Cuba

Nuevos avances del extractivismo en Cuba

Medios cubanos anunciaron este 23 de abril la constitución de una nueva asociación entre la estatal cubana Geominera S.A., y la empresa canadiense Millbrook Minerals, para ampliar la minería a cielo abierto en la región central de la isla.

Según el Director General de Millbrook Minerals, los canadienses quieren hacer estudios prospectivos en Cuba “porque es una atmósfera muy estable”. Los empresarios canadienses destacaron la seguridad que ofrece la legislación cubana a inversionistas extranjeros.

La no existencia de sindicatos que defiendan los intereses de los trabajadores, la ausencia de Convenios Colectivos de Trabajo para el sector vinculado al trabajo con inversionistas extranjeros, y la terciarización de la mano de obra cubana, son garantías nada despreciables para los capitalistas foráneos, que en este caso buscan nuevos yacimientos de cobre, zinc, metales preciosos, y otros minerales.

Según Ángel Vázquez, Director de Negocios de la cubana Geominera S.A., la región donde se efectuarán los trabajos “es una franja extensa que corre de este a oeste”, en las provincias Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus.

La nueva Asociación dispone de un presupuesto inicial estimado en unos 20 millones de dólares, para un período de 5 años.

En la Cartera de Oportunidades para la inversión extranjera en Cuba se incluyen varios proyectos relacionados con la actividad minera.

A través de prospectos para desarrollar las fases de reconocimiento e investigación geológica se potencian en este momento la explotación y comercialización de metales preciosos (oro y plata), metales base (cobre, plomo, zinc) y otros minerales de interés, los cuales abarcan básicamente cinco regiones y la Isla de la Juventud.

Para el oro, la plata, el cobre, el plomo y el zinc existen 9 prospectos y áreas perspectivas en la región central, 14 en la región Ciego-Camagüey–Las Tunas, y 10 en la Región Sierra Maestra.

En la región Holguín y Macizo Sagua-Baracoa están disponibles 12 prospectos y áreas perspectivas para esos 6 metales y el cromo; y en la Isla de la Juventud 8 prospectos y áreas perspectivas para wolframio, micas y caolines.

¿Y el Níquel?

Por supuesto, el país continúa sus históricas inversiones en el agresivo programa vinculado al sector del níquel, por lo que también ha sido noticia ayer la entrada de nuevos equipos en la Fábrica Comandante Ernesto Guevara, en Moa, mientras se espera el arribo de otros medios para el arranque y la carga en las minas a cielo abierto.

Pero eso no es suficiente; los cubanos trabajan en la construcción de tres grandes plazoletas para el depósito del mineral, lo cual significará una mayor superficie deforestada, además del área ya afectada por las voladuras con explosivos.

Así, Cuba planea producir este año más de 50 mil toneladas de Níquel y Cobalto, según declaraciones a medios nacionales de prensa por parte de Edel Manuel Olivero Garcel, director del Grupo Empresarial Cubaníquel.

En el caso de la fábrica ComandanteErnesto Guevara, tiene posibilidades de sobrecumplir su plan de producción de 19 mil toneladas de mineral.

El país y la canadiense Sherrit International buscan sostener la industria extractiva de níquel, por lo que se ejecutan actualmente unos 50 millones de pesos en mantenimiento en la mencionada fábrica.

La única buena noticia es que, como parte de los mejoramientos, se trabaja en los sistemas de captadores de polvo para minimizar las pérdidas de mineral, lo que como efecto añadido atenúa las graves emisiones que desde décadas realizan al medioambiente, afectando la salud de las comunidades circundantes, sin pagar endemnización alguna.

La Sherritt International está hace más de 20 años en Cuba, donde posee una participación del 49% en la empresa mixta que gestiona las áreas mineras de Moa, en operaciones de extracción, procesamiento y refinación de Níquel más Cobalto; además de producir alrededor de dos tercios del petróleo que se extrae en el país.

Además, Sherritt posee un tercio de participación indirecta en Energas, una empresa mixta para generar electricidad en territorio cubano. Los otros dos tercios restantes los comparten a partes iguales las nacionales Unión Eléctrica y CubaPetróleo.

Fuente:https://guardabosquescuba.org/2018/04/24/nuevos-avances-del-extractivismo-en-cuba/

Cuba

Cuba busca extender sus minas de Níquel a cielo abierto a pesar de sus impactos

La industria cubana del níquel busca expandir sus minas a cielo abierto en busca del preciado metal. Según Juan Ruíz Quintana, director general de Minería del Ministerio de Energía y Minas, se realizan “investigaciones geológicas para descubrir nuevas zonas ricas en ese y otros metales”.La minería a cielo abierto es el método de explotación más difundido en Cuba, y uno de los de mayor impacto ambiental. La vida operativa de una mina está entre 10 y 100 años, sin embargo, los cambios ambientales y socio-comunitarios relacionados persisten por un período mucho mayor. La mayoría de esos impactos son imposibles de evitar, sobre todo, en las condiciones cubanas, en las que muchas veces la dimensión ambiental no se incluye en los proyectos de explotación, el sistema utilizado no lleva implícito las variantes de restauración, y existe una insuficiente formación ambiental por parte de los obreros, técnicos y directivos.

El funcionario participó en un foro internacional sobre la industria del níquel y el cobalto que organiza China cada año, y que sesionó hasta este jueves en la ciudad de Guangzhou, provincia sureña de Guangdong.

De acuerdo con Prensa Latina, Ruíz Quintana presentará un análisis sobre la situación del sector en la Isla, que incluirá las actuales condiciones de la industria nacional del níquel y las perspectivas de inversiones.

Además del polo niquerífero de Moa, existe actualmente en Cuba un proyecto virgen en la zona de San Felipe, Camagüey, donde, según el director general de Minería, hay más de 300 millones de toneladas del yacimiento, y otro más pequeño en la pinareña zona de Cajálbana, con aproximadamente 50 millones.

Contradictoriamente, en el mes de julio, expertos del sector declararon en medios oficiales que, al ritmo actual de extracción, las reservas alcanzarían para unos 18 a 20 años, por lo que la proyección inmediata de la planta  de níquel Ernesto Che Guevara “no va al crecimiento, sino a buscar más eficiencia metalúrgica en la disminución de los costos de producción”.

Días atrás, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, el viceministro de Comercio Exterior de Holanda, Guido Landheer, había referido “algunos tropiezos de la economía cubana por los bajos precios del níquel” a nivel internacional.

De 52 mil dólares por tonelada métrica registrado en 2007, han bajado a un promedio inferior a 10 mil dólares en 2016, con quizás un leve ascenso este año.

La producción cubana del níquel continúa decreciendo, e intentará llegar este 2017 a unas 54.500 toneladas, lo que representa una cuarta parte por debajo de sus mejores momentos.

De acuerdo con IPS, la contracción responde al cierre en el 2012 de la planta René Ramos Latour, y a daños por huracanes en la Ernesto Che Guevara, también limitada por obsolescencia de parte de su tecnología.

No obstante, al cierre de agosto de 2017 Cuba contaba con 468 concesiones mineras vigentes, de estas, 4 permisos de reconocimiento, 32 de investigación geológica, 273 de explotación, 132 de explotación y procesamiento, y 27 de procesamiento.

Impacto

La minería a cielo abierto es el método de explotación más difundido en Cuba, y uno de los de mayor impacto ambiental. La vida operativa de una mina está entre 10 y 100 años, sin embargo, los cambios ambientales y socio-comunitarios relacionados persisten por un período mucho mayor.

Las influencias negativas sobre el medio ambiente están dadas, en forma general, por la degradación total de la vegetación, la fauna, el relieve y el paisaje, así como impactos secundarios relacionados principalmente con la contaminación de los ríos, del aire y del suelo.

Según el Anuario Estadístico de Moa 2015,  el 99.7 % de la tierra de ese municipio oriental están clasificadas como “muy poco productivas” para las labores agrícolas.

Enfermedades, niquel, Cuba

La mayoría de esos impactos son imposibles de evitar, sobre todo, en las condiciones cubanas, en las que muchas veces la dimensión ambiental no se incluye en los proyectos de explotación, el sistema utilizado no lleva implícito las variantes de restauración, y existe una insuficiente formación ambiental por parte de los obreros, técnicos y directivos.

Casi la totalidad de los gastos estatales de inversión para la protección del medio ambiente en Moa, por ejemplo, van a manos del Ministerio de Energía y Minas, quien es justamente la principal entidad contaminante.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas, mientras que el Gobierno local apenas recibió entre 2010 y 2015 poco más de 11 mil pesos para la inversión en medio ambiente, el Ministerio de Energía y Minas accedió por ese concepto a más de 56 millones de pesos del presupuesto estatal.

Lo cierto es que la actividad minera en localidades del oriente cubano ha construido lo que se denominan “paisajes lunares”, es decir, un casi total aniquilamiento de la vida en los parajes donde se asienta, afectando, de paso, a las comunidades humanas adyacentes, cuyos habitantes sufren de enfermedades respiratorias agudas debido al persistente polvo rojo que cubre a esos asentamientos.

En el caso de Moa, las enfermedades respiratorias agudas lideran las cifras oficiales de 2010 a 2015, con el 57% de los reportes, según el Anuario Estadístico de Moa, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas.

Fuente:http://noalamina.org/latinoamerica/item/37872-cuba-busca-extender-sus-minas-de-niquel-a-cielo-abierto-a-pesar-de-sus-impactos

Cuba

¿Qué es Moa? Mirémosla ambientalmente

Ciertamente esta es una tierra de prosperidad económica. La vida promedio o del ser social promedio es buena, en comparación con otros municipios de Holguín, y ello se debe a la fundamental actividad económica y fuente de empleo: la minería. Una minería que se desarrolla estructuralmente en dos grandes fábricas: Pedro Soto Alba y Che Guevara.

El sustento financiero de esta actividad, que aporta un rubro exportable a la economía nacional, proviene de la inversión extranjera, fundamentalmente de la empresa Moa Nickel S.A., lo cual es loable para que la población en general se beneficie de todo lo que aporta en lo socioeconómico. Pero… ¿cuál es el precio a pagar?

1) Paisaje lunar.

Esta inversión y modo de vida trae aparejado un precio muy alto. El paisaje que se muestra es algo común, no solo cerca de las áreas de explotación minera; sino en lugares de prueba dentro de comunidades normales.

Por ejemplo: la comunidad conocida como el “200”, lejos de las áreas de extracción y procesamiento de Níquel, tiene una represa seca, donde se han realizado pruebas mineras. Se ha convertido en una laguna seca, pestilente, de un área promedio de 1,5Km2. Resulta deprimente tener que apreciar estas vistas, sobre todo por cómo influye anímicamente en la psiquis, el característico rojizo suelo moense.

2) Contaminación de reservas de agua.

Las reservas de agua en Moa están bien controladas, sobre todo porque contienen altos índices de sustancias químicas (propias del manto freático y composición del suelo, otras aportadas por las empresas extranjeras con anuencia del gobierno) y por ello los visitantes perciben (lo que es normal para nosotros) el alto contenido de cloro.

Existe un mito en Moa respecto a su agua: se dice que es la única capaz de quitar las manchas producidas por la tierra roja de este municipio. Se ha comprobado que el agua es muy blanda, carente de sales, con mayor capacidad de disolver minerales, a diferencia de las aguas, más duras, de otros territorios.

Pero ¿son estas características del líquido vital positivas a largo plazo para la salud de la población? Esta es una pregunta que pulula en el imaginario popular, a contrapelo de lo que las instancias municipales y provincial del Ministerio de Salud Pública promulgan sobre el particular. A mí, que soy de las “moenses ausentes”, me toca decir: “nuestra agua es amarga, pero es nuestra agua”.

3) Emisión de gases contaminantes.

La emisión de los gases como el amoníaco, son realidad común, a una escala elevada. Las nubes de smog bajan sobre la ciudad, y el olor fortísimo afecta el sistema respiratorio de las personas, sobre todo de sectores poblacionales vulnerables como los infantes y los ancianos.

Resulta preocupante comprobar cuán escasos  y no públicos son los estudios locales relacionados con esta situación, y las principales patologías respiratorias en la cabecera municipal. Es como si de manera natural los moenses presentaran una piel amarillenta, dientes bastante afectados por la caries, delgadez, y vejez prematura.

No cuento con argumentos ni herramientas suficientes para enjuiciar a los responsables de esta contaminación y por tanto generadores de estas características provocadas en la población. Lo que sí sé es que dicen mis abuelos que no siempre fue así.

El deber de todos es exigir un ambiente más sano. De ahí, el imperante de exponer una problemática que nos atañe a todos por igual.

Fuente:https://elguardabosquescuba.wordpress.com/2017/08/15/que-es-moa-miremosla-ambientalmente/

Cuba

Explotación minera de Cuba excava en busca del personal perdido

La actual explotación de los yacimientos existentes en el municipio de Minas de Matahambre, en la provincia cubana de Pinar del Río, propicia y facilita recuperar los empleos que en un momento estuvieron perdidos aquí.

MINAS DE MATAHAMBRE, Cuba, 25 jul 2017 (IPS) – Camiones y buldóceres serpentean por la mina a cielo abierto en las lomas de Castellanos, en este municipio del occidente cubano, mientras ocho obreros colocan explosivos en un filón del colorido yacimiento con franjas negras, ocres y rojas.

El ajetreo industrial para obtener plomo y zinc en el proyecto nuevo más importante del sector, revive aquí la tradición minera detenida en 1997 con el cierre de las simbólicas minas subterráneas de cobre, en otro punto de Minas de Matahambre distante de Castellanos.

Entonces, la agricultura quedó como la única fuente económica del municipio.

Parte de la fuerza formada durante un siglo de extracción de metales se reservó pero mucha se perdió, un obstáculo enfrentado por la iniciativa con inversión extranjera, que comenzó las obras constructivas en 2015, este mes de julio empezó la trituración de la piedra y prevé arrancar la planta procesadora el 3 de octubre.

“Hoy tenemos personal gracias a la estrategia de capital humano que se tuvo en el municipio”, dijo Justo Hernández, gerente general adjunto de la Empresa Mixta Minera del Caribe SA (Emincar), en un área segura de la mina durante una visita de un grupo de periodistas.

Con una inversión de 278 millones de dólares, Emincar se ocupa de la extracción de rocas negras con plomo y zinc mezclados, la separación de ambos metales en la planta y el traslado de los volúmenes recuperados al cercano puerto de Santa Lucía, en la costa norte, hasta el vecino megapuerto del Mariel, de donde se exportarán.

El proyecto de la empresa, fruto de la unión entre la estatal Geominera (51 por ciento) y el grupo trasnacional  Trafigura (49 por ciento), con base en Europa, ha generado 1.350 empleos durante la inversión. De ellos, 98 por ciento procedentes del mismo municipio. Cuando inicie la producción, el plantel bajará a la mitad, con similar participación local.

Al igual que otras a actividades industriales, la minería de Cuba sufrió un abrupto descenso durante la crisis económica casi crónica que el país soporta desde 1991.

Por años, la actividad extractiva se redujo a la obtención de níquel más cobalto en el oriente del país, los hidrocarburos en yacimientos terrestres y mármoles, entre otros pocos recursos mineros.

No obstante, Cuba tiene una de las mayores reservas mundiales de níquel asociado al cobalto y ese mineral es el primer producto de exportación en este país insular caribeño.

Pero el metal atraviesa una etapa de bajos precios en el mercado internacional, lo que obligó a la industria a planificar la extracción de solo 54.500 toneladas en 2017, muy por debajo al promedio de 70.000 anuales de la década pasada. Para evitar el impacto interno de estos vaivenes externos,  es que el gobierno impulsa la diversificación de su oferta minera.

Alto y fornido, Hernández ostenta 35 años de experiencia en el sector que en el pasado hizo famoso a Minas de Matahambre, de 857 kilómetros cuadrados con predominio montañoso y 33.733 habitantes. “De entonces se conservaron principalmente los geólogos e ingenieros minero-metalúrgicos”, contó el geólogo a IPS.

“Todo el personal más especializado se trató de mantener en la minería por el potencial de más de 30 años de explotación de la zona”, continuó. Pero, “los más afectados fueron los técnicos, obreros y el personal de oficina, que pasaron a otras actividades en el municipio, como comercio y agricultura”, acotó.

De ahí que Emincar tuvo que capacitar al personal, en especial 56 técnicos, en un perfil integral con conocimientos de minería, geología y tecnología, para su meta de lograr anualmente 100.000 toneladas de zinc y 50.000 toneladas de plomo, así como desarrollar potencialmente en el futuro las reservas de oro, plata y cobre de la zona.

“De ellos, 24 compañeros hoy se entrenan en Perú, en una planta en operaciones, porque en Cuba no tenemos fábrica de plomo y zinc”, precisó Hernández, para quien es clave que el personal “toque el proceso directamente” antes de echar a andar la planta cubana.

“La planta fue pensada como una inversión en el tiempo, con una alta calidad y capacidad, que puede permitir 30 años más de operaciones”, informó Hernández.

La actual mina tiene reservas para 11 años al ritmo productivo proyectado y luego se extraerá por otros 10 años plomo y zinc del yacimiento de Santa Lucía, ubicado a un kilómetro del de Castellanos, y donde también se ubica una localidad costera, parte del municipio de Minas de Matahambre.

En las alturas de la planta que aún no se concluyó, la técnica de seguridad Felicia Despaigne supervisa que los obreros usen los medios de protección. Con 18 años de experiencia en la minería, ella es una de las pocas mujeres que trabajan directamente en el área de producción, donde se perciben los mejores ingresos.

“No hay tantas, en el área somos tres mujeres, y habrá algunas otras más. El resto está en las oficinas y los servicios”, explicó a IPS la trabajadora del emprendimiento donde la fuerza femenina representa 10 por ciento. “A mí me gusta la minería y estar cerca de la producción”, compartió esta vecina de Santa Lucía.

“Esto va a repercutir mucho en la población porque vamos a tener mayor vida, va a mejorar el salario y el trabajo”, valoró. “Al cierre de la mina de Matahambre muchas personas se quedaron desvinculadas (desempleadas)”, recordó la integrante de una familia con arraigo minero.

El esposo de Despaigne trabaja como perforador en Geominera y el hijo de ambos es uno de los artilleros en Castellanos. “Antes el trabajo era más extractivo, sin ver los riesgos ni los daños de los mineros, ahora se le garantizan todos los medios de protección, hay mejor confort y ambiente laboral”, comparó la supervisora.

Sobre carteles gigantes, pequeñas pancartas y murales informativos, la fábrica está salpicada con mensajes como “Por tu familia”, que insta a los trabajadores a seguir las normas de seguridad en los trabajos de alto riesgo, por los que reciben un ingreso promedio equivalente a 130 dólares mensuales, muy por encima de la media nacional.

“Indiscutiblemente la explotación de estos yacimientos propicia y facilita recuperar los empleos que en un momento estuvieron perdidos”, dijo Miosotis Alonso, subdirectora de la Dirección Provincial de Trabajo de Pinar del Río, la provincia adonde pertenece Minas de Matahambre.

“El proyecto se está nutriendo de trabajadores que tuvieron experiencia en la antigua Mina Capitán Alberto Fernández (de cobre) y de jóvenes que tienen una tradición familiar minera”, enfatizó. “Antes del proyecto, Minas (de Matahambre) estaba entre los municipios con más desvinculación de la provincia, sin opciones de empleo”, reveló a IPS.

Compartió que su dirección, que vela por el cumplimiento de las normas laborales, observó en las visitas a la zona que “el estado anímico de las personas en el municipio es favorable porque mejoran los ingresos económicos y la empresa aporta con un impuesto sobre sus utilidades a las arcas del municipio”.

Directivos cubanos y extranjeros de Emincar aseguraron que es cero el impacto contaminante a la población más cercana. Resaltaron medidas de cuidado ambiental como una capa de plástico sobre la presa de cola (con los residuos), hermeticidad en las descargas de mineral y tratamiento y reciclaje de aguas residuales en el proceso.

En medio de una nueva recaída económica, Cuba intenta recuperar el sector minero para mantener sus extracciones de níquel asociado a cobalto, mármol, zeolita, petróleo y gas asociado, y pequeñas cantidades de oro; además de explotar sus reservas de plata, zinc, cobre, plomo, cromo y otros minerales no metálicos.

Fuente:http://www.ipscuba.net/economia/explotacion-minera-de-cuba-excava-en-busca-del-personal-perdido/

mina niquel cuba
Cuba

El dilema en la mina de Moa, entre la economía y el medio ambiente

mina niquel cubaUna mina en la costa sureste de Cuba significa un motor de ingresos para un gobierno carente de dinero, pero al mismo tiempo presenta desafíos para un país que se enorgullece de sus reservas ambientales.

Columnas de humo causadas por la interacción de ácido sulfúrico y agua se elevan sobre el río Moa, que sigue su camino a través de la cercana localidad del mismo nombre. El ácido se filtra en los estanques de almacenamiento, que sostienen la escorrentía de la transformación de níquel de los pozos de los alrededores de la mina. Los residentes dicen que se han acostumbrado al aire y agua contaminados, cuyo polvo vienen de la excavación de níquel de la tierra, liberando los gases cuando el níquel se procesa en la planta.

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Cuba

La industria del níquel contamina las costas cubanas

JUAN CARLOS CHAVEZ
El Nuevo Herald,
jueves 07 de agosto de 2008

Al menos 1,350 hectáreas de aguas costeras en el municipio cubano de Moa, en la provincia oriental de Holguín, registran altos niveles de contaminación debido a las actividades de la industria del níquel en la zona y a la eliminación de desechos tóxicos y residuales que son indiscriminadamente vertidos en los ríos, denunció un experto que participa en la conferencia anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE), con sede en Miami. Sigue leyendo