En Chiloé ya se han entregado 310 concesiones mineras, 209 de exploración y 101 de explotación, las cuales podrían generar gravísimos impactos a nivel ambiental, social y económico debido a la destrucción territorial. Es, por tanto, un escenario amenazante que avanza sobre un archipiélago ya sobreexplotado, como ha ocurrido a causa de la pérdida masiva de bosque nativo y la introducción de especies exóticas como pinos y eucaliptus; la devastación causada por la industria salmonera; o la explotación del Pompon, indispensable para los ecosistemas.
Ante estas realidades se han realizado importantes encuentros. Uno de ellos es el realizado los días, 2, 3 y 4 de Junio en Castro, con una altísima participación que logró generar las condiciones necesarias para darle continuidad a un trabajo colectivo entre organizaciones y comunidades locales, profundizando procesos de articulación territorial para enfrentar de manera consolidada el modelo extractivista -en general- y la amenaza minera industrial en particular como ocurre con la minería, reafirmando así el derecho soberano a delinear su presente y futuro insular, con experiencias y herramientas teóricas, prácticas y jurídicas.