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Colombia

Informe VII: Bien hecho, Señor Ministro, por las buenas nuevas

01 de Junio 2011
Por Martha Fandiño–Lozano & Willem van Wyngaarden
Pero tempranas han sido las alertas y nunca se hizo lo que tocaba para conservar la biodiversidad

El Ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado Noriega, nos sorprendió positivamente cuando anunció el día de ayer que daría fin a “la piñata de títulos mineros” suspendiendo el trámite de 19.000 solicitudes.  Impregnó los medios de comunicación con su indignación frente a los resultados de un estudio realizado por el Ministerio e INGEOMINAS en el que se evidenció la superposición de títulos mineros con parques nacionales y páramos; entre otros hechos preocupantes.  Propuso acelerar la creación de la Agencia Nacional Minera para atacar estos problemas, así como generar un catastro de esta actividad que ofrezca alertas tempranas.

Resultados que apuntaron en la misma dirección se entregaron al Gobierno Nacional hace 5 años y no se hizo nada.  En 2005, una vez publicadas las Prioridades de Conservación Biológica para Colombia, el Grupo de Investigación ARCO firmó el convenio No. 022 con la Unidad Administrativa de Parques Nacionales con el objeto de “establecer la vulnerabilidad de las áreas protegidas que conforman el sistema de parques nacionales naturales, así como su proyección de ampliación en relación con las dinámicas sectoriales a escala nacional a efectos de cumplir coordinada y eficientemente las tareas y responsabilidades asignadas a la Unidad de Parques”.

Se trataba de analizar la irremplazabilidad de los parques nacionales y de las áreas previamente identificadas como prioridades de conservación, y su vulnerabilidad frente a la expansión de la infraestructura, los distritos de riego, la exploración y explotación de hidrocarburos, y la minería.   Todo con el propósito de identificar las prioridades de acción; es decir, las zonas que, siendo prioridades de conservación (http://www.grupoarco.info/files/GrupoARCO-Inform2-esp.pdf), debían declararse lo antes posible como nuevos parques nacionales para evitar su destrucción inminente.

El producto proveía entonces lo que hoy se denominaría una alerta temprana que, además de identificar el problema, proporcionaba la solución.  En esa época continuaban excluidos del Sistema de Parques Nacionales 156 tipos de ecosistemas; hoy 136, de los cuales sólo 2 son páramos (entre otras cosas, ya es hora de ir superando el error de concentrar la atención en estos ecosistemas que deja gran parte de la variación natural de Colombia condenada a la destrucción http://www.grupoarco.info/files/fandino-ecofondo-2011.pdf).

Los resultados que obtuvimos fueron sorprendentes. Encontramos que 63% de los grupos de ecosistemas (tipos corológicos), identificados como prioridades de conservación biológica, serían afectados, en alguna medida, el corto plazo por la minería y 81% en un plazo mayor. En relación con hidrocarburos, 27% en el corto plazo y 40% luego.

La siguiente figura muestra la vulnerabilidad de las prioridades de conservación y, rodeados por una línea, los parques declarados a esa fecha.

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No sólo esta predicción, basada en modelos cuantitativos, era desconcertante.  Para entonces ya había seis concesiones mineras dentro de los Parques Naciones y 69 solicitudes en curso, y se detectaron 21 casos de traslape entre parques nacionales, y proyectos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y de Ecopetrol.

Obviamente, no se vislumbraban aún las locomotoras. Los datos han cambiado. Han empeorado. En ese entonces, había 8.000 solicitudes mineras; hoy, 19.000. Y en cuanto a petróleo, los traslapes con parques nacionales se elevaron a 40, sin contar los que tienen lugar en parques naturales regionales. Situación que demuestra cómo la creación de una Agencia no garantiza el orden en el uso del territorio, como lo espera el Ministro de Minas.

El impacto previsto de los restantes sectores analizados fue igualmente preocupante.

 

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Todo se incluyó en el informe entregado a la Unidad de Parques en junio de 2006.  Las prioridades de acción eran contundentes.

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Luego ocurrió algo tan sorprendente como la reciente declaración del Ministro de Minas.  O incluso, más.  Los directivos del Ministerio del Medio Ambiente escucharon la presentación de nuestro informe en la sala de juntas del entonces Viceministro, Oscar Darío Amaya; hoy procurador delegado para el medio ambiente.  Al final de la reunión el Viceministro le dio la indicación a la directora de Parques, Julia Miranda Londoño, de proceder de inmediato con las declaratorias de las nuevas áreas protegidas.  Él dejó su cargo unas pocas semanas después.  La doctora Miranda aún ocupa el suyo.  

Pero, hasta la fecha, no se declaró ni una sola área de las que se propusieron como prioridades de conservación, ni siquiera las más vulnerables a la luz de las prioridades de acción. Cinco años perdidos para consolidar un sistema completo de áreas protegidas en nuestro bello país.  Una alerta bastante temprana que se echó a la caneca.  Ahora, con tanto caos, es más difícil lograrlo.

Ojalá la firmeza del Gobierno Santos permita adoptar las decisiones embolatadas ya por muchos años y se consolide un buen sistema de áreas de conservación biológica en el marco de un ordenamiento territorial coherente.

Fuente de datos y mapas:
Wyngaarden, W.van & M. Fandiño–Lozano. 2006. Prioridades de acción: vulnerabilidad e irremplazabilidad de los parques nacionales naturales y de las áreas focalizadas. Informe final del Convenio 022 de 2005 celebrado entre el Grupo ARCO y la UAESPNN. Grupo ARCO, Bogotá.

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