Perú

La minería informal en Perú, luces y sombras de un millonario y complejo conflicto social

El Gobierno ha retirado a cerca de 50.000 mineros del registro de formalización por no avanzar en su proceso, desatando protestas y revelando cómo el sistema ha servido de escudo a operaciones ilegales.
Sergio Llerena Caballero 18/07/2025
Según datos del Ministerio Público de Perú, la minería ilegal genera pérdidas económicas de 6.285 millones de dólares anuales, una razón de peso que explica las recientes protestas violentas de mineros informales: hay mucho dinero de por medio.

Pero… ¿por qué se habla de tanto dinero (ilegal) en juego cuando las protestas son de mineros informales y no ilegales? El detalle que explica esta contradicción aparente viene del propio Gobierno y sus reparos con el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo).

Dicho registro, administrado por el Ministerio de Energía y Minas, fue creado en 2016 con el propósito original de que, en un plazo de 3 años, los pequeños mineros informales puedan regularizar sus actividades (formalizarse) cumpliendo con ciertos requisitos técnicos, ambientales y administrativos.

Sin embargo, esos 3 años iniciales se han ido prorrogando hasta la actualidad en que, en junio, el Gobierno emitió un decreto que ordenó retirar del Reinfo a cerca de 50.000 mineros.

El Gobierno tomó esta decisión luego de verificar que durante el primer semestre de 2025 los cerca de 50.000 inscritos no mostraron avances en su proceso de formalización, acusando un uso indebido del registro.

¿FACHADA PARA LA ILEGALIDAD?
Además, el fracaso del Reinfo parece evidente si se considera que, según cálculos hechos a partir de datos del Ministerio de Energía y Minas, desde su creación sólo entre el 2 y el 2,4 por ciento de los mineros inscritos (que suman cerca de 90.000 personas) lograron formalizarse exitosamente.

«A partir de la diferentes ampliaciones de la vigencia del Reinfo, los mineros que son parte de este registro podían continuar realizando sus actividades, pero sin ser pasibles de una fiscalización efectiva o algún tipo de control que venga desde el Estado, y si es que miramos el caso de las intervenciones para controlar la minería ilegal, todas aquellas personas que sean parte del registro no son pasibles de recibir una intervención o fiscalización por minería ilegal», dijo a la Agencia Sputnik la coordinadora Luisa Ríos, de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental en el departamento de Madre de Dios (Amazonía sur).

En ese sentido, lo explicado por Ríos da cuenta de lo que parece ser un secreto a voces en Perú: el Reinfo terminó siendo una herramienta para que los mineros ilegales -bajo la fachada de «informales»- puedan continuar con sus operaciones amparados en la protección que les da el registro, en tano aleguen que su «formalización» está en curso.

Un minero informal es aquel que realiza actividad minera sin todos los permisos legales, pero que puede llegar a regularizarse; mientras que un minero ilegal es aquel que opera en zonas prohibidas -como ríos o reservas naturales- o sin autorización alguna y comete un delito penal; por tanto, la formalización de un minero ilegal no puede estar «en proceso» al ser legalmente imposible que se formalice.

¿Qué buscan entonces los mineros que actualmente protestan en Perú? Según explica Ríos, en vista de que el Gobierno decretó que el Reinfo expire el próximo 31 de diciembre, los mineros exigen que esta vigencia se extienda (una vez más) hasta fines del 2027.

Asimismo, exigen que si la vigencia no se puede extender, se apruebe en el Congreso el proyecto de Ley de la Pequeña Minería y de la Minería Artesanal en Perú (Ley MAPE).

Ríos advierte que el proyecto de Ley MAPE se está buscando aprobar de una manera «apresurada», sin consultar a la ciudadanía, con un pobre enfoque sobre el impacto ambiental de la minería, entre otros vicios que impedirían una efectiva formalización de los mineros informales.

«Por ejemplo, la Ley MAPE plantea que se pueda aplicar el silencio administrativo positivo. Esto significa que si tú presentas un trámite sobre materia minera y el procedimiento establece que ese trámite demora 10 días, por ejemplo, y llega el día 11, no importa el contenido de lo que quieras tramitar, pues este se aprueba porque el funcionario no generó observaciones dentro del plazo que se manejaba para ese trámite», detalla Ríos.

DERECHO MINERO
Por otro lado, de parte de los mineros informales existen reclamos que se pueden considerar razonables respecto a su derecho a que recibir facilidades para ejercer su actividad extractiva.

«Lo que buscan los mineros artesanales, la pequeña minería, es que todas las comunidades campesinas que se dedican a producir en sus tierras ancestrales tengan la posibilidad de un empleo ante el fracaso del modelo neoliberal. La gente ha avanzado y tiene ahora una gran oportunidad de desarrollo en los recursos de la minería y en sus propias tierras», dice a la Agencia Sputnik el congresista Roberto Sánchez, defensor de la causa minera informal.

Sánchez, miembro de la bancada de Juntos por el Perú (izquierda), apunta a una «falla injusta» dentro de las pretensiones de que a los mineros informales se les impida el ejercicio de sus actividades.

«En Perú, el 70 por ciento de la economía se desarrolla de manera informal, no sólo la minería. El Perú es un país informal en su economía, eso tenemos que decirlo con categoría, entonces que el Gobierno no sea más papista que el papa cuando dice que la informalidad del sector de la minería hay que combatirla: lo que hay que combatir y perseguir es al crimen, a la ilegalidad», afirma el congresista.

Por lo pronto, las protestas de los mineros han cesado desde que el Gobierno decidió llevar a cabo mesas de trabajo intersectoriales para atender sus demandas, aunque las posibilidades de un acuerdo que satisfaga a todas las partes se presumen bajas.

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