Mucho se ha escrito sobre Goldex, una empresa comercializadora de oro, que lideraba en Colombia John Hernández. Lo que pocos saben es que ese nombre esconde la fachada de la que podría ser la más grande operación de lavado de activos y minería ilegal, con tentáculos en Colombia y en el extranjero.
La cifra es incierta, pero con la ayuda de agencias internacionales se ha podido cuantificar un movimiento de dinero que supera los $2.3 billones de pesos colombianos.
Es que el negocio de la minería legal es una multinacional del delito, con fachadas en Colombia plenamente identificadas en los departamentos de Córdoba, Chocó, Antioquia, Huila y Santander, especialmente en Bucaramanga, y la zona franca de Chile. Detrás de esta empresa criminal están vinculados personajes que tienen relación con el paramilitarismo, las Farc y las bandas criminales.