Perú

Regalias para las míseras regiones mineras

Periódicos – Liberación
12/11/2009
Escrito por Jorge Manco Zaconetti   
Según el excelente «Informe sobre Desarrollo Humano: Perú 2002 Aprovechando las Potencialidades » del PNUD, los departamentos mineros, prácticamente todos los andinos desde Cajamarca a Puno, se han empobrecido en los últimos años. Ello plantea la necesidad de interrogarse sobre los modelos de desarrollo, y el impacto de la minería que se desenvuelve en el país. El sector minero ha sido el único que ha crecido en la década pasada de manera sostenida en tasas superiores al 8 %, captando los mayores montos de inversión gracias a una serie de beneficios tributarios exclusivos y excluyentes.
Entre los años de 1993 y el 2001 el sector minero metálico ha producido significativos volúmenes de minerales. Así, la producción física en el período mencionado aumentó en 89.4 por ciento respecto al cobre, la del plomo en 1,188 por ciento, el zinc en 58.2 por ciento, la plata en un 60 por ciento, la del oro en un 355 por ciento, el estaño en un 167 por ciento y el molibdeno en un 99 por ciento. Sin embargo, en las provincias mineras se ha profundizado la miseria extrema y los niveles de subempleo. Por ello, se podría decir: ¡A más producción minera mayor la miseria de las provincias mineras!

La fría estadística económica señala con la información oficial que entre 1993 y el 2000, las empresas mineras han exportado valores equivalentes a los US $ 20,345 millones de dólares y el canon minero percibido por las regiones entre 1992/2000 apenas ha significado los US $ 147 millones, es decir ha representado apenas el 0.72 por ciento de los ingresos de exportación, ello demuestra la falta de equidad y la ausencia de una justicia redistributiva.

Se debe tener presente que el canon minero, conjuntamente con el canon petrolero y el hidroenergético serán los únicos ingresos verdaderamente descentralizados en la medida que los municipios distritales y provinciales más los gobiernos regionales deciden en qué obras deben gastarse tales recursos. Sin embargo, el canon minero al depender del impuesto a la renta pagado por los titulares mineros (empresas), ha representado ridículos montos gracias a las «sacadas de vuelta» al impuesto por los beneficios tributarios.

Por ello, se debe tener presente la experiencia internacional de América Latina expuesta en las múltiples investigaciones realizadas por la CEPAL donde en Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador, México, Bolivia, Venezuela, el Estado y/ o los gobiernos provinciales perciben «regalías» por la explotación de los recursos mineros, que son no renovables y agotables en el tiempo. En aquellos países se consideran que las regalías son un medio importante para que las localidades en que se encuentran los yacimientos perciban parte de la riqueza obtenida para hacer sustentable en el largo plazo la actividad minera con el entorno social.

En nuestro país debiera establecerse el pago del 3 por ciento de regalías mineras sobre el valor de las ventas de los productos metálicos y no metálicos, tal como lo recomiendan estudios del Banco Mundial. Con tal medida, el Fisco podría captar más de US $ 100 millones de dólares anuales por las regalías sobre el valor de las ventas de los productos mineros, más los montos correspondientes al 50 por ciento del impuesto a la renta por distribuir por concepto de canon minero para el año 2001 que resultan equivalentes a los S/ 164 millones de nuevos soles, que agregados al canon minero no metálico (cemento), generaría significativos recursos superiores a los S/ 520 millones de nuevos soles que podrían financiar los empobrecidos presupuestos de los nuevos gobiernos regionales. Con tales recursos se podrían financiar o levantar capitales para obras de impacto regional y aliviar en algo la lacerante pobreza. Por allí debiera empezar cualquier reforma tributaria.