Dos semanas antes, si preguntaban sobre la implementación de la Mesa 18, la respuesta probablemente era hasta negativa entre la movida cochabambina y contactos nacionales: no fondos, temor a la criminalización, divisiones internas, es decir, condiciones totalmente adversas; pero había entusiasmo por lograrlo.
De esa manera, colectivos, organizaciones sociales, activistas, académicos, varios curtidos en la organización de la Mesa 18 el 2010, nos juntamos y rápidamente contactamos los participantes, se elaboró la convocatoria, programa, y a negociar un local en Tiquipaya.