Nueva Zelanda anunció este martes su intención de crear en el sur del Pacífico un gigantesco santuario marino, de más de 620.000 kilómetros cuadrados, donde estarán prohibidas la pesca y la explotación minera.
El santuario marino de las Kermadec comprenderá una zona de superficie casi equivalente a un país como Francia situada alrededor del archipiélago que lleva el nombre de un navegante precisamente francés del siglo XVIII, a unos mil kilómetros al noreste de Nueva Zelanda.
«Esta es una de las regiones con diversidad más rica del mundo en el plano geográfico y geológico», declaró en un comunicado el primer ministro neozelandés John Key, actualmente en Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU.