Una comunidad de apenas 1200 personas logró lo que muchos quisieran: sus habitantes organizados rechazaron un proyecto minero de la poderosa empresa china JDC Minerals. Tlamanca, literalmente una mina de oro, supo defender su territorio en paz, sin grandes conflictos, sin detenciones ni muertos. Corrió al monstruo.
En Tlamanca hay apenas más de 1200 personas. Para llegar hay que subir y luego bajar un puñado de montes agrestes, a más de media hora de la señal de teléfono más cercana. El camino es una curva tras otra, todo en silencio, si acaso pasa la combi que llega a Zautla, la cabecera municipal, a dos horas de la capital de Puebla.
La diminuta comunidad, perdida entre cerros, es literalmente una mina de oro. Los que descubrieron eso fueron los empresarios chinos de JDC Minerals, quienes planeaban un proyecto de explotación minera a cielo abierto en el pueblo, pero no contaban con que la gente se estaba informando y rechazó la explotación al enterarse de los daños que podría causar.