una solución a la minería”. Pero hemos entendido que tenemos que proponer, y lo que estamos haciendo es asumir nuestra diversidad y emprender cosas nuevas, y esas son primero rescatar las tradiciones; nuestro patrimonio, dándole valor agregado a la agricultura, rescatándola, darle valor al trabajo de los crianceros, del que viven tantas personas. A los productos típicos, ¡En el valle del Huasco tenemos dos denominaciones de origen! El pisco y el pajarete, que es uno de los primeros vinos que se hizo en Sudamérica. Allí hay una serie de productores que están ganando medallas internacionales que salen al exterior.
Tenemos mucha riqueza para decir que esto sí da para vivir y es lo que se viene ahora, ¡y por mucho tiempo! Va a dar para subsistir por mucho tiempo más porque se conserva a largo plazo, no así una empresa extractivista que nos va a dejar el hoyo, se van a ir y nos va va a contaminar. El turismo se abre como una alternativa, pero obviamente el turismo sostenible. Estamos todos de acuerdo con que no queremos ser un “Valle del Elqui II”, o tener un turismo masivo e invasivo, queremos un turismo respetuoso de visitantes que vengan a valorar el territorio, a quererlo y colaborar en su resguardo. También se está trabajando con cooperativas, una forma de organización para emprendimientos que está surgiendo con fuerza en el Valle del Huasco y a la que le que estamos prestando atención. Es otra lógica de producción más solidaria, con respeto a la comunidad y al medio ambiente.
¿Qué pasa con el proyecto minero Nueva Unión? ¿Qué visión tienes considerando que ese proyecto ha hecho un trabajo mucho más fino de acercamiento a la comunidad? Algo muy diferente de Barrick que tomó la política que suele seguir en África o en los demás países latinoamericanos, imponiéndose, sin hablar con nadie.
Con Nueva Unión pasa que ellos mismos han declarado que “no van a cometer los mismos errores que Barrick”. Es decir que Barrick ha colaborado para ser el peor referente en todos los sentidos. Eso pasó porque la empresa canadiense subestimó a las comunidades y a la Región de Atacama entera, porque pensaban que no íbamos a cachar ni una, que éramos ignorantes, pero les demostramos que no era así. Allí hay un contrapunto con Nueva Unión que ha hecho un trabajo de relojería podríamos decir. Son más calladitos, pero han estado juntándose con gente, tienen productoras y hacen eventos, dan cosas; pero lo importante acá es que aunque hagan todo eso, hoy en día que tenemos más fuerza, porque debemos estar monitoreando múltiples proyectos, para decirles no a la que llamamos “la nueva devastación”. Es uno de los proyectos más grandes de Sudamérica. Sabemos que no lo vamos a permitir y pese a todo el trabajo que ellos han hecho, a todos sus supuestos aliados que tienen sabemos que sólo son unos pocos y la comunidad está la mayoría en su contra.
¿Hay algún cambio entre la administraciones de Bachelet y Piñera en el tratamiento a los conflictos socioambientales en el Valle del Huasco?
A grandes rasgos los gobiernos de izquierda, de esa izquierda entre comillas, y de derecha han sido lo mismo. En cada uno de sus periodos o nos han perjudicado o se judicializan las cosas, pero apoyan los proyectos a cómo dé lugar. La diferencia que vemos hoy como territorio en lo local, es la presión de Baldo Prokurica, que no pasa desapercibido, por algo lo eligieron, Nueva Unión es uno de los proyectos más importantes para el Ministerio de Minería.
¿Qué esperanza tienen las comunidades para poder cambiar estos proyectos?
Bueno ahí desde la misma experiencia de Pascua Lama se saca esperanza. Hace dieciocho años fueron agricultores, crianceros y gente que nunca fue a la universidad los que se plantaron a denunciar que iban a destruir los glaciares. No se necesitaban científicos, sino que era sentido común y conocimiento ancestral sobre la tierra. Fueron ellos quienes ven 18 años después en los papeles de los juicios, que tenían razón.
Pensamos que vamos a tener razón ahora con Nueva Unión, Pachuy, Aguas Claras, El Encierro. Hay cambios de dirigentes, de vecinos, pero seguimos siendo una gran familia que no solo está en la parte alta, sino en todo el valle con las cuatro comunas de la provincia en el Movimiento Socioambiental del Valle del Huasco.
Y ya hay mucha gente que antes no nos quería y que ha cambiado de parecer; hay voluntad de hacer turismo sostenible, agricultura y sí, tenemos una gran masa de gente que sigue empecinada en buscar tener mucho empleo a costa de estos proyectos mineros. Pero sabemos que tenemos la razón y se puede dar vuelta esa situación.
Para terminar: ¿Qué consideras que es lo más lindo del Huasco y le recomendarías a la gente a conocer.
Yo creo que todo el valle, pero me cuesta ¡Me cuesta decir una sola cosa! Me la voy a jugar por hablar de la cordillera, de las formas geológicas que tienen las montañas; sus glaciares, los ríos que son maravillosos; ríos prístinos donde todavía puedes tomar agua directa del cauce desde algunos de ellos. Es el agua más rica del mundo y me encantan los atardeceres con los colores que cambian de los cerros, eso parte de la belleza del Huasco Alto.
Una intensa gira por la región de Aysén realizó el toxicólogo ambiental de la Universidad de Chile y presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, Dr. Andrei Tchernitchin. El especialista fue invitado por varias organizaciones regionales con el fin de informar sobre los impactos de la actividad minera en la salud de las personas y los ecosistemas, y para dar cuenta de los resultados de la intoxicación por plomo, arsénico y mercurio en pobladores de Alto Mañihuales producto de la operación de minera El Toqui, hoy de Laguna Gold.
Andrei Tchernitchin, del Colegio Médico de Chile
El viernes 23 en Coyhaique (invitado por Codesa, Codeff Aysén y la Corporación Justicia y Paz), el sábado 24 en Puerto Ingeniero Ibáñez (Agrupación “Puro Ibáñez”) y el lunes 26 en Chile Chico (Antukulef), el médico entregó información sobre los efectos fisiológicos, neurológicos y psicosociales de la exposición constante de los trabajadores y población a altos niveles de metales pesados y gases tóxicos, muchos de ellos presentes en las actividades mineras.
Esto, producto de la ofensiva que las australianas Equus Mining y Laguna Gold, y las canadienses Mandalay Resources (controladora de Cerro Bayo) y Gold Corp (con concesiones de exploración), están llevando adelante en la región, particularmente en la cuenca del lago General Carrera.
El profesional apuntó a un tema que ha sido omitido por algunos sectores, relacionado con el drenaje ácido que se genera ya en el proceso de prospección y extracción, antes incluso que en el de procesamiento y disposición de relaves.
“Cualquier ruptura de roca, con sulfuros por tener muchos minerales, forma ácido -por oxidación en contacto con el agua- y ese ácido drena y disuelve los elementos que se encuentran en la roca y en las arenas” explicó, detallando que tanto el ácido sulfúrico resultante como los metales pesados no disueltos y expuestos en alta concentración, tienen la capacidad de contaminar napas y cursos superficiales de agua, que luego son ingeridas por las personas y los animales.
Tal información, junto con los efectos de estos contaminantes en la salud de las personas, fue la que puso a disposición en los talleres, antecedentes no informados por las empresas ni los organismos del Estado. Por ello, indicó Tchernitchin que “me parece preocupante que se traten de instalar las empresas mineras, que van a producir graves problemas. Pero me parece muy bueno, o reconfortante, que la población esté consciente de eso, por tanto mi función es darles los argumentos para que puedan resistir a la tentación de lo que les ofrezcan”.
Más aún, agregó, cuando una de ellas, Laguna Gold, pretende instalarse en las cercanías de Puerto Ingeniero Ibáñez y ya demostró que en su operación, en lo que corresponde a los relaves, ha generado un grave daño ambiental y para la salud de las personas.
Para Marlina Orellana, presidenta de la agrupación “Puro Ibáñez”, la visita de Tchernitchin “nos sacó de bastantes dudas, fue muy bueno, muy gráfico. Tuvimos claridad con respecto a lo que él nos quiso informar, la contaminación con todo lo que significa la minería, tanto para las personas, el medio ambiente como para los animales”.
La dirigenta se refirió, también, a la omisión por parte del Estado de su responsabilidad de informar a la población. “Tenemos que ser nosotros, quienes nos conformamos como pueblos, como ciudades, las que tenemos que investigar y traer a personas que nos digan o informen sobre lo que otras instituciones nos podrían explicar” puntualizó.
Por su parte, la vecina de Puerto Ingeniero Ibáñez, Rayén Cayún indicó que “eso es lo que nosotros no queremos hoy día. No queremos que haya más mineras, las que ya están que se queden donde están, pero que no abarquen más territorio”.
Un tema al que dio relevancia especial el especialista fue a los efectos que los metales pesados tienen en las personas durante su proceso de gestación, conocido como imprinting, y que derivan en patologías que se desarrollan muchos años después.
También, cómo junto a diversos tipos de cáncer, la exposición a contaminantes provenientes de faenas extractivas y procesamiento de mineral, inciden en patologías de tipo neurológicas, genéticas o de motricidad.
Organizaciones ambientales chilenas y latinoamericanas y académicos locales lanzarán este lunes 3 de diciembre el libro “Extractivismos y Corrupción: Anatomía de una íntima relación”, del destacado investigador, Eduardo Gudynas, quien es una de las voces mundiales al momento de analizar los conflictos socio ambientales y los impactos de los llamados extractivismos en las democracias, la economía y los mercados de América Latina.
Este libro no es una guía anti-corrupción, pero su énfasis es exponer la relación entre los megaproyectos extractivistas que se están desarrollando o se han ejecutado en los últimos años, y las crecientes y alarmantes prácticas de descomposición de la ética democrática, política y de respeto a los derechos ciudadanos y de la naturaleza. Todo lo cual genera la resistencia de las comunidades locales, el rechazo de la ciudadanía expresado en la protesta social en las calles, y el cuestionamiento al equilibrio de los mercados.
El libro “Extractivismos y Corrupción”, será presentado por su autor, Eduardo Gudynas, y será comentado por el periodista y director de la Radio Universidad de Chile, Patricio López, por la Investigadora y académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Mayarí Castillo, y el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas.
La cita a la cual invita el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), en conjunto con la Editorial Quimantú y el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL), tendrá lugar el lunes 3 de diciembre a las 18:30 en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna (Av. Vicuña Mackenna #94, Providencia).
Corrupción y extractivismos en Chile
Los llamados extractivismos están presentes en todo el continente y Chile no escapa a ello, especialmente en lo que respecta a minería. No son pocos los que incluso entienden que la propia conformación del Chile contemporáneo dependió de ese y otros usos similares de la Naturaleza, como los aprovechamientos de la industria forestal o el último gran despojo al patrimonio del país y de las comunidades como fue la Ley de Pesca, donde parlamentarios han estado en la cárcel y más de una veintena están siendo investigados por recibir dinero de empresa pesqueras.
Minería, forestal y pesca, y otros sectores, como el energético, agro-alimentario o inmobiliario, comparten cualidades como estar ancladas en localidades específicas, pero a la vez su mercado está orientado a Asia, Europa, Estados Unidos o Brasil.
A pesar que la apropiación de los recursos naturales no es nueva, las bondades del extractivismo ahora son imposibles de sostener, especialmente frente a una clase política cuestionada y a la evidencia de una creciente corrupción que ha alcanzado dimensiones continentales.
Pascua Lama de Barrick Gold, la Ley de Pesca de familias pesqueras y políticas, el puente en Chiloé, donde está OAS y empresas asiáticas, son algunos de los ejemplos entre extractivismo y corrupción.
Estos temas, han generado la preocupación académica y ciudadana acerca de la corrupción y se han comenzado a develar secretos que se guardaban en oficinas estatales, instituciones financieras y sesiones parlamentarias, entre otros sectores.
Muchos de esos casos han sido denunciados durante años por organizaciones ciudadanas, sindicatos y otros activistas, pero sus voces fueron desoídas o incluso anuladas por el poder político y empresarial. Hoy queda en claro que no exageraban.
El concepto medio ambiente definido legalmente desde 1994, corresponde a una definición de carácter amplia, comprensiva no sólo de sus componentes más generales como son, el suelo, el agua y el aire, sino que también el patrimonio cultural. En consecuencia, la evaluación ambiental de proyectos iniciada a contar de abril de 1997 a través del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental incrementó el hallazgo monumentos nacionales, entre los que se encuentran los restos arqueológicos y su correspondiente protección.
Entre las actividades sensibles en estos temas encontramos, los proyectos mineros, de infraestructura vial, en incluso la construcción de puertos, obligando al rescate vestigios de pueblos ancestrales. Sin embargo, por primera vez se originaría un conflicto en entre la explotación propia de la industria minera y la conservación del patrimonio cultural para el caso de que una sustancia concesible es a la vez sustancia fósil, por tanto de carácter paleontológico, de valor cultural y por tanto afecto a conservación. En este sentido, durante la década de los años 80, se otorgaron concesiones mineral sobre mantos de fosforita, sustancia minera que procesada es de mucha utilidad como fertilizante agrícola, proyecto ejecutado por una empresa de la III Región. Este proyecto había sido evaluado y aprobado por la Autoridad Ambiental de la época (Corema III Región).
Sin embargo, a mediados del año 2001, un informe paleontológico difundido en un Congreso Mundial de Paleontología realizado en la República Argentina, consideró a la Zona de los Dedos, localizada en la cercanía costera de Caldera, como un sitio único por su riqueza a nivel mundial. Consecuentemente, el descubrimiento de restos fósiles puso en conflicto intereses de producción y conservación.
Esto motivó una demanda por Daño ambiental del Consejo de Defensa del Estado, como garante de la protección ambiental y en juicio breve llego a una Transacción o acuerdo que hizo posible la conservación de restos fósiles – con más de 10.000 años de antigüedad-y la explotación resguardadas de otras áreas menos rica en restos paleontológicos compuestos, entre otros por dientes de megalodondes o Tiburones Gigantes que existieron petrificados en esta zona hace miles de años, entre otros.
Lo anterior da sentido a la gestión sustentable de actividades que perecerían contrapuestas
Una serie de fotografías enviadas vía Facebook a la página de la Red Regional No + Mineras, difundidas el lunes 12 de noviembre, fueron la hebra que dio inicio a un procedimiento policial en manos ya del fiscal de Chile Chico, Alvaro Sanhueza. Se trata de la destrucción de fósiles marinos datados entre 19 y 20 millones de años, en el sector Pampa Castillo de la Meseta Cosmelli, en la comuna de Chile Chico, que se habrían producido en el proceso de construcción y/o mantención del camino que da acceso a la ex mina El Furioso de Cerro Bayo, controlada hoy por la canadiense Mandalay Resources.
Las pesquisas están en manos de la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales (Bidema) de la PDI, efectivos de cuya sección intentaron llegar durante la semana pasada al sector sin poder acceder al lugar exacto.
Según relató en su ocasión la montañista que hizo el registro fotográfico, quien solicitó reserva de su identidad, el registro se obtuvo a principios de noviembre. “Con la intención de hacer un fin de semana diferente, quise salir y elegí esta montaña sin saber que era la mina El Furioso. El día 30 llegué al camino y dormí esa noche a orillas de éste” indicó. Al día siguiente procedió al último tramo para llegar a la cumbre, encontrando en el camino de acceso “gran cantidad de fósiles en él, muchos de ellos totalmente dañados, sin dejar de nombrar la cantidad de bosque nativo que dejaron a su paso destruido” puntualizó.
Al hacerse públicos los antecedentes la PDI contactó a integrantes de la Red Regional No + Mineras con el fin de recabar más antecedentes (fotografías, contexto y ubicación exacta), los cuales les fueron entregados para que se establezcan los hechos y eventuales sanciones.
Según diversas fuentes, ese camino habría sido construido en el contexto de la operación de la mina El Furioso a mediados de la década pasada, aunque primero fue una huella de desplazamiento animal.
Consultado el paleontólogo especialista de la Universidad Austral de Chile en Valdivia, profesor Enrique Bostelmann, quien además dispone de los permisos formales de excavación paleontológica en el área, señaló que “efectivamente, en ese tramo la ruta atraviesa por niveles fosilíferos de las formaciones geológicas Guadal, San José y Ligorio Márquez. Puntualmente, el área donde se encontraron los fósiles destruidos corresponde a afloramientos de la Formación Guadal, con una edad de entre 20 y 19 millones de años y que representan el fondo arenoso de un mar poco profundo durante un evento transgresivo del Océano Atlántico, tradicionalmente denominado ‘Mar Patagoniano’”.
Hoy se busca dilucidar “si la destrucción de dichos fósiles se produjo durante la construcción original del camino o si es producto de intervenciones nuevas para continuar operaciones, toda vez que su materialización no tuvo originalmente otro objetivo que dar soporte a operaciones mineras, dando empleo a unas personas durante dos veranos” señaló al respecto, Peter Hartmann, presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida.
El dirigente ha alertado en varias ocasiones “el riesgo hacia yacimientos paleontológicos y arqueológicos por operaciones mineras, tanto en ese lugar como en los sectores donde prospecta Equus Mining (“Los Domos”) y Laguna Gold (Katterfeld en el área de Ñirehuao-Baño Nuevo), advertencias que suelen caer en el vacío”, recordando que los vestigios arqueológicos y paleontológicos, por el solo ministerio de la ley, son monumentos nacionales.