Cientos de brasileños marcharon este domingo en Rio de Janeiro y Sao Paulo para reclamar un mayor compromiso de los líderes mundiales contra el cambio climático y exigir responsabilidades por el deslave minero en el sudeste del país, la mayor catástrofe ambiental de la historia del gigante sudamericano.
Unas 400 personas participaron en una colorida protesta en la playa de Ipanema de Rio en la víspera de que comience en París la conferencia sobre el clima de la ONU (COP21), a la que acudirán negociadores de 195 países.
Los manifestantes protestaron contra la deforestación, la mala gestión de los recursos hídricos, el cambio climático y hasta hubo quien se disfrazó de oso polar para recordar a las especies en peligro de extinción.
Pero uno de los reclamos centrales fue contra los responsables del alud de barro y desechos mineros que sepultó un pueblo del sureste brasileño a comienzos de mes, contaminó el importante Rio Doce y ya alcanzó el Atlántico.
La ola de lodo -tóxico según la ONU, aunque las compañías lo niegan- se originó tras la ruptura de un dique con residuos de mineral de hierro perteneciente a la brasileña Samarco, propiedad de los gigantes Vale y BHP Billiton.
«Representamos al Río Doce, que ha sido destruido por la minera Vale durante la tragedia de Mariana, que mató a 23 personas en Minas Gerais [sudeste de Brasil, ndlr]. Los daños ambientales son aún inconmensurables, pero lo que es seguro es que afectará a la población de allí, e incluso aquí, que es muy cerca», protestó la manifestante Glaiser Ferreira.
Bajo una fuerte lluvia, alrededor de 300 personas se decidieron a marchar con paraguas y chubasqueros por el centro de Sao Paulo al ritmo de los tambores para pedir más respeto al medio ambiente, así como medidas contra el cambio climático y los gases de efecto invernadero.
Con barro pintado en la cara y el pelo completamente mojado, Silvia Berlinek no dejaba de agitar una pancarta en la que se leía: «Estamos todos en el lodo, solidaridad (con) Mariana».
«Estoy aquí por el desastre ocurrido en Mariana, por todas las tragedias ambientales que están pasando y en defensa de la naturaleza. Brasil tiene una de las mayores biodiversidades del mundo y la estamos tirando a la basura», afirmó a la AFP esta técnica dental de 53 años.