Guatemala

¡Que cierren, que reparen los daños! y… ¡¡¡Que se vayan!!!

Guatemala es un país donde pareciera que las cosas no cambian y si cambian van a pasos extremadamente lentos. Grandes luchas sociales se ven minimizadas por la actitud indolente de funcionarios ejecutivos de ocasión que se garantizan su futuro individual a costa de vender la dignidad de los Pueblos de donde provienen, o por lo menos de los pueblos de los cuales viven.
Pocos pero aun muy poderosos sectores sociales pretenden continuar manejando el país como la finca que heredaron de sus abuelos peninsulares o criollos. Otros mas pretenden hacer la competencia a esta rancia oligarquía mediante parecerse a ella en lo corrupto, adinerado y encumbrado en el poder.
Para que la situación actual en torno a la minería sea ahora un debate nacional, sea uno de los factores de discusión comunitaria y legislativa mas álgidos y evadidos en algunos casos, han tenido que pasar muchas cosas, claro está, con muchos costos para los Pueblos.