Chile

Tras siete años del TLC con China el intercambio comercial ha aumentado en 22% promedio

La irrupción de nuevos productos ha ayudado a diversificar la canasta exportadora. Fruta fresca y vinos han colaborado en ese proceso.

El intercambio comercial con el principal socio comercial de Chile avanza a un ritmo sostenido. Y es que el comercio bilateral con China, a siete años de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC), refleja un incremento de 22% anual desde 2005. Según un informe elaborado por el Departamento de Estudios de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), el intercambio durante 2012 registró un aumento de 4% respecto de 2011 totalizando US$ 32.651 millones. Esta situación se refleja en el saldo positivo que evidencia la balanza comercial la que en 2012 alcanzó los US$ 4.687 millones.

En ese escenario y a pesar de la disminución de 2,2% en los envíos chilenos durante el año pasado, las exportaciones hacia China han crecido a un ritmo de 20,7% promedio anual, “crecimiento equivalente a la tasa de expansión del cobre en el mismo período”, según consigna el informe de la Direcon.

 

De hecho, entre los principales productos exportados, se encuentran al menos cinco que explican prácticamente el total de los envíos de cobre a ese país, representando el 80,2% del total exportado en 2012, por un total de US$ 14.627 millones.

Los demás productos exportados a China, y que son agrupados en exportaciones no mineras, tienen un peso relativo “bastante inferior en relación al cobre, pero con una tasa de crecimiento promedio anual de 19,5% desde 2005”, hecho destacable si se considera que en 2012, y a diferencia de la reducción en las exportaciones totales -influenciadas por la baja de 3,8% en los envíos de cobre-, éstas aumentaron 12%.

Crecimiento de la fruta


Entre los principales productos no mineros, detalla la Direcon, se encuentran los envíos de fruta, las que registraron una tasa de crecimiento promedio anual entre 2005 y 2012 de 83,3%, equivalente a “un aumento de su participación relativa en las exportaciones no mineras en casi veinte veces”, consigna el informe.

“El fuerte aumento observado al comparar el año 2012 con el año previo a la entrada en vigencia del TLC, se explica principalmente por el desempeño alcanzado por las uvas, ciruelas y cerezas”. Las dos últimas, explica “se encuentran plenamente liberalizadas, en tanto que las uvas están sujetas a un arancel preferencial de 3,9% en el último año, en contraste con la tasa base de 13%”.

Otro punto importante a destacar es la diversificación que ha evidenciado la canasta exportadora una vez firmado el TLC. Si se compara el año previo a la entrada en vigencia con los últimos tres años, se observan más de 600 mercancías nuevas, de hecho, sólo en el último año de las 506 mercancías enviadas a China, 333 fueron nuevos productos, “es decir un 66% de los items arancelarios enviados a China en 2012 no eran exportados en 2005”.

Respecto de las importaciones, estas se han incrementado un 23,9% anual desde 2005, donde destacan los teléfonos móviles y computadores portátiles. De hecho, durante 2012 los ingresos totalizaron US$ 14.432 millones exhibiendo un incremento de 13,7%.

El informe de la Direcon concluye que a pesar que los productos que mayor presencia tienen en la canasta exportadora de China corresponden a cobre “se puede concluir que los resultados muestran oportunidades potenciales para las mercancías no mineras, las que ya han comenzado a exhibir un atractivo rendimiento (…) el TLC ha permitido la introducción de nuevos productos de los cuales se espera que se mantengan en el tiempo para consolidar la colocación de este tipo de productos en este mercado”.

Para el director de ProChile, Carlos Honorato, “China no es sólo el país más grande del mundo, sino es que con quien tenemos mayor potencial de crecimiento en materia de productos exportables y consumidores con potencial adquisitivo. En cuanto a exportaciones no cobre, los grandes crecimientos han venido de la mano de cuatro grandes grupos: fruta fresca, carnes, productos del mar y vinos. Esto se puede explicar porque sus habitantes tienen más ingresos disponibles y sus preferencias por alimentos han cambiado, incorporando estos productos a su dieta diaria”.