Colombia

La minería criminal sigue destruyendo ríos en el Sur de Bolívar y Antioquia

En un operativo realizado el pasado sábado en el Río Tamar (Bolívar) y Quebrada Manila (Antioquia), la Fiscalía, el Ejército y la Policía encontraron cinco excavadoras, 22 dragas y una escopeta. Además fueron capturadas 4 personas en los municipios de San Pablo (Sur de Bolívar) y Remedios (Antioquia).

A los cuatro presuntos responsables se les imputaron los delitos de daños en los recursos naturales, contaminación ambiental culposa por explotación de yacimiento minero o hidrocarburo, y explotación ilícita de yacimiento minero y otros materiales. También se destruyeron 3 retroexcavadoras avaluadas en 800 millones de pesos cada una; y 12 de las dragas encontradas cuyo valor asciende a 300 millones de pesos cada una.

Durante el peritaje, realizado por investigadores del CTI de la fiscalía en la zona, se estableció que existían metales pesados como el mercurio, arsénico, níquel, entre otros, en cuerpos de agua y en el subsuelo, los cuales causan graves daños a la salud.

De acuerdo con el perito (que por seguridad permanece en el anonimato), “no todo lo que se descarga es mercurio, la problemática de la contaminación ambiental de la minería aurífera es la biodisponibilidad, además del mercurio, es la incorporación de metales como el arsénico, cadmio y níquel; metales tóxicos que se encuentran en las capas internas del suelo y por procesos de lixiviación, potencializados por la pérdida de cobertura vegetal, inevitablemente serán incorporados al recurso hídrico”.

De acuerdo con el perito (que por seguridad permanece en el anonimato), “no todo lo que se descarga es mercurio, la problemática de la contaminación ambiental de la minería aurífera es la biodisponibilidad, además del mercurio, es la incorporación de metales como el arsénico, cadmio y níquel; metales tóxicos que se encuentran en las capas internas del suelo y por procesos de lixiviación, potencializados por la pérdida de cobertura vegetal, inevitablemente serán incorporados al recurso hídrico”.

Según el investigador “durante las actividades de minería ilegal al retirar del subsuelo la capa vegetal, se liberan también los metales, que varían de acuerdo al tipo de suelo, y al ser liberados pueden causar cáncer,  afectar el sistema nervioso, la movilidad, causando ceguera o inconvenientes en la adaptabilidad al conocimiento, entre otras enfermedades”

El perito del CTI también afirmó que “las actividades de minería ilegal incluyen otras conductas delictivas más allá de dañar los recursos naturales, ya que atentan hasta con la vida de las personas, ecosistemas enteros. La corrupción es evidente, cuando se encuentra uno con esa maquinaria pesada en medio de la selva, uno no se explica cómo llega hasta allá y permanece por años sin que nadie lo note”.

Fuente:http://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/mineria-criminal-sigue-destruyendo-los-rios-del-sur-de-bolivar-y-antioquia/37258

Colombia

EL VENENO EN LA SANGRE ( El Mercurio en Colombia)

En menos de 15 años el mercurio invadió los ríos y los cuerpos de la gente de dos pueblos mineros del norte del Cauca. Ninguna autoridad ha tomado cartas en el asunto porque el uso de este metal tóxico está permitido en la ley.

que se encienda la grabadora, Verónica* pone una condición: contará su historia a cambio de que no se sepa su verdadero nombre ni la vereda donde vive. -“En Buenos Aires la situación está muy tensa y no quiero ganarme problemas con los mineros”, explica.

 

Compromiso pactado.

-“De un momento a otro, mi hija de dos años y medio apareció con gripa y fiebres esporádicas. La llevé al centro de salud del pueblo y me dijeron que eso era normal, que le diera vitamina C y acetaminofén para que mejorara. Pero un mes después seguía igual. Con mi esposo la llevamos a una clínica privada de Cali y la dejaron hospitalizada una semana. Después de varios exámenes, nos dijeron que tenía problemas en un pulmón y que su sangre estaba contaminada con mercurio”.

La mujer aclara que no sabe por qué su hija terminó envenenada con ese metal, si nunca tuvo contacto con la minería y su esposo siempre se ha dedicado a la construcción. Tras unos segundos de silencio, insinúa vagamente que pudo haber sido por “el ambiente”, pues en los alrededores de su casa hay varios entables en los que la piedra extraída de la misma montaña en la que viven se tritura y se mezcla con grandes cantidades de mercurio para sacar el oro. El metal precioso queda en las manos de los mineros, pero el metal tóxico se evapora, se introduce en el suelo y se mezcla con el agua.

– ¿Nunca le ha interesado saber de dónde vino la enfermedad de su hija?

-“Pues en la clínica de Cali dijeron que iban a enviar esos resultados a la Universidad del Valle para que hicieran muestras de agua a ver si era por eso. Mi esposo quedó encargado de averiguar, pero siempre que le pregunto me dice que él no va a molestar con eso, que es una perdedera de tiempo y de plata y que de todas formas no cree que haya una solución. A veces es mejor quedarse callado por las amenazas, de pronto se ponen bravos los mineros, usted sabe que eso es delicado…

Verónica no es la única víctima del mercurio en Buenos Aires. A diferencia de suya, Mariana* accede a hablar sin reparos sobre su caso. En su voz no se escucha ninguna señal de dramatismo mientras cuenta que su hija “nació muy delicadita, con una hernia en el diafragma y con una malformación en la mano izquierda”. Los médicos de un hospital de Popayán le dijeron que esto solía ocurrir por accidentes con químicos peligrosos, lo cual comprobaron cuando ella contó que su esposo es minero y que además viven en medio de los entables de Buenos Aires.

Mariana sabe que el río Teta está muy contaminado y que tal vez por eso ahora sufre más de gripa y además le han salido unas manchas “todas raras” en la piel. Su razonamiento no sorprende tanto por el contenido, sino por la tranquilidad con la que lo dice: con esa serena resignación de los que creen que su destino es irremediable.

Buenos Aires es un pueblo ubicado en el norte del Cauca, a dos horas por carretera de Cali. Allí la minería llegó con los españoles que colonizaron esas montañas, pero quienes heredaron la actividad fueron los negros que, luego de la esclavitud, se adueñaron de las tierras y las convirtieron en territorios colectivos reconocidos por la Constitución de 1991.

El oro se sacaba del Cerro Teta o del río Teta, los dos límites geográficos que tiene el municipio. Los hombres se dedicaban principalmente a escarbar la montaña y las mujeres a escrutar el agua. En ambos casos, el objetivo económico era la subsistencia –no el lucro-, y la forma rudimentaria de ejercer este tipo minería fue bautizada como ancestral o tradicional.

Juan Mosquera*, reconocido líder de Buenos Aires, recuerda que la minería siempre fue para los negros una actividad complementaria de la agricultura. La gente primero sembraba y mientras llegaba la cosecha sacaban oro del río o de los socavones que cada familia había explotado desde La Colonia. En ese tiempo no había mercurio, solo se usaba una planta llamada babilla y hasta saliva para separar el mineral.

La historia de Suárez es parecida a la de Buenos Aires. De hecho, fueron un solo pueblo hasta 1989, cuando el primero dejó de ser un corregimiento del segundo y se convirtió en municipio. La minería se ha hecho en los socavones de las veredas de La Toma, Asnazú y en la cara sur del Cerro Teta. En todos estos lugares la presencia de los negros siempre ha sido mayoritaria y la minería es tan común que las casas, las minas y los entables están mezclados entre sí.

Abajo, las montañas de Suárez terminan en el río Ovejas, de cuyas aguas también se ha sacado oro por siglos.

Marcia Fernández*, una líder comunitaria de este municipio, cuenta que el oro se extraía del río Ovejas con batea y con una herramienta de labranza llamada almocafre. También había minería de socavón, pero no usaban mercurio, sino un molino californiano con el que trituraban el material. “Yo crecí aprendiendo a hacer minería con mi abuelo y crié a mis dos hijos con lo que saqué. Todo cambió cuando entraron las retroexcavadoras y las dragas. Ahí empezó esta maldición”.

 

Fuente:http://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/multimedia/mercurio-en-colombia-veneno-en-la-sangre/37266

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Colombia

El 97,278% de los cabrerunos y cabrerunas dijo NO a la minería y a las hidroeléctricas

Cabrera es un territorio lleno de vida, que abastece de frijol, maíz, frutas y papa a ciudades como Bogotá, Ibagué e incluso Cúcuta. El río Sumapaz baña todo su territorio, además existen paisajes llenos de verde, árboles de todo tipo y cascadas de magnífica belleza. Durante los últimos años, las amenazas extractivas han estado al orden del día en la región. Proyectos hidroeléctricos como “El Paso” de la empresa Emgesa, se convirtieron en un dolor de cabeza para la vida de campesinos y campesinas, por las potenciales amenazas socioambientales que se generarían en un territorio lleno de vida y de gran importancia para el abastecimiento de agua en la región sumapaceña.

Por tal razón la Consulta popular realizada el 26 de febrero de 2017 se convirtió en una herramienta para la defensa de la vida campesina, el agua y el ambiente, en un territorio amenazado por las políticas extractivas, que aún buscan gestar el proyecto hidroeléctrico a filo de agua en la provincia de Sumapaz.

La lluvia no fue impedimento para que 1506 cabrerunos y cabrerunas participaran de la consulta popular que los convocaba a responder: ¿Está usted de acuerdo SI o NO, que en el municipio de Cabrera Cundinamarca, como zona de Reserva Campesina se ejecuten proyectos mineros y/o hidroeléctricos que transformen o afecten el uso del suelo el agua y la vocación agropecuaria del municipio?

Según el boletín E14 de la Registraduría Nacional del Estado Civil, el 97,28% de los participantes, es decir 1465 personas dijeron NO a la mineria y a las hidroeléctricas que afecten o transformen el uso del suelo y la vida de sus territorios, 23 personas, es decir el 1,53% dijo SI, mientras que hubo 5 votos nulos (0,33%) y 13 no marcados (0,87%)

El censo electoral de Cabrera corresponde a un total de 3.461 personas, las cuales contaron con 5 mesas de sufragio, 4 ubicadas en el colegio Integrada Urbana Panamericana y 1 en la vereda La Playa. Estas elecciones tuvieron mecanismos diferentes a los que solían estar acostumbrados los habitantes de Cabrera, puesto que la cantidad de mesas de sufragio disminuyó. Generalmente en el municipio se cuentan con 10 mesas de votación, y fue la primera vez que emplearon herramientas biométricas para la elección.

La jornada se desarrolló con total tranquilidad, a pesar de la lluvia que recibió la apertura de los comicios. Es de resaltar la labor del Comité de impulso #No al paso, quienes prepararon la logística para facilitar la participación de la población cabreruna, que en su mayoría habita la zona rural. Para ello vendieron bonos que les permitió financiar el transporte de las personas que habitan las zonas más alejadas del casco urbano, informaron a la comunidad vereda por vereda sobre los comicios e instalaron una carpa para orientar a las personas en las mesas de votación ante la disminución del número de las mismas, entre otras acciones.

Así mismo, la jornada estuvo acompañada por movimientos sociales y ambientales que buscan la defensa del territorio en el país. Es así como el Cinturón Occidental Ambiental COA hizo presencia, de igual forma el Comité Ambiental en Defensa de la Vida del departamento del Tolima, la red Tejiendo Páramos, la Confluencia Nacional por las Aguas; organizaciones como Censat Agua Viva, ILSA, Ambiente y Sociedad y la Universidad Uniminuto.

Fuente:http://censat.org/es/noticias/el-97-278-de-los-cabrerunos-y-cabrerunas-dijo-no-a-la-mineria-y-a-las-hidroelectricas

Colombia

El ‘NO’ a hidroeléctricas y minería en Cabrera ganó con el 97.28% de los votos

Los habitantes del municipio de Cabrera en Cundinamarca, dijeron NO a la construcción de 14 microcentrales hidroeléctricas de EMGESA en el páramo de Sumapaz. A la pregunta ¿Está usted de acuerdo si o no, que en el municipio de cabrera como ZRC, se ejecuten proyectos mineros y/o hidroeléctricos, que transformen o afecten el uso del suelo, el agua o la vocación agropecuaria del municipio?, Superado el umbral de 1200 votos, los resultados de los votos por el NO fueron 1465, el SI obtuvo 23, los nulos fueron 5, y los no marcados 13.


La decisión, se toma gracias a la capacidad organizativa de la comunidad y específicamente a la gestión de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) teniendo en cuenta que la comunidad temía por los impactos negativos que podía acarrear la construcción de las hidroeléctricas al páramo de Sumapaz, especialmente, sobre la Quebrada Torcoroma y el acueducto.

En foros y encuentros diferentes sectores sociales y sus asociaciones de productores, de bienes y servicios, mujeres, jóvenes, Juntas de Acción Comunal, sindicatos, colectivos académicos se había expresado el rotundo rechazo al proyecto hidroeléctrico “El Paso” de la empresa multinacional Emgesa-Enel.

Con el NO en la consulta popular municipios como Venecia, Pandi e Icononzo en el Tolima, también se verían gravemente afectados. El proyecto hidroeléctrico abarca toda la cuenca media del río Sumapáz, desde el nacimiento, en la parte alta que es zona de amortiguamiento del páramo, hasta la desembocadura en el Boquerón de Icononzo. De acuerdo con la comunidad, ese proyecto afectaba «la identidad campesina y la vocación agropecuaria de los municipios» (Le puede interesar: Habitantes de Cabrera decidirán sobre micro-hidroeléctricas en Sumapáz)

“Queremos darle las gracias a todos los que hoy vinieron a acompañar esta jornada, tenemos amigos de Venecia, Sumapaz, Icononzo, Ibagué, Cajamarca, Fusagasugá y Antioquia y queremos decirles que cabrera los acompaña porque la lucha es de todos los colombianos que luchamos por la naturaleza” dijo Orlando Romero, líder comunal. El proceso de consulta popular de Cabrera, inició el 1 de agosto de 2016 cuando el Alcalde presentó la solicitud ante el Concejo Municipal.

Fuente: http://www.contagioradio.com/cabrera_dijo_no_hidroelectricas_mineria-articulo-36893/

Colombia

Corte Consitutcional ordena consulta por minería en Marmato

Fallo le da la razón a comunidades que tutelaron contra la multinacional Gran Colombia Gold. En Marmato hay un conflicto por el cerro El Burro entre la empresa que explota oro en la parte baja y los mineros tradicionales que están más arriba. En Marmato hay un conflicto por el cerro El Burro entre la empresa que explota oro en la parte baja y los mineros tradicionales que están más arriba.

La segunda revisión de un fallo de tutela de 2015 le dio la razón este martes a las comunidades afrocolombianas e indígenas de Marmato, Caldas, que pidieron ser tenidos en cuenta frente a la decisión del Gobierno Nacional de entregar la parte alta del cerro El Burro a la explotación aurífera de Gran Colombia Gold.

Aunque la minera puede seguir en la parte baja de la montaña, la decisión judicial deja sin piso la orden de desalojar 68 minas artesanales y tradicionales que están arriba y que son explotadas por esas etnias.

«Eso es lo que se esperaba hace mucho rato y lo que ha debido hacer el Gobierno Nacional, primero la consulta previa», dijo el alcalde Julio Vargas Chica, luego de enterarse de la noticia. El mandatario local se ha resistido a llevar a cabo órdenes de desalojo contra por lo menos 13 minas y es considerado opositor de la multinacional.

Para el expersonero marmateño Wilson Castro, quien acompañó la acción por la que se inició el proceso, son esta decisión «se hace justicia con los mineros tradicionales y artesanales».

La acción de tutela para pedir la consulta previa con las comunidades afros e indígenas de instauró porque una resolución ordenaba que el cerro completo fuera explotado por la compañía Gran Colombia. El argumento en contra fue que un decreto de 1954, todavía vigente, le asignaba ese derecho sobre la parte alta de El Burro a las comunidades.

Los magistrados Jorge Pretelt y Luis Ernesto Silva acogieron esos argumentos y, tras una primera sentencia favorable que se anuló en 2015 por fallas de procedimiento, la sala séptima volvió a decidir que los reclamantes tienen razón.

Aunque en ese primer fallo se le daba al Estado un plazo de tres meses para la consulta y para hacer las acciones pertinentes que permitan mejorar las condiciones laborales y ambientales de la actividad de los mineros tradicionales, Castro aseguró que esos términos podrían cambiar en el nuevo documento, aunque el sentido sea el mismo.

Por esta razón, las partes quedan a la espera de la notificación oficial, que debe darse en días próximos.

Justamente fue Gran Colombia Gold la empresa que demandó al Estado por 700 millones de dólares, alegando la supuesta invasión de sus títulos mineros en este municipio caldense, conocido como el Pesebre de Oro, y Segovia, en Antioquia, además de las pérdidas sufridas por cuenta de atentados terroristas del Eln.

Fuente: http://www.noalamina.org/latinoamerica/colombia/item/16946-corte-consitutcional-ordena-consulta-por-mineria-en-marmato

Foto: Jonh Jairo Bonilla

Colombia

Corte ordena al Estado revisar impactos de minería en La Guajira

El trabajo quedará en manos del Ministerio del Interior, la Anla y la empresa el Cerrejon.
Caracol Radio
02-03-2017
La Corte Constitucional ordenó al Estado revisar los impactos ambientales y de salud a la población que podría estar ocasionando la minería en el departamento de la Guajira y de ser necesario suspender o cancelar la extracción de carbón a cielo abierto.

Esa verificación está a cargo del Ministerio del Interior, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y la empresa El Cerrejón, que también deberán hacer una consulta previa con las comunidades sobre la continuidad del proyecto ‘Expansión de Puerto Bolívar’ en los municipios de Hatonuevo, Barrancasy Maicao en el departamento de La Guajira.

La Corte resolvió una tutela presentada por la comunidad indígena Media Luna Dos, en la que señala que el impacto en la sociedad por la minería en la Guajira es «devastador» por los niveles de contaminación.

http://caracol.com.co/radio/2017/03/02/judicial/1488411846_476386.html

Colombia

Corte Constitucional definirá futuro de la explotación minera en Marmato

…..Después de un litigio de 10 años
28-02-2017
El alto tribunal estudiará una ponencia que pide que se realice una consulta previa. Este martes se tomaría una decisión de fondo.
Gran Colombia Gold es de los mismos dueños de Pacific. Bloomberg

La Sala Plena de la Corte Constitucional tiene la última palabra en el pleito jurídico que tienen desde hace 10 años los mineros artesanales del municipio de Marmato (Caldas) y la multinacional Gran Colombia Gold. El centro del debate jurídico está en definir quién tiene la razón frente a la explotación de oro en la mina Villonza en la parte alta del cerro El Burro.

Los mineros consideran que el otorgamiento del título minero a la empresa de origen canadiense va en contravía de sus tradiciones culturales, además es un desconocimiento a la realidad del municipio, teniendo en cuenta que dependen directamente de la explotación de oro en ese lugar para poder subsistir. (Ver El espejismo de Marmato)

Por su parte, la multinacional sostiene que las autoridades nacionales le otorgaron un título para la exploración y explotación de oro en esa zona mediante el título CGH-081 del 2008. Sin embargo, alegan que pese a tener toda la documentación no han podido realizar las labores mineras puesto que los pobladores ocuparon la zona.

Fue esta acción la que los llevó a presentar una demanda ante las autoridades administrativas considerando que las exploraciones se habían tenido que suspender por el impedimento ejercido por los mineros de la zona. En una primera decisión vieron como sus pretensiones eran avaladas cuando se emitió una resolución para que se desalojaran a los pobladores.

En dicha decisión –emitida en septiembre de 2010- se ordenaron tomar las medidas necesarias para que el predio fuera devuelto a Gran Colombia Gold con el fin de iniciar los respectivos trámites de licencia ambiental y así iniciar la extracción del metal en la parte alta del cerro, en la jurisdicción que fija el título minero.

Pero las entidades territoriales no cumplieron a cabalidad los ordenado considerando que existe una problemática social que impide que se desalojen a los mineros artesanales. Citan que el 80% de los porbladores del municipio, unas cinco mil familias, viven de actividades relacionadas directamente con la actividad minera.

Fue este argumento el que utilizaron los mineros para presentar una acción de tutela en la que se pide proteger su sustento diario y sus tradiciones culturales. El caso llegó a conocimiento del despacho del magistrado Luis Ernesto Vargas Silva, quien ya presentó su ponencia a los otros integrantes de la Sala Plena avalando las peticiones de los accionantes.

En su ponencia de 159 páginas el magistrado Vargas pide que se realice una consulta previa de los mineros tradicionales y de los grupos étnicos que allí se encuentran. Considera que en el otorgamiento ­del título a la empresa Mineros de Occidente fue en contravía de las necesidades básicas de los mineros y de la comunidad indígena Cartama y de la comunidad afrodescendiente Asojomar que “se han dedicado a la minería artesanal e informal”.

Debido a esto exhorta al Ministerio del Interior, la Gobernación de Caldas, la Personería municipal de Marmato y la Agencia Nacional de Minería que se adelanten todas las acciones dirigidas a preparar la respectiva consulta. Igualmente, pide que se establezcan las necesidades de los pobladores y su relación con las actividades mineras.

El magistrado Vargas hace un fuerte llamado de atención por lo que considera un desconocimiento de los impactos sociales y económicos que se presentarían tras otorgar un título minero. Hecho por el cual propone la creación de proyectos mineros especiales, delimitar las áreas de reserva especial en Marmato y construir zonas mineras para las comunidades indígenas y los afrodescendientes.

Este martes, los magistrados se reunirán en una Sala Plena Extraordinaria para estudiar la ponencia y realizar la respectiva votación frente a la misma. La Corte Constitucional será la encargada de definir si se anula la resolución 751 de 2010 que ordenó el desalojo de los mineros y si se convoca a una consulta minera.

http://www.elespectador.com/noticias/judicial/corte-constitucional-definira-futuro-de-la-explotacion-minera-en-marmato-articulo-682211

Colombia

Gran Colombia Gold demandó a Colombia por US$ 700 millones, por incumplimientos en desalojos a mineros

Cristian Zuluaga / Caracol Manizales Caldas
25-02-2017Entre los incumplimientos están las 68 solicitudes de desalojo que no ha ejecutado la administración de Marmato (Caldas).
Marmato es un municipio caldense, que por más de un siglo tiene su actividad económica relacionada a la minería. / Foto archivo/Caracol Radio
Manizales Caldas Canadá Colombia Minería Norteamérica Sudamérica Latinoamérica Materias primas América Industria

Incumplimientos en el desalojo en Marmato (Caldas), de los mineros ilegales que ocupan los títulos que fueron entregados a la canadiense Gran Colombia Gold, es una de las dos causas esenciales por las que esa multinacional minera demandó al estado colombiano por unos US$700 millones de dólares.
Así lo informó el portal web Primera Página en el que además explica que de acuerdo a la demanda Colombia no está cumpliendo con el Acuerdo de Promoción Comercial entre la República de Colombia y Canadá (el TLC de Colombia con Canadá).
La segunda causa esencial por la que esa minera demandó a Colombia tiene que ver con la falta de acción del estado colombiano por medio de sus autoridades para prevenir y hacerles frente a las protestas y atentados terroristas que causaron pérdidas económicas para la empresa minera, entre ellos los ocurridos en febrero de 2016 perpetrados por el Eln.

El secretario de Gobierno de Caldas, Carlos Alberto Piedrahíta, confirmó que el Alcalde de Marmato Julio Vargas Chica ha incumplido 68 resoluciones de la Agencia Nacional Minera, que solicitan el amparo administrativo de algunos de esos títulos mineros de la multinacional canadiense.

Piedrahita agregó que desde agosto de 2015 al alcalde de Marmato, un juzgado de la república le notificó la orden de ejecutar el desalojo de esos títulos y hasta la fecha el mandatario no ha cumplido dicha sentencia. El secretario también puntualizó que en ese mismo sentido su despacho, la Gobernación de Caldas y la Procuraduría le han solicitado cumplir con la orden de desalojo.

En repetidas ocasiones el Secretario de Gobierno caldense ha manifestado que el alcalde de Marmato está incurriendo en un desacato a la ley.

Por su parte los mineros tradicionales de Marmato se oponen a que les hagan operativos de desalojo porque consideran que toda su vida han dedicado su actividad económica a este tipo de minería en esos lotes.

Caracol Radio quiso conocer las declaraciones del Alcalde de Marmato, Julio Vargas Chica, pero no contestó su celular, pese a que le marcamos insistentemente y le dejamos un mensaje en el buzón. Sin embargo en repetidas ocasiones el mandatario local ha manifestado que no está de acuerdo con el desalojo y que se debe buscar una salida pacífica a la problemática, para evitar alteraciones del orden público en su municipio.

Cabe recordar que en el 2011, la Gran Colombia Gold adquirió por medio de Medoro Resources el proyecto minero Marmato, el cual se estima que tiene 14 millones de onzas de oro y 90 millones de plata.

http://caracol.com.co/emisora/2017/02/25/manizales/1488041919_674762.html

Colombia

Comunicado Público acerca de la visita a Colombia de la delegación de Mining and Faith Reflections Initiative del 19 al 24 de febrero de 2017

Las organizaciones abajo firmantes hacemos expresa nuestra preocupación
frente a la visita que la “Mining and Faith Reflections Initiative” (MFRI) está
llevando a cabo en Colombia entre el 19 y el 24 de febrero en las zonas
carboníferas de los departamentos de Cesar y La Guajira. Las razones que
motivan este comunicado se alimentan en la forma en que fue concebida esa
visita y los métodos empleados para informar sobre su realización:

La ausencia de claridad respecto a los objetivos de la delegación de la
MFRI, la metodología de recolección de información, el empleo de los
resultados obtenidos por parte de los partícipes de esa delegación y las
consecuencias de ese empleo en los procesos de defensa territorial y
exigibilidad de derechos que adelantan las comunidades afectadas en la
zona, en particular por la grave situación de persecución y amenaza a
líderes sociales y defensores de derechos en Colombia.

La ausencia de información oportuna, completa y verificable que
garantizara la participación activa y eficaz de las comunidades afectadas
por la operación carbonífera en el proceso de construcción de la agenda,
en la preparación requerida para colaborar con la delegación y en el
proceso mismo de reconocimiento territorial.
 La ausencia de una metodología de incursión en el territorio que
permita a los integrantes de la delegación constatar y dialogar
autónomamente, sin presencia de las empresas mineras involucradas en
las violaciones a DDHH que hoy se denuncian en esas zonas, con las
comunidades afectadas sobre los daños ocasionados por la operación
carbonífera que se conduce y promueve activamente en ambos
departamentos.
Nuestras preocupaciones se agudizan debido a que el modelo de extracción
que se lleva a cabo en Cesar y Guajira, que se ha profundizado durante los
últimos años en nuestro país, ha significado grandes transformaciones en los
ecosistemas y en la vida en todas sus manifestaciones; por esa razón, hoy se le
atribuye ser generador de múltiples y nuevas conflictividades. Es en ese
escenario que las comunidades de ambas regiones han emprendido acciones
en defensa de su territorio, que cuestionan las prácticas empresariales por
sus impactos irreversibles y por su indiscutible insustentabilidad. Ha sido en
medio de evidentes asimetrías en las relaciones entre las comunidades y las
empresas que los cuestionamientos económicos, sociales, ambientales y
legales a esta industria, hechos por líderes y organizaciones sociales, han
resonado hasta las autoridades locales y nacionales, los entes de control del
Estado colombiano, los tribunales judiciales, la academia, e incluso los
consumidores internacionales, con la expectativa de que, con su intervención,
dichas asimetrías sean superadas y la protección a las comunidades
asegurada. Sin embargo, delegaciones como la llevada a cabo por la MFRI son
prueba de los grandes desafíos que aún tenemos.
La “Ecología Integral” (resaltada en Laudato Sí 140-142) implica considerar
las voces de las víctimas y tomar en cuenta los datos de la ciencia, así como
las experiencias de las organizaciones que acompañan solidariamente a las
comunidades, con una mirada contextualizada de la región y desde una
perspectiva de defensa de los derechos humanos. La Encíclica reclama laconfrontación de información interdisciplinaria, transparente e independiente,
científica, estadísticas sociales y análisis económicos para discernir si un
emprendimiento contribuye a un verdadero desarrollo integral (LS 185). Por
ello, resulta desconcertante que la agenda fuera organizada principalmente
por y con las empresas mineras como Cerrejón (Glencore, Anglo American.
BHP Billiton) y Prodeco (Glencore) en un claro desbalance respecto a los
sectores sociales, en especial por el efecto que tiene ese diseño en la versión
de la realidad que evidenciará la delegación, altamente permeado por la visión
empresarial y no por la de las comunidades y sectores sociales que se han
visto afectadas en sus proyectos de vida debido a dichos intereses.
Las falencias antes descritas se suman a otra preocupación, relacionada con la
conceptualización de las posturas eclesiales e interpretaciones de fe respecto
a los proyectos extractivos. Tal como ha sido diseñada, la visita de la
delegación de MFIR a Colombia, observamos que adquieren mayor relevancia
los intereses empresariales reflejados en la “Kellogg Innovation Network” que
las líneas de orientación y acción de la Encíclica Laudato Sí, así como los
pronunciamientos del Papa Francisco en los Encuentros con Movimientos
Populares (Bolivia, 2015; Roma, 2016) y en el Encuentro de representantes de
comunidades afectadas por actividades mineras (Roma, 2015).Nos
desconcierta la respuesta del Cardenal Turkson durante una conferencia en la
Universidad Javeriana de Bogotá, cuando se le interpeló respecto a los
megaproyectos, pues utilizó típicos argumentos de la visión pro-minera,
desconociendo los graves conflictos socio-ambientales que la actividad
extractivista está ocasionando y con una nula capacidad autocrítica frente a la
misión que la Iglesia debe asumir desde la opción por los pobres (LS 158) y
los clamores de la Madre Tierra (LS 49).

No obstante nuestras preocupaciones respecto del contexto en el cual se da la
visita y la confusa información recibida al respecto, hicimos el esfuerzo de
involucrarnos en el diálogo propuesto. Desafortunadamente constatamos que
nuestro esfuerzo fue en vano ya que, una vez hechas todas las gestiones para
que las comunidades y organizaciones acompañantes atendiéramos la visita
de manera independiente, al final fuimos informados que la delegación se
conduciría según la agenda organizada por las corporaciones mineras.
Posteriormente, a tan solo un día de la visita, para el caso del departamento
de la Guajira, se informó que se abriría un espacio para nuestra participación,
aumentando así la confusión. No obstante, en Cesar no logramos su apertura
al diálogo con los afectados directos de la operación empresarial, pese a las
propuestas que hicimos previo a su llegada al país.

Lamentamos entonces no haber contado con un espacio suficientemente
amplio y participativo para que la delegación escuchara a las comunidades
rurales y urbanas que tienen una voz disidente frente al actuar corporativo y
gubernamental en materia minera, ni de las organizaciones que tenemos un
trabajo serio y comprometido con la defensa de los derechos humanos y del
ambiente. Insistimos en que tenemos voluntad y apertura para el diálogo,
siempre y cuando existan garantías. Por lo anterior, hacemos constar lo
siguiente:

Los departamentos de La Guajira y Cesar se encuentran en una crisis
humanitaria derivada de la vulneración de los derechos fundamentales
al agua, a la alimentación adecuada, al medio ambiente sano y a la
salud, la cual no ha sido debidamente atendida por el gobierno ni remediada

por sus causantes, y puede profundizarse con los planes de
expansión de las operaciones mineras en estos dos departamentos del
país.

Ni en el Cesar ni en La Guajira el crecimiento del sector minero, con sus
consecuentes regalías, ha significado un mejoramiento de la calidad de
vida de los habitantes de la región. Según las proyecciones del Censo de
2005, para el 2012 la población del departamento del Cesar con
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) representaba el 44,73% de la
población, mientras que en La Guajira lo era el 65,23%; el promedio
poblacional nacional de NBI correspondía al 27.78% 1 (CINEP, 2014).

Cesar y Guajira son ejemplos del desplazamiento forzado en Colombia
por cuenta de las actividades carboníferas y sus consecuencias
contaminantes. Así, los procesos de desplazamiento forzado
(denominados oficialmente “reasentamientos involuntarios”) han sido
característicos en la expansión de estos proyectos mineros.

La ampliación minera en los dos departamentos se ha realizado sobre
zonas rurales habitadas por comunidades indígenas, negras y
campesinas sin que se hayan realizado procesos de consulta previa, libre
e informada que permitan a la población participar en el ordenamiento
de su territorio. Desconociendo derechos étnicos colectivos, las
empresas han realizado procesos de negociación individual para la
compra de tierras a través de la intimidación, la restricción en el acceso
a los recursos y el confinamiento, todo lo cual ha resultado en la ruptura
del tejido social y la desaparición de múltiples comunidades.

En los casos en los que ya se han dado los reasentamientos, las
poblaciones enfrentan otros riesgos propios del cambio de vida rural a la
urbana, tales como la pobreza, pues no cuentan con alternativas
productivas para su sustento, junto con otros innumerables problemas
como la falta de acceso a servicios públicos, a la propiedad, la vivienda y
la recreación.

La contaminación del aire y el desvío de fuentes hídricas básicas para la
recreación de la vida de las comunidades del Cesar y de La Guajira son
problemas apremiantes para regiones que enfrentan fuertes períodos de
sequía.

En los últimos años ha aumentado la violencia en contra de líderes
sociales en las regiones, particularmente aquellos que emprenden
acciones de defensa de sus derechos y del territorio. La Defensoría del
Pueblo emitió en diciembre de 2016 una alerta temprana frente a los
municipios del corredor minero, atribuyendo directamente un nexo de
causalidad entre las amenazas de las que son víctimas múltiples líderes
y su oposición a las operaciones mineras.
Nos preocupa que la visita de la delegación MFRI ignore dicha realidad y
omita hacer los llamados y condicionamientos necesarios para que las
empresas que hoy dirigen esas operaciones, y en las cuales han depositado
sus inversiones, no sigan contribuyendo a las violaciones de derechos
humanos que hemos documentado en la región, y tanto más que su recorrido
1 CINEP, 2014. Impactos socioterritoriales de la explotación minera en el Cesar y La Guajira.
En Análisis 1. Fes-colpor la zona no sea un instrumento de transformación, sino de legitimación
formal. Por tanto hacemos un llamado a:
1. Promover garantías para la participación real y efectiva de
las comunidades afectadas por la minería y de las organizaciones sociales
con acceso a la información clara, transparente y oportuna.

2. Impulsar medidas que eliminen la asimetría en el relacionamiento entre
empresas y comunidades.

3. Promover obligaciones vinculantes y extraterritoriales para empresas y
derechos humanos y transparencia en el actuar de los actores estatales,
gubernamentales y empresariales.

4. Exigir el respeto pleno de los derechos fundamentales al agua, a la
alimentación adecuada, al medio ambiente sano y a la salud de los
habitantes en los distritos mineros de Cesar y Guajira.

5. Exigir garantías para que las operaciones carboníferas no sigan
profundicen las causas de desplazamientos forzados en la región, y que
las consecuencias de los que ya se han generado serán atendidas
adecuadamente, con un enfoque de protección preferente para sus
víctimas.

6. Exigir garantías de seguridad para los líderes sociales y defensores del
ambiente, del territorio y de los derechos humanos.
Finalmente, expresamos nuestra profunda preocupación por los efectos que
una visita en estas condiciones puede representar para los ejercicios de
defensa territorial y de exigibilidad de derechos que llevan a cabo las
comunidades y sectores sociales de ambos departamentos. Por lo anterior,
esperamos que este no sea un intento más de las empresas por obtener la
legitimación social de los sectores de la fe, y exigimos prácticas
transparentes, participativas y libres de manipulación.

Bogotá, viernes 24 de febrero de 2017

Centro de Estudios para la Justicia Social Tierra Digna
Pensamiento y Acción Social (PAS)
CENSAT Agua Viva
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR)
Movimiento sutsuin jiyeyu wayuu – Fuerza de Mujeres Wayuu
INDEPAZ
CINEP
Red Iglesias y Minería
Conferencia de Religiosos de Colombia (C.R.C)
Comisión JPIC – CRC
Comité Ambiental en defensa de la vida
Red de Comités Ambientales del Tolima
Observatorio de Expansión minero energética y re-existencias
Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Pedagógica Nacional.
Corporación Vida del Río Fucha-CORVIF
Programa Radial Territorio Verde – 94.4 F.M.-Vientos Stéreo Bogotá –
Colombia
Corporación Claretiana Norman Perez Bello
Comisión Claretiana de Justicia, Paz e Integridad de la Creación
Paz con Dignidad-OMAL Colombia
ORGANIZACIONES QUE APOYANDepartamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL – CELAM) – Programa de
Ecología Integral
PERSONAS QUE APOYAN
Fernando Ramírez González, responsable de campañas del Movimiento
Nacional de Víctimas de Corporaciones Multinacionales, M.N.V.C.

Colombia

Pueblo indígena Gunadule protesta por licencias mineras cerca de su territorio

La comunidad indígena de Caimán, en Necoclí, pide al gobernador Luis Pérez que revise esas concesiones mineras.
Gobernación de Antioquia
Caracol Radio Medellín, 21-02-2017
Ante el inicio de trabajos de exploración y el uso de explosivos en un territorio que consideran sagrado, las autoridades tradicionales del pueblo Gunadule que habita el resguardo Caimán, municipio de Necoclí, visitaron al Gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, y expresaron la preocupación colectiva de su pueblo, al tiempo que pidieron la revisión de las licencias y concesiones entregadas para una explotación de carbón, en cercanías de su resguardo.
Los caciques y sabios Gunadule, así como el Consejo Mayor de Gobierno Indígena de la OIA, pidieron al gobernador Pérez Gutiérrez que la Secretaría de Minas examine las licencias y concesiones otorgadas a la firma Continental de Carbones S. A., que sería la encargada de la explotación del mineral.
Los representantes de los más de 2 mil indígenas que habitan las comunidades Caimán Alto y Caimán bajo, plantearon al gobernador Pérez Gutiérrez que a pesar de afectaciones medio ambientales y sociales que ocasionaría la minería en su resguardo, no se ha hecho el proceso de Consulta Previa, Libre e Informada como lo establece la ley, por lo cual el proyecto debería ser suspendido o revocada la licencia de ser el caso.

El Gobernador Luis Pérez se comprometió a hacer una revisión de ese proceso minero y garantizó que bajo ninguna circunstancia se violarán los derechos de los que son acreedores los pueblos indígenas, por lo que brindó todo el apoyo institucional a las comunidades de este municipio del Urabá antioqueño.

La Organización Indígena de Antioquia y la comunidad del Resguardo Gunadule esperan la presencia del gobernador Pérez Gutiérrez en su territorio
http://caracol.com.co/emisora/2017/02/21/medellin/1487680952_497203.html