Internacional

Cobre San Rafael acusa a los colectivos que se oponen a la Mina de Touro de crear «una alarma infundada»

Censura que se lancen «argumentos sin base técnica» y defiende que el proyecto «es compatible con cualquier actividad económica»

Cobre San Rafael, la compañía promotora de la Mina de Touro – O Pino, ha acusado a los colectivos que se oponen al proyecto minero de generar «una alarma infundada» a través de «argumentos sin base técnica», al tiempo que defiende que la explotación cuenta con «garantías» de control y seguridad para la «no afección a las aguas y al medio natural».

A través de un comunicado emitido en la mañana de este domingo, al mismo tiempo que millares de personas recorren Santiago en una manifestación para reclamar a la Xunta que no autorice el proyecto, Cobre San Rafael incide en «su ofrecimiento de diálogo y transparencia» a los colectivos que se oponen a la mina y que, según la compañía, «han declinado reunirse con los expertos del proyecto».

Así, tras reconocer «las dificultades para trasladar un mensaje de confianza a una parte de la población que rechaza la minería en Galicia», la compañía defiende que la actividad minera es «hoy altamente cualificada y sostenible», así como «fundamental para un futuro basado en las energías renovables».

A renglón seguido, acusa a las plataformas sociales y partidos políticos que se oponen a la «reactivación» de la mina de emplear «argumentos técnicos o científicos incosistentes, cuando no falsos e injuriosos». «Cobre San Rafael quiere insistir en que las propuestas técnicas y las medidas de control y seguridad ambiental de su proyecto son garantía de no afección a las aguas y al medio natural», apunta.

En esta línea, asegura que «la constante monitorización y seguimiento» que llevarán a cabo «estamentos administrativos y organismos de control independientes» garantizarán «el correcto desempeño y el cumplimiento de todos los parámetros que marca ley».

«Como gallegos nos negamos a admitir que no seamos capaces de hacer la misma minería moderna que se lleva a cabo en países como Suecia o Finlandia. Creemos que la minería moderna y limpia tiene mucho que aportar a nuestra tierra, y somos parte de la solución a algunos de los problemas sociales y económicos que tiene el rural, como la despoblación y la falta de expectativas», indica la compañía en su comunicado.

DESMIENTE LAS ACUSACIONES

A continuación, Cobre San Rafael trata de responder a las acusaciones vertidas contra el proyecto por parte de los colectivos que se oponen a la Mina de Touro y defienden que la explotación es «del siglo XXI» y «compatible con cualquier actividad económica».

De este modo, afirma que es «falso» que se trate de «una megamina» sino de «un proyecto pequeño» pues, según sostiene, «la concesión tiene solo siete kilómetros cuadrados de los cuales cinco son ya mina histórica».

Asimismo, niega que afecte al Camino de Santiago –«la mina no se ve prácticamente desde ningún punto» de la Ruta Jacobea– o que «habrá circulación constante de maquinaria pesada y voladuras regulares que generarán ruido y grandes nubes de polvo en suspensión».

Defiende que «se realizará una voladura al día, dividida en pequeñas cargas» y que el polvo generado «se mitigará con riego de pistas, acopios y voladuras». Además, incide en que el sector agroganadero de la comarca de Touro no se verá afectado porque «se trata de reactivar la producción de cobre en una mina ya activa para la producción de áridos».

Cobre San Rafael también desmiente que se vayan a emplear «compuestos tóxicos y peligrosos» o que el proyecto pueda verter aguas contaminadas al Ulla, con consecuencias para la Ría de Arousa. «El proyecto minero prevé cero salidas de aguas de proceso al exterior. Se opera en circuito cerrado y no se va a afectar ningún curso de agua», argumenta.

Por último, censura que los colectivos acusen al proyecto de «hacer desaparecer traídas de agua en curso», de no garantizar la seguridad en el depósito de gestión de estériles o de que la mina vaya a «destrozar el paisaje y dejar el entorno arrasado» tras el fin de la explotación.

 Fuente:http://www.lavanguardia.com/local/galicia/20180610/444287087452/cobre-san-rafael-acusa-a-los-colectivos-que-se-oponen-a-la-mina-de-touro-de-crear-una-alarma-infundada.html
Internacional

La manifestación contra la minería desde dentro

(España) Unas 80.000 personas, según las plataformas convocantes, abarrotaron este domingo las calles de Compostela para decir no a la mina de Touro y O Pino. Bajo el lema ‘Mina no, no queremos una herencia envenenada’, la multitudinaria protesta arrancó pasado el mediodía desde la Alameda para culminar dos horas y media más tarde en la Praza do Obradoiro.

Xosé Bocixa es miembro de la banda de rock gallega Zënzar y autor del documental A ceo aberto, un filme sobre la revuelta agraria de 1977 contra las expropiaciones de terrenos llevadas a cabo por Fenosa en la parroquia de As Encrobas, en Cerceda. Este domingo ha recorrido la manifestación contra la minería, para contar por qué la gente se ha manifestado en la capital.

Fuente:https://www.galiciapress.es/texto-diario/mostrar/1107567/calles-compostela-escenario-nuevo-videoclip-mekanika-rolling-band

Internacional

Desestimada la demanda de la minera Quantum contra la Plataforma Sí a la Tierra Viva

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) ha desestimado la demanda de la empresa Quantum Minería contra el presidente de la Plataforma Sí a la Tierra Viva, Luis Manuel Ginés, por el supuesto daño producido en su nombre e imagen. Precisamente, el pasado martes este colectivo recibió uno de los galardones de los Premio de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha.

En la sentencia el juzgado absuelve al presidente de esta asociación de los daños de los que le acusaba la empresa promotora de los proyectos de minería de tierras raras en la comarca ciudadrealeña del Campo de Montiel, y que fueron rechazados tras una amplia ofensiva de la Plataforma, vinculada a esta comarca y contraria a este proyecto extractivo de elementos químicos. No se han impuesto costas a ninguna de las partes.

Quantum presentó la demanda en enero de 2017 después de que la plataforma solicitara un año antes la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) para dirimir  si se había incumplido la legalidad vigente en las calicatas que varias empresas mineras habían realizado dentro de la Red Natura 2000 sin tener licencia municipal de obras. De hecho, el colectivo ciudadano también denunció entonces que se estaban manipulando minerales de tierras raras en un corral dentro del casco urbano de Torrenueva, actividades que fueron clausuradas con posterioridad por el Ayuntamiento de la localidad ya que Quantum carecía de licencia, por lo que fue sancionada con 2.700 euros.

Tras la sentencia que exime a Sí a la Tierra Viva de ningún tipo de daños a la minera, la plataforma explica que entendió la presentación de esta demanda como un intento de hostigar a su presidente, eligiéndolo como «cabeza de turco», al dirigirla contra él a título personal y no en su calidad de representante del colectivo. Interpreta además que con esta sentencia se avala la postura de defensa expuesta por la abogada de la plataforma, María del Carmen Morallón Hidalgo, quien desde el inicio manifestó que la denuncia ante el Seprona se circunscribía en el ámbito de la acción penal pública que corresponde a cualquier ciudadano en defensa de un bien jurídico general como es el medio ambiente.

«Afianza la acción de cualquier ciudadano que tenga conocimiento de un presunto delito sobre bienes jurídicos públicos, para que pueda denunciar con la tranquilidad de obrar conforme a derecho», concluye.
Fuente:https://www.eldiario.es/clm/Desestimada-demanda-promotora-Tierra-Viva_0_779722136.html
Internacional

Cierran una planta industrial en India tras 20 años de lucha y 12 manifestantes muertos

El pasado 22 de mayo, después de cien días protestando contra una planta de fundición de cobre de la compañía Sterlite Copper en el distrito indio de Tuticorin, una manifestación de 20.000 personas fue atacada por la policía con el resultado de 12 muertos. Después de la matanza y tras 20 años de lucha, la planta ha sido cerrada.

Un vídeo muestra una zona llena de policías que miran a los manifestantes que tienen enfrente. Uno de los agentes, rifle en mano y apostado sobre un vehículo policial, dispara contra la multitud. De fondo se oye una voz que dice en tamil: “Al menos uno debe morir”.

Murieron doce.

El martes 22 de mayo los habitantes del distrito de Tuticorin, en el Estado indio de Tamil Nadu, salieron en masa a protestar contra la planta de fundición de cobre de la compañía Sterlite Copper. Las calles se llenaron con 20.000 personas que exigían su cierre porque denuncian que está contaminando la zona. En realidad llevaban protestando 99 días. El día 100, aquel martes, la policía abrió fuego.

“Dispararon a matar y mataron. Indudablemente es un asesinato, ya que algunas personas atacadas parecen haber sido elegidas de forma deliberada”, afirma a este diario Nityanand Jayaraman, un activista que durante años ha investigado en profundidad el caso de esta planta industrial. “Todos saben que el Gobierno del Estado y la administración del distrito son leales a Sterlite. Creo que el Estado quería dar una lección a la gente y eliminar a algunos activistas clave en el proceso”, opina el miembro de la organización Chennai Solidarity Group.

Los enfrentamientos comenzaron cuando la marcha llegó a las oficinas de la administración. Antes de apretar el gatillo, los uniformados habían recurrido al gas lacrimógeno y los lathis, las tradicionales porras que usan para dispersar multitudes. Aquella jornada se saldó con doce muertos y un centenar de heridos. En las protestas del día siguiente falleció otro manifestante. Los vídeos corrieron por las redes sociales, como también corrió la sensación de que los disparos no fueron una respuesta espontánea ante una agitación incontrolable. En palabras del político Rahul Gandhi, India vio “un ejemplo brutal de terrorismo de Estado”.

“El asesinato de manifestantes pacíficos fue planeado previamente, algo premeditado. Es completamente antiético y en contra de la gente”, dice el reconocido ambientalista G. Sundarrajan, que lidera el movimiento ecologista Poovulagin Nanbargal en Tamil Nadu. “Nos sorprende que gente que protesta pacíficamente contra la planta Sterlite, contra la contaminación del medio ambiente y para defender sus sustentos, haya recibido disparos sin ningún signo de vergüenza o sentimiento de culpa por parte de quienes lo ordenaron”.

El Gobierno tamil, que anunció la creación de una comisión para investigar las muertes, sostiene que fue la multitud la que empezó los disturbios prendiendo fuego a vehículos y arrojando piedras. “La policía tuvo que actuar para controlar la violencia bajo circunstancias inevitables”, señaló en un comunicado.

Pero esa justificación no le ha servido para frenar una creciente indignación que se ha convertido en asunto nacional y que le ha obligado a ordenar el cierre permanente de la planta en defensa del interés público. Días antes, un tribunal había paralizado la expansión del complejo industrial, un plan con el que Sterlite pretendía doblar su producción anual de 400.000 toneladas. Hoy los habitantes de Tuticorin celebran una victoria popular que ha tardado dos décadas en llegar.

veinte años de lucha

Porque este caso viene de lejos. Los últimos 100 días han sido la enésima explosión de rabia de una población que lleva veinte años luchando contra la compañía Vedanta Resources, un conglomerado con sede en Londres que es propietario de su filial india, Sterlite Copper.

Las enormes instalaciones de su planta de cobre, que opera desde 1997, cuentan con una fundición, una refinería, una planta de ácido fosfórico y otra de ácido sulfúrico. “Las plantas de fundición de cobre son contaminantes por naturaleza. Contaminan el ambiente, el agua subterránea y la tierra. El arsénico, el sulfuro y muchos otros componentes químicos que se usan en la planta son altamente tóxicos y peligrosos para la salud de la gente que vive alrededor”, explica el activista Sundarrajan. “Además esta planta está ubicada muy cerca del golfo de Mannar, una reserva marina que también está en peligro porque sus residuos van al mar”.

En todo este tiempo a los vecinos les ha perseguido el fantasma de Bhopal: la fuga de gas de la compañía Union Carbide que en 1984 provocó 25.000 muertos y 500.000 afectados, muchos de los cuales siguen pagando las secuelas de uno de los peores desastres industriales de la historia. De hecho, la población de Tamil Nadu tiene un destacado historial en sus luchas medioambientales, enfrentándose a centrales nucleares, a las minas ilegales de arena o a las plantas de embotellamiento de Coca-Cola y Pepsi.

Los daños ambientales que ha ocasionado Sterlite han sido confirmados en infinidad de ocasiones. En 2005 el Instituto Nacional de Investigación de Ingeniería Ambiental encontró altas concentraciones de cobre, plomo, cadmio, arsénico, cloruros y fluoruros en muestras de agua subterránea tomadas cerca de las instalaciones. Otros estudios posteriores concluyeron que el agua de los pozos próximos no servía ni para el cultivo ni para el uso doméstico porque “pone en peligro la salud humana y el medio ambiente”.

Los trabajos del investigador Nityanand Jayaraman se han centrado en documentar los impactos humanos y los excesos medioambientales de la polémica fundición, experta en violar las restricciones de emisiones. Jayaraman no ha dudado en señalar las facilidades que la compañía ha recibido por parte de las autoridades estatales y nacionales para obtener licencias ilegales. En 2013 el Tribunal Supremo llegó a admitir que la planta había contaminado al emitir gases nocivos y residuos peligrosos, pero en esa sentencia aprobaba que siguiese adelante con su producción porque el país necesitaba grandes cantidades de cobre. La multa por contaminación se fijó en casi 13 millones de euros.

El ambientalista Sundarrajan sostiene que las compañías multinacionales acuden a la India porque saben que tienen las manos libres. “Vedanta prefirió importar el cobre y la maquinaria desde Australia e instalar aquí su planta porque sabía que allí hay normas de contaminación, hay vigilancia. Aquí tienes permitido hacer todo; puedes contaminar el agua y la tierra, matar gente y crear problemas de salud en las comunidades cercanas, pero sobrevivirás porque eres Vedanta”, explica el ecologista.

Vedanta Resources fue fundada por Anil Agarwal, un multimillonario indio que preside su compañía minera y metalúrgica desde la capital británica. Sólo en India la firma obtuvo 1.800 millones en beneficios en el último año fiscal. Esta no es la primera vez que la empresa encuentra oposición autóctona; ya le ocurrió en los Estados indios de Maharashtra, Goa y Odisha, o en países como Zambia, donde tampoco coló la promesa de la creación de empleos.

En una reciente entrevista, el empresario afirmó que las protestas eran obra de “asociaciones antidesarrollistas” que desean “desestabilizar la industria india”. “Desde el primer día he dicho que esto sólo sucede en la India. Siempre hay personas que se aprovechan de nuestra democracia”, decía el millonario, que cree que es imprescindible “mantener los negocios alejados de la política”. Curiosamente, son conocidas las cuantiosas donaciones que realiza Vedanta a los principales partidos indios: más de millón de euros al histórico Partido del Congreso y al hoy gobernante BJP entre 2004 y 2010, y 2,8 millones al BJP en 2014, año de elecciones generales.
Ese tipo de conexiones dinamitan la esperanza de muchos ciudadanos a la hora de exigir una rendición de cuentas a la multinacional, más allá de su ya logrado cierre definitivo en Tuticorin. “Las grandes compañías disfrutan de una gran libertad en lo que se refiere a la acción reguladora. Los delincuentes ilustres nunca son castigados de la misma manera que los delincuentes más pequeños”, concluye el investigador Jayaraman.

Fuente:https://www.elsaltodiario.com/asia/protestas-contra-planta-industrial-acaban-matanza-india

Internacional

Sin estudio de impacto ambiental transfronterizo para la mina de uranio de Salamanca

Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) han conocido que fue la Junta de Castilla y León quien eludió estudiar el impacto que tendría la mina de Retortillo (Salamanca) sobre tierras portuguesas, sin realizar estudio radiológico alguno.

Según ha podido saber Ecologistas en Acción, el Gobierno ha reconocido en una respuesta parlamentaria que ha sido la Junta de Castilla y León (JCL) quien omitió realizar estudios de impacto ambiental transfronterizos, y ello sin contar con la asesoría del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y, por tanto, sin realizar estudio radiológico alguno.

Este hecho es grave por varios motivos. En primer lugar, porque la Declaración de Impacto Ambiental realizada por JCL es escandalosa al minusvalorar los impactos que la mina y la fábrica de concentrados de uranio tendrían sobre el medio ambiente y la salud. En particular, permite la instalación de una enorme cinta transportadora de mineral sobre el río Yeltes, que aporta sus aguas al río Duero, no realiza una buena clasificación de los residuos radiactivos y no contempla el peligro que supone la dispersión de polvo radiactivo y del gas radón en el medio ambiente.

En segundo lugar, la decisión de que no hacía falta contactar con Portugal debería haberse tomado al más alto nivel del Estado español y no por un gobierno autonómico que no tiene competencia alguna en relaciones internacionales.

Y en tercer lugar, esta decisión debería haberse tomado tras la realización de un estudio radiológico que excluyera toda posibilidad de que la contaminación radiactiva alcanzara las tierras portuguesas. Este estudio debería haber corrido a cargo del CSN, que es la máxima autoridad en seguridad nuclear y protección radiológica en nuestro país. Sin embargo, el Gobierno de Castilla y León no consultó al CSN para excluir el impacto transfronterizo, aceptando de forma inexplicable que dicho impacto no existía.

Para Ecologistas en Acción y el MIA resulta obvio que ese impacto existe puesto que el polvo producido en las actividades de minería y los vertidos que se produzcan por el lavado de mineral van a alcanzar el río Yeltes llegando finalmente al río Duero, que baña tierras portuguesas y que pasa por zonas de gran riqueza vinícola, como los vinos Dao o los vinos do Porto. Asimismo, la contaminación de la mina podrá alcanzar también Portugal, dependiendo de la fuerza y dirección del viento.

Por todo ello, para Ecologistas en Acción resulta inaceptable que el Gobierno portugués no haya sido consultado antes de poner en marcha el proceso de licenciamiento de la mina, así como que el Gobierno español mantenga este proyecto. Lo ocurrido en Retortillo se asemeja a lo que pasó con el cementerio nuclear (Almacén Temporal Individual, ATI) de la central nuclear de Almaraz, que se puso en marcha también sin consultar al Gobierno portugués. Esta consulta se produjo a posteriori, evitando que se hicieran sugerencias y alegaciones en el estudio de impacto ambiental.

Fuente:https://www.ecologistasenaccion.org/?p=94488

Internacional

La reapertura de una mina de cobre pone en pie de guerra a agricultores y mariscadores gallegos

El proyecto de un grupo chino-suizo prevé voladuras diarias con el empleo de hasta 15 toneladas de explosivos y productos químicos.

(España). – La reactivación de una megamina de extracción de cobre situada en los Ayuntamientos de Touro y O Pino, en plena área metropolitana de Santiago (A Coruña), ha puesto en pie de guerra a cuarenta colectivos de agricultores y mariscadores, dos de los sectores primarios más representativos de la economía gallega. La denuncia de estas plataformas sobre los graves efectos contaminantes que generaría la explotación minera, ha sido avalada por investigadores sobre economía aplicada y expertos en biología marina: “la nube de polvo de metales pesados se extendería 15 kilómetros y llegaría a la capital compostelana, mientras los vertidos contaminantes a la cuenca del río Ulla serían unos 3.000 millones de litros, los cuales tardarían medio día en llegar a los bancos marisqueros de la ría de Arousa que mueven anualmente 91 millones de euros”.

El proyecto de reactivar la vieja mina está pendiente de los informes medioambientales de la Xunta aunque sus promotores ya han dado por hecho que serán aprobados. Mientras anuncian la creación de más de 400 empleos directos, la empresa ha negado las acusaciones de las plataformas vecinales que ha tachado de ser “una contestación social puramente ideológica”. Atalaya Mining, con sede en Chipre, que cotiza en bolsa en Londres y cuyos socios de referencia son un grupo chino y otro con sede en Suiza, y Explotaciones Gallegas, la propietaria del terreno, que actualmente extrae áridos y a la que la Xunta abrió varios expedientes, son las compañías promotoras de Cobre San Rafael, que se encuentra en trámites con la Administración autonómica para explotar, en principio, unas 700 hectáreas de superficie.

La Plataforma vecinal Mina No y la Plataforma en defensa de la Ría de Arousa (PDRA) ya ha anunciado una gran movilización en Santiago para el 10 de junio contra el proyecto minero cuya puesta en marcha prevé voladuras diarias a cielo abierto en las que se emplearán entre 9 y 16 toneladas de explosivos cada una. Además, denuncian que el proceso de separación del cobre contempla la utilización de unas 15.000 toneladas de productos químicos altamente peligrosos y sospechosos de provocar cáncer. Otro de los capítulos negros del proyecto para los críticos es gasto estimativo anual de agua que prevé el proyecto (2,25 hm3, seis veces más que los dos Ayuntamientos afectados juntos), la eliminación en el entorno minero de 341 hectáreas de masa forestal y 150 de cultivos y vegetación natural, pero, sobre todo, la creación de dos grandes balsas de lodos con un dique de 3,2 kilómetros y 80 metros de altura (como la catedral de Santiago). “Balsas que podrían romper, advierten, como ya ocurrió en Aznalcóllar, en 1998, con graves riesgos para la Aldea de Arinteiro, a 200 metros del dique”.

El consejero delegado de Atalaya Mining, el ourensano Alberto Lavandeira, ha sido el encargado de presentar el proyecto a los medios en marzo pasado. “Lo que más me duele es que la gente dude de los técnicos, de la administración y de los sistemas de control», ha comentado en medio de reproches los colectivos críticos con la mina: “Deben pensar que los metales nacen en los árboles», bromeó el ingeniero, con experiencia en las minas del Congo y actual responsable de la reactivación de la mina de Riotinto, en Huelva.

Según él, ha mantenido contactos con colectivos ecologistas, lo que le hace pensar que las críticas no vienen de ahí, sino de grupos «ideológicos». Una apreciación que contrasta con la de las más importantes asociaciones de defensa medioambiental en Galicia que no han parado de advertir sobre los riesgos que entraña este proyecto minero.

Las cifras que ha dado la compañía contemplan una inversión de 200 millones de euros en 15 años de vida de la mina que podrían ampliarse, y ha prometido que estos empleos, una vez conseguidos todos los permisos de la Xunta, serán ocupados por vecinos de la zona e indefinidos en un 90%. «No va a haber suficiente gente» en los pueblos de los alrededores, ha llegado a comentar el directivo. Durante los últimos dos años y medio, según los números ofrecidos por Lavandeira, Cobre San Rafael ha destinado cinco millones a investigación y lleva casi 600 sondeos realizados, 240 de ellos en fincas de particulares. La empresa dispone ya de 400 hectáreas, pero opta a comprar, alquilar o cambiar otras 300, la mayor parte de eucaliptales, asegura, pero también prado y cultivos, un 6% según la minera.

Fuente:https://elpais.com/ccaa/2018/05/28/galicia/1527461976_581397.html

Internacional

Advierten que mina de Touro utilizará 15.000 toneladas de productos químicos

El panorama que dibujan las plataformas contra la mina de Touro no es nada halagüeño. El proyecto de extracción de cobre tras el que está la empresa Atalaya Mining supondría unos daños «irreparables e irreversibles», indican. Según los datos que manejan, afectaría a 689 hectáreas «a cielo abierto » y la actividad requeriría «15 millónes de kilos de productos químicos, algúnos de ellos peligrosos y sospechosos de cáncer», se construirían dos balsas para los lodos contaminantes «Gigantescas» a solo unos 200 metros de la aldea de Arinteiro, las voladuras serían diarias (una media de entre seis y nueve cada jornada) y la nube de polvo con metales pesados que generarían se extendería 15 kilómetros y llegaría a Compostela, al tiempo que «se prevé verterá cerca de unos 3.000 millónes de litros de aguas contaminadas que permanecen en la antigua mina», los cuales -calculan- tardarían en llegar a al río de Arousa solo medio día.

 

Así fue expuesto ayer, en la capital gallega, por Aida Suárez y Julia Barbosa, de la plataforma vecinal Mina Touro-O Pino Non; Xoaquín Rubido (Xocas), presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa; y el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial. Todos ellos hicieron un llamamiento a la ciudadanía y a las autoridades políticas de los 13 concellos cuyas traídas se abastecen del agua del Ulla para sumarse a una nueva manifestación, que esperan sea multitudinaria, bajo el lema «No queremos una herencia envenenada». Será el 10 de junio en Compostela y con ella buscan «seguir haciendo presión» para que la junta rechace el proyecto, en este momento pendiente del informe ambiental.

Declararlo espacio protegido

Exigen, además, la recuperación ambiental de los terrenos y canales de agua afectados por la antigua explotación minera y que la zona se declare espacio protegido «por su vinculación con rede Natura 2000».

Suárez señaló que, entre las consecuencias, no solo estaría el peligro de contaminación hidrográfica, también el desvío de dos regatos, la destrucción de puestos de trabajo de ganaderos y agricultores, así como la afección directa al área del Camino de Santiago a su paso por O Pino. Rial recordó la importancia de la ría de Arousa para muchas familias. De ella dependen el 44 % de las mariscadoras de a pie, más del 41 % de las embarcaciones de artes menores y el 68,7 % de las bateas de mejillón de Galicia, dijo, y las lonjas arousanas mueven más 91 millones de euros anuales. «Se se aprueba este proyecto pondrá en peligro toda la actividad», sentenció.

«Esta no es una mina cualquiera, es una megamina, algo impensable en Galicia, de dimensiones proporcionales a catástrofe que puede producir en el medio ambiente», señaló Rubido, quien reclamó a la Xunta que apueste por el modelo productivo que genera empleo y riqueza en Galicia frente al proyecto «explotador que viene de fuera , se lleva el cobre que  nos deja destrucción y miseria». «Es una amenaza para todos», concluyó Barbosa.

Fuente:https://noalamina.org/mundo/europa/item/40723-advierten-que-mina-de-touro-utilizara-15-000-toneladas-

Internacional

Suspendido el plazo para resolver la petición de Quantum de sondear aguas subterráneas

Así lo ha comunicado la Confederación del Guadiana sobre la nueva solicitud de la mercantil minera, cuyo anterior proyecto ya fue rechazado

Esta empresa ha pedido pedido iniciar una investigación para el lavado de tierras raras, de nuevo en el Campo de Montiel.

Después de que el Gobierno de Castilla-La Mancha  tumbara el proyecto de extracción minera de tierras raras en el Campo de Montiel, la mercantil promotora a la que se cerró la puerta, Quantun Minería, ha abierto otro procedimiento administrativo para el lavado de estos elementos químicos. Para ello, cursó solicitud de sondeos en aguas subterráneas a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que ahora ha suspendido el plazo para resolver a la espera de que el Gobierno de Castilla-La Mancha se pronuncie al respecto.

El objetivo de esta empresa es ahora realizar  lavado de estos elementos químicos mediante el sondeo de aguas subterráneas a 200 metros de profundidad en la misma zona. El objetivo de la investigación es principalmente el tratamiento de monacita, un grupo de cuatro minerales utilizados para la elaboración de materiales tecnológicos.

La petición a la Confederación la hizo pública en su momento la Plataforma Sí a la Tierra Viva, el colectivo que se constituyó como respuesta civil al primer proyecto y así aparece publicado en el Boletín Oficial de la provincia de Ciudad Real del pasado mes de marzo. Desvelaba que Quantum pretende la realización de un sondeo de investigación de aguas subterráneas al objeto de determinar la existencia de un caudal aprovechable continuo inicial de 2,781 litros por segundo. Establece que el volumen máximo anual inicial sería de 87.730 metros cúbicos (reducido al 20% posteriormente).

En cuanto a la posible afección del sondeo, la empresa tomaba en consideración una extensión de 340 kilómetros cuadrados (34.000 hectáreas), en los que Quantum inventarió 121 puntos de agua, en su gran mayoría por con una profundidad menor de 20 metros.

Ahora la Confederación del Guadiana ha suspendido el plazo de tres meses para resolver, quedando el expediente del preceptivo informe del Gobierno de Castilla-La Mancha, tal y como se ha comunicado a todos los colectivos que se han personado en el proceso.

Nuevos movimientos de rechazo social

Los técnicos de ‘Sí a la Tierra Viva’ ya habían analizado también la nueva documentación presentada por Quantum Minería, habiendo puesto a disposición de la ciudadanía un primer documento de alegaciones, que después ha sido reforzado con las realizadas por la propia asociación. También ha mantenido contactos con las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas, ayuntamientos y otros colectivos de la comarca que están manifestando su intención de luchar de forma conjunta con la Plataforma para evitar que este «ingente volumen hídrico sea desaprovechado».

A finales de octubre de 2017, el proyecto de explotación de tierras raras de Quantum en el Campo de Montiel obtuvo una Declaración de Impacto Ambiental negativa en Castilla-La Mancha por la “inviabilidad ambiental” de este tipo de extracción minera y por su afección a un corredor ecológico entre dos superficies donde habitan especies como el águila imperial, el sisón y el milano real, además de ser zona de paso del lince ibérico.

“Esto pone fin al proceso”, repitió entonces el consejero de Medio Ambiente, Francico Martínez Arroyo. Con ello  se daba ‘carpetazo’ a uno de los proyectos que más contestación ciudadana ha tenido en la presente legislatura y triunfaba ese ‘no a la mina’ repetido en sucesivos manifestaciones.

Fuente:https://www.eldiario.es/clm/Suspendida-peticion-sondear-subterraneas-tierras_0_772722937.html

 

Internacional

El drama del campo arrasado por la mina más polémica de Galicia

No es el único, pero sí el más visible. El joven ganadero Eduardo Quintás es un ejemplo de los efectos del polémico proyecto de extracción de cobre en los municipios de Touro y O Pino, muy cerca de Santiago, que ha provocado multitud de alegaciones y una fuerte oposición política, científica y vecinal. Quintás, asentado en la zona cero de la futura mina, perderá la pequeña explotación que heredó de su familia, de unas 40 vacas, que asumió con tenacidad de emprendedor. “Esto es la ruina total”, se lamenta. Una campaña de recogida de firmas trata de sensibilizar a la población de su caso, considerado un paradigma del cambio que supondrá el proyecto impulsado por la empresa San Rafael S.L., que eliminará 341 hectáreas de masa forestaly 150 de cultivos y vegetación.

Quintás ha publicado un vídeo en YouTube en el que resume en cuatro minutos el drama de los que acusarán de forma más directa el impacto del proyecto minero, consistente en la reapertura, amparada por el incremento del precio del cobre, de una explotación que funcionó entre 1972 y 1986 y de muy ingrato recuerdo para los habitantes de la zona. En el vídeo explica que hace solo cuatro años que se hizo cargo de la explotación de sus padres, mixta pero orientada principalmente a la producción láctea. Cuenta también que es el único titular de la misma y que allí es donde trabaja. El megaproyecto supondrá “el cierre definitivo” de su medio de vida.

Una fuerte contestación acompaña el proyecto de San Rafael S.L., una empresa con un capital social de 3.000 euros en la que irrumpió hace un año el gigante de la minería Atalaya Mining, que explota Riotinto. Durante el período de exposición pública se produjo una avalancha de millar y medio de alegaciones que alertan de la proximidad de la balsa del megaproyecto minero a las viviendas, la desaparición de manantiales, el cambio del curso de los ríos y la extensión de los terrenos ocupados, ya que la nueva mina será mayor que la que dejó de funcionar hace 30 años. Se teme especialmente el efecto de un eventual accidente que afecte al Ulla, un río que desemboca 80 kilómetros al oeste en la ría de Arousa, donde se encuentra el mayor banco marisquero de Galicia.

La denuncia de Eduardo Quintás es diferente, con el acento puesto en el modelo económico que se implanta a la fuerza en una zona rural. Su granja está situada “en la aldea de Arinteiro, parroquia de Loxo, Ayuntamiento de Touro”, recita. Ese paisaje de enorme belleza es el lugar elegido por San Rafael S.L., en asociación con Explotaciones Gallegas, titular de los terrenos, para reactivar la explotación minera. “Quieren coger prácticamente toda el área de Arinteiro y dejar únicamente las casas. La base territorial para los animales desaparecerá”, cuenta con resignación. También recuerda cómo el cierre minero de 1986 benefició la aparición de negocios relacionados con la agricultura y la ganadería. “Inicialmente quedó todo abandonado”, apunta, pero a partir de ahí, la ganadería, que se limitaba a dos o tres vacas por cada casa, empezó a florecer en naves de mayor tamaño.

Ahora lo que se producirá es el proceso contrario. Porque la explotación abarcará una zona muy grande, que afecta al Ayuntamiento de Touro y, en menor medida, al de O Pino. “Se van a arrasar cientos de hectáreas de terreno”, advierte. “El proyecto dice que son simples pastizales, pero es todo arable”, añade Eduardo, que alerta igualmente de otro peligro vinculado al proyecto y que afecta al sector primario: el de la utilización de los acuíferos. “Nos dejan sin la tierra, pero además desvían el manantial que pasa por Arinteiro para su propia nave y nos dejan sin el agua, sin las fuentes que tenemos para beber en las casas y en las explotaciones ganaderas”.

Los impulsores de la campaña de apoyo a Eduardo denuncian el mérito de que todavía existan jóvenes ganaderos como él trabajando en el sector primario, “en un momento en que la despoblación del mundo rural es cada vez más preocupante”. “Está sufriendo una gran injusticia. Es un afectado directo y necesita que todos lo apoyemos”, reclaman.

Eduardo Quintás alerta igualmente de otro peligro vinculado al proyecto y que afecta al sector primario en la zona: el de la utilización de los acuíferos

El valor de las propiedades es otro de los problemas que generará el megaproyecto. “¿Quién va a querer comprar nuestras casas? Ya no tienen valor alguno: quedamos encajonados entre dos balsas de lodo y de aguas ácidas, y además sin agua”, relata el joven de Arinteiro. Del peligro de esas balsas advierte Serafín González, edafólogo del CSIC y presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural (SGHN), una reputada entidad científica y ecologista con más de 40 años de trayectoria. A la SGHN acudió la Xunta para reclamar un informe externo del proyecto y el resultado fue demoledor. “El problema son los compuestos del azufre en las rocas. Al oxidarse, generan ácido sulfúrico y drenaje ácido en la mina”, explica González. También preocupan los productos químicos que se usan para separar el cobre de las rocas, “que no son inofensivos: tienen efectos en el ambiente y en la salud”. “Se van a generar dos grandes depósitos de estériles que quedan ahí indefinidamente, con esas rocas y esos compuestos”, alerta.

Pérdida de 150 puestos de trabajo

La pérdida de valor de las casas que tanto temen los vecinos no se verá contrarrestada por la creación de empleo, según los afectados. Relata Quintás en su vídeo, y corroboran diferentes estudios, que serán unos 150 puestos de trabajo los que se eliminarán, ya que en la zona hay numerosas explotaciones, alguna con hasta mil cabezas de ganado, que se verán afectadas total o parcialmente.

“Todo esto es totalmente negativo para nosotros porque aquí todos vivimos de la ganadería y la agricultura, no es que solo nos afecte a los ganaderos. Talleres mecánicos, fábricas de pienso, veterinarios… Todo en general se verá afectado. Es una cadena, de la que van a tirar y tirar y tirar, y van a destruir más puestos de trabajo que los que dicen que van a crear”. Al joven emprendedor de la ganadería en particular le afecta en tres hectáreas en una finca única y otras tres repartidas en varias zonas. “Me dejan sin un lugar donde criar el ganado”.

 

Fuente:https://www.elconfidencial.com/espana/galicia/2018-05-02/ganadero-galicia-mina-polemica_1556737/

Internacional

Tren a Oporto para protestar contra la minería de uranio a cielo abierto

España- El próximo fin de semana, días 5 y 6 de mayo, se celebrará la Marcha Ibérica en Tren contra la Mina de Uranio en Retortillo, organizada conjuntamente por la Plataforma Stop Uranio de Salamanca y las asociaciones portuguesas Quercus (asociación ecologista) y AZU (Asociación de Zonas Uraníferas). Las tres asociaciones realizarán una labor de difusión de los peligros que acechan a Portugal por la posibilidad de apertura de instalaciones radiactivas en Salamanca.

La marcha discurrirá por la línea de tren que recorre el valle del Duero en Portugal desde Pocinho hasta Oporto. Se repartirán folletos informativos en las estaciones de tren por las que discurre la línea, y se celebrará una rueda de prensa en la localidad de Reguo y un acto informativo en la misma ciudad de Oporto.

Ahora que se cumplen veinte años del desastre de Aznalcóllar, el desarrollo de proyectos de minería a cielo abierto al otro lado de la frontera puede “suponer un tremendo riesgo para la vida del río Duero y de los habitantes que del mismo se nutren” aseguran desde Stop Uranio. Afirman desde la asociación que “un estudio encargado a WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) muestra como el río Yeltes, afluente del Duero, va a quedar muy dañado por la mina”.

Avisan además que “polvo radiactivo y gas radón que emitirán las minas que Berkeley Minera pretende abrir” serán peligrosos para los vecinos de Salamanca. Así lo manifiesta también la Agencia Portuguesa de Ambiente, señalando que el proyecto de explotación minera de uranio en Retortillo “era susceptible de tener efectos ambientales significativos en Portugal” por la cercanía a la frontera portuguesa, en “atención a la dirección de los vientos”.

Según la asociación Stop Uranio “las administraciones españolas no han consultado con Portugal” las consecuencias de la explotación de la mina de uranio en Salamanca y tampoco han “sometido a información pública los distintos proyectos de minería de uranio en Salamanca” saltándose de esta forma “a la torera los tratados firmados por ambos países”.

Fuente:http://diario16.com/tren-oporto-protestar-la-mineria-uranio-cielo-abierto/