Latinoamerica

Balance de la 5 Marcha Carnaval. Sí a la Vida, No a la mina.

El pueblo de la raza Pijao, valiente y bravía, se ha expresado este 5 de Junio, Día Mundial del Medio Ambiente, en la 5 Marcha Carnaval. La invitación realizada por el Comité Ambiental en Defensa de la Vida del Tolima (CADVT) fue acogida por numerosos sectores de la población. Campesinos, indígenas, estudiantes, profesores, líderes comunales, municipales y departamentales asistieron a este multitudinario evento, que convocó más de 30.000 personas.

La experiencia histórica y el momento actual, con el apoyo de diversas entidades territoriales como Cortolima, la Personería, la Contraloría, la Gobernación, la Alcaldía y, de manera decisiva, la creciente movilización popular, hacen plausible plantear que sí es posible detener el proyecto minero la Colosa. Existen razones para pensar que es una realidad la posibilidad de conjurar los intereses de quienes desean apropiarse del oro que se encuentra en esta zona montañosa de Cajamarca.

El valor de las multitudes para decir al unísono Sí a la vida, No a la mina; el agua vale más que el oro, fue la nota predominante de la jornada. La entusiasta participación ciudadana, civilista y pacifista, le establece límites a la locomotora minera como política de estado, interesada en el crecimiento económico, con altos costos ambientales y sociales; además, se constituye en una invitación a ejercer la democracia directa como método de acción.

Disfraces, pancartas, antifaces, pinturas, carteleras, máscaras, trompetas, tambores y atuendos de todo tipo fueron los medios para expresar la alegría del Carnaval en defensa de la vida, el agua y el medio ambiente, contra la amenaza de los proyectos de minería a gran escala. Los y las tolimenses desplegaron sus mentes para defender el derecho a un vida digna y a un ambiente sano.

La masiva participación ciudadana debe ser interpretada como un mandato popular para que el gobierno nacional tome nota de las siguientes acciones, expresadas en la lectura de la Declaración política realizada por el profesor Ramiro Gálvez Aldana a nombre del Comité Ambiental en Defensa de la Vida del Tolima (CADVT), relacionadas con la cancelación inmediata de los títulos y proyectos mineros que se encuentren superpuestos sobre todos los ecosistemas estratégicos del Tolima y el país, como es el caso de las zonas de páramo. En consecuencia, anular específicamente el proyecto La Colosa, que tiene 50 hectáreas sobre el Complejo de Páramos de los Nevados.

En el mismo sentido, Aplicar el “principio de precaución” de manera inmediata frente a todas las licencias y proyectos en el Tolima y el país que se desarrollen sobre cuencas hidrográficas, zonas productoras de alimento y recarga de acuíferos, así como establecer una Mesa de Interlocución directa con el Gobierno Nacional sobre la base de defender la vocación productiva y los ecosistemas estratégicos del departamento del Tolima, con participación directa y decisiva de las comunidades. Además, derogar los decretos 933, 934 y 935 del Ministerio de Minas por negar el derecho a la autonomía territorial y, finalmente, revisar todo el ordenamiento territorial del país bajo criterios de sustentabilidad ambiental, autonomía alimentaria y vida digna de los pueblos y comunidades tanto rurales como urbanas.

El peligro que se cierne sobre la población Tolimense y la Cordillera Central requiere de una convocatoria masiva que incluya el tema de la minería, la defensa del agua y la vida, el rechazo al maltrato animal, el impulso a la agricultura orgánica y, en especial, una solución al problema del agua que hemos sufrido por décadas los Ibaguereños, alejada de cualquier idea de privatización de la empresa de acueducto y alcantarillado de los ibaguereños (IBAL) que solamente beneficie a ciertos particulares ante un eventual incremento en las tarifas del servicio de agua, situación que golpea la economía de las familias Ibaguereñas. En el marco de esta perspectiva se ubica la posible realización de un Gran Paro Cívico Regional, idea que podría resultar determinante para salvaguardar los genuinos intereses regionales.

Sumado a lo anterior, es importante mencionar que, si bien es cierto, el caso de la Colosa es el más próximo a nuestra realidad, es necesario enfatizar en la existencia de múltiples problemáticas similares en el territorio nacional. La Defensa de los páramos de Santurbán y Pisba, en Santander y Boyacá, respectivamente, así como del río Rancherías en la Guajira, al igual que el Cerrejón, Cerromatoso, Marmato y los emprendimientos mineros en Antioquia; además de la brega de los coterráneos Huilenses contra la hidroeléctria el Quimbo, plantean la urgente necesidad de unir esfuerzos en torno a la defensa de la vida y del medio ambiente. Es el momento para estrechar lazos de solidaridad a través de una iniciativa de carácter nacional.

Por: Alejandro Leal Castro.
Integrante
Comité Ambiental (CADVT) y
Conciencia Ambiental (CA)