Pobladores de Tasco se oponen a pagar el precio de los problemas ambientales que significaría la reapertura del yacimiento ‘El Banco’. Es una mina de hierro a cielo abierto a 2.900 metros sobre el nivel del mar, sus actividades fueron suspendidas desde 2002.
«Desaparecieron numerosas fuentes de agua, muchos terrenos se volvieron inestables, nos desviaron dos quebradas, más de 60 familias tuvieron que irse de sus casas ante el temor de un derrumbe, incumplieron promesas. La comunidad sufrió daños en todos los sentidos, económicos, ambientales, sociales». Esto es lo que responde Luis Carlos Ochoa, concejal de Tasco, Boyacá, cuando se le pregunta qué ha dejado la explotación minera en su región. Es esa la misma respuesta cuando explica por qué los pobladores no quieren permitir la reapertura de la mina de hierro ‘El Banco’ en la vereda El Pedregal. (Vea: así luce la mina tras más de una década fuera de actividades).



En el corregimiento La Caucana de Tarazá, un centenar de familias se preguntan por qué las tierras baldías que habitan y trabajan desde hace más de 20 resultaron en manos de la empresa minera Cerro Matoso S.A., y no adjudicadas a ellos.
Anglogold había solicitado autorización para construir 83 plataformas en los puntos definidos por el Ministerio de Ambiente, dentro del área de restricción establecida para trazar el Túnel de la Línea.
Comunicado de prensa
Marmato, ubicado departamento de Caldas, noroeste de Colombia con 8,000 habitantes, posee una de las últimas reservas de oro en el mundo, valoradas en 20 mil millones de dólares. Razón por la que se le llama «el pesebre de oro de Colombia».
En estos días la multinacional sacará con la fuerza del ESMAD a 64 familias Wayúu de terrenos que, según expertos, hacen parte de territorios ancestrales de los indígenas. La comunidad Wayúu, de Jamiche, ubicada en el área urbana del municipio de Barrancas, La Guajira, será expulsada de su territorio por la empresa de carbón Cerrejón. Pero los indígenas no tienen a donde ir.
En algunas de las tierras, que son ricas en oro, aún hay presencia de grupos armados al margen de la ley.
El Tribunal Superior de Antioquia tomó una histórica decisión que protege los derechos ancestrales de los indígenas Embera Katio del Chocó, cuyas tierras eran disputadas con empresas mineras que pretendían explotar esos predios.
La actividad minera tanto legal como ilegal está afectando algunas fuentes de agua que surten acueductos rurales y urbanos en el Valle del Cauca.
El estudio revela que el sector minero tiene la reputación más desfavorable en Colombia, pues el 47% del público y el 43% de los ejecutivos piensan que de 14 sectores, éste es el más desafiado en reputación por sus efectos sobre el medioambiente. Lo siguen, también en Colombia, el sector químico y el sector de seguros de salud.