Internacional

Manos fuera de Dersim”: protesta contra la destrucción ambiental y cultural

En Dersim, cientos de personas se movilizaron contra la minería, la destrucción del entorno natural y la nueva ley medioambiental. Activistas y referentes políticos acusan al gobierno turco de erosionar la identidad de la región en nombre del desarrollo.
ANF DERSİM 16/11/2025

En la provincia alívi-kurda de Dersim (tr. Tunceli), numerosas personas protestaron el domingo contra la destrucción medioambiental, los proyectos mineros y la explotación de sus medios de vida. La protesta fue organizada por la Plataforma por la Naturaleza, la Vida y el Medio Ambiente. La concentración central en la Plaza Seyit Rıza comenzó con una marcha de protesta.

Bajo el lema «No permitiremos la explotación ni la codicia – ganaremos, la vida prevalecerá», representantes de la política y la sociedad civil hablaron sobre la destrucción de la naturaleza, la cultura y la identidad en la región. La copresidenta del partido dem, Tülay Hatimoğulları, también participó en la manifestación.

Ataque a la fe, la memoria y la identidad

En un comunicado leído en turco y en el dialecto kurdo Kirmanckî, la plataforma advirtió sobre la destrucción sistemática del equilibrio ecológico en Dersim. «Lo que está ocurriendo aquí no es progreso, es ecocidio y un proyecto de erradicación cultural», afirmó.

La plataforma criticaba que, bajo el pretexto del desarrollo, el ecoturismo y la creación de empleo, hábitats valiosos, vías fluviales y bosques estaban siendo destruidos y sacrificados en favor de intereses económicos. «El turismo de caza, la comercialización de sitios sagrados y la construcción de megaproyectos no solo fueron un ataque al medio ambiente, sino también a la identidad cultural de la región. Los ataques están dirigidos no solo contra la naturaleza, sino también contra la memoria, identidad, futuro y fe de la población», subrayó.

Derecho ambiental como nuevo objetivo

Las críticas fueron especialmente duras respecto a la nueva ley medioambiental, que, en opinión de la alianza, representa «una transferencia legal de la naturaleza, el agua, el trabajo y el futuro a las corporaciones privadas.» La ley permite la invasión de la naturaleza y las áreas de conservación del agua y, con la promesa de inversión, legaliza aún más la destrucción.

La plataforma instaba a las iniciativas de protección medioambiental, a las organizaciones de derechos humanos y a la oposición política a unir fuerzas para oponerse a la ley: «Quienes defienden la vida deben resistir ahora—la naturaleza no será subyugada. El Munzur fluirá libremente, el pueblo ganará.»

Hatimoğulları: No progreso, sino destrucción organizada

La copresidenta del Partido DEM, Tülay Hatimoğulları, describió la situación como resultado de un «saqueo legalmente autorizado». Acusó al gobierno y a la élite económica de utilizar las instituciones estatales para promover deliberadamente proyectos mineros e infraestructuras, en detrimento de la población y el medio ambiente. Solo en los últimos 18 meses, se han emitido 698 nuevas licencias mineras en Turquía, cubriendo un área tan grande como toda la provincia de Trabzon. «Solo en Dersim están previstos 145 proyectos mineros. Esto no es política de desarrollo, es un ataque al agua, al suelo y a los medios de vida de la población», dijo Hatimoğulları.

También criticó el nombramiento de un fideicomisario para el Ayuntamiento de Dersim, que no está tomando medidas contra las corporaciones sino contra las protestas de la población: «A los representantes democráticamente elegidos de esta región se les está despojando de su poder para permitir la venta de la naturaleza.»

Conexión con la cuestión de la paz

Hatimoğulları también situó los ataques a la naturaleza en un contexto más amplio. Habló de la transición necesaria hacia un modelo democrático de sociedad en el que la paz, la ecología y la igualdad van juntas. En este contexto, se refirió al llamamiento de Abdullah Öcalan por la Paz y la Sociedad Democrática del 27 de febrero para un nuevo proceso de paz.

«La paz no solo significa el fin de la violencia. Significa vivir en armonía con la naturaleza, con el lenguaje, con la cultura y con las creencias de todos. Quienes desean la paz también deben defender la naturaleza», dijo. Al mismo tiempo, Hatimoğulları pidió el fin de la represión estatal contra la oposición, incluido el CHP. El espacio democrático debe abrirse, no restringirse más, exigió.

Resistencia de las aldeas

Además de los políticos, los aldeanos de Dersim también daban su opinión. Explicaron que Dersim es más que un lugar geográfico: es «sagrado», un lugar donde la naturaleza, la espiritualidad y la memoria se entrelazan. Un residente anciano dijo: «No nos rendimos en 1938, ni en Maraş, y no lo haremos hoy. No queremos minas. Nuestros hijos deberían vivir aquí, no entre el hormigón y el polvo.»

Final musical

La protesta terminó con conciertos de los artistas Şevin y Taylan Yıldız. Acompañados por música y danzas tradicionales de Govend, los participantes reafirmaron su determinación de resistir. El mensaje final fue: «La voz de Dersim no será silenciada, el Munzur fluirá libremente.»

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