Latinoamerica

En Cajamarca, amenazada por la minería, se fortalece la solidaridad de los pueblos

10 de Octubre 2011
El Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina -OCMAL- clausuró el IV Encuentro con una visita especial a Cajamarca, distante un par de horas de Ibagué, capital del Tolima…

Cajamarca es un municipio muy antiguo, enclavado en las montañas de los Andes colombianos donde habitaba el pueblo Pijao. Siempre ha sido un pueblo campesino, tranquilo, hasta que de pronto se vio perturbada por la llegada imprevista de un intruso visitante en el 2003: la AngloGold Ashanti, que comenzó a comprar las fincas, a contratar trabajadores para la fase de exploración minera en los cerros de donde nacen sus ríos. Frente a la necesidad, muchos se enrolaron sin ni siquiera preguntar por qué esos extranjeros han llegado, y sin cuestionarse sobre las condiciones de trabajo que ofrecían.

Los participantes del Encuentro de OCMAL llegaron con el ánimo de fortalecer la solidaridad de los pueblos latinoamericanos frente a la amenaza que representan las compañías mineras para la vida de la naturaleza y de sus habitantes. En una nutrida asamblea varios de los visitantes brindaron sus experiencias:

México compartió una historia: Un día comenzó un incendio en la selva. Todos los animalitos se asustaron sin saber qué hacer y comenzaron a huir para no quemarse. Entonces, un colibrí tomó una gotita de agua en su piquito y voló veloz. Se encontró con el tigre que le preguntó a dónde iba. El colibrí dijo que volaba a apagar el incendio. El tigre inteligente entendió y convocó inmediatamente a todos los animales de la selva para defender la casa común.

Sin agua limpia, sin aire puro, sin alimento saludable no podemos vivir. Para asegurar esto necesitamos estar organizados y luchar hasta conseguirlos, es la experiencia de Guatemala
En Bolivia nos quedan aguas completamente contaminadas y cerros agrietados como herencia de nuestra historia minera. En ninguna parte existe minería responsable ni sustentable.
Chile es ejemplo de devastación y de crecimiento de los bolsillos de los grandes inversionistas. Claro que las compañías gastan millones en propaganda mentirosa y regalos engañosos para convencer a la gente de las supuestas bondades de la minería. En realidad, minería es migajas para hoy y hambre para mañana.
Minería es muerte, acaba con el agua y destruye todo. Es criminal y arruina la salud. Por esto es legítimo gritar: “No a la minería” y soñar siempre en un mundo nuevo sin minería, nos dice Brasil.
Somos dichosos porque tenemos todo para la vida: comida, casa, sobre todo agua. Por eso es valida la frase: Es mejor morir de pie que pasar la vida de rodillas”, nos recuerda México.

¿Alguna vez nos han preguntado si queremos minería? No. ¿Nos han consultado antes de concesionar nuestros territorios a las compañías? No. ¿Han escuchado nuestros reclamos y nuestro rechazo? No. Por lo tanto la decisión es: “Aquí no entran y aquí no se quedan”, como lo han hecho en varios pueblos de Perú.

La música también fue parte del mensaje:

– “Saqueando nuestra cordillera, saqueando empresas extranjeras, golpeando al que reclama…”
– “De la costa al oriente se oye el grito popular:
Afuera las mineras que traen dolor, rencor, terror”.
– “Virgen de las aguas de Kimsakocha, agua viva y libre es agua bendita.
Aquí está tu pueblo, consciente ha venido de que tus agüitas nos han bendecido”.

P. Juan de la Cruz
10 de Octubre de 2011