Agustín de Vicente 21/11/2025
El mercado global del litio se transforma: minería y procesamiento downstream ganan protagonismo con más demanda de baterías, auge del BESS, reciclaje, DLE y políticas que fortalecen cadenas de valor locales en EE.UU., Europa y Asia.
El mercado mundial del litio atraviesa un momento de transformación. Y aunque los precios han mostrado volatilidad, las principales compañías y analistas coinciden en que el futuro del sector está lejos de desacelerar: por el contrario, todo apunta a un fuerte crecimiento del procesamiento downstream, la etapa donde el litio se convierte en productos de alto valor como hidróxido y carbonato de grado batería.
Un mercado que cambia de foco: de la mina a la refinación
La expansión de los vehículos eléctricos (EV), los sistemas de almacenamiento energético (BESS) y la transición hacia energías limpias está moviendo el eje de la industria.
Hasta hace pocos años, la extracción concentraba la mayor atención. Hoy, el foco se desplaza a la refinación, conversión y reciclaje.
Según distintos analistas, entre 2024 y 2030 el “campo de batalla” será el downstream, mientras que el mineral en bruto tenderá a verse como un “commodity de alimentación”.
Hidróxido de litio: el producto que domina la nueva generación de baterías
El hidróxido de litio, clave para cátodos de alto níquel utilizados en baterías avanzadas de EV, está ganando terreno a una velocidad inédita.
Se proyecta un crecimiento anual compuesto de 23,51% al 2029, hasta alcanzar unas 564.000 toneladas LCE.
Estados Unidos, Europa y Canadá aceleran para competir con China
China sigue dominando con claridad la capacidad de refinación. Sin embargo, otras regiones están reaccionando.
Estados Unidos, Canadá, Australia y la Unión Europea impulsan políticas para atraer plantas de refinación, reciclar baterías y fabricar precursores de cátodos de forma local.
El objetivo es doble:
Seguridad de suministro, ante tensiones geopolíticas.
Captura de valor, en una industria que ya no quiere limitarse a exportar insumos.
Aun así, especialistas advierten que el verdadero cuello de botella será la capacidad de procesar materiales activos, no la extracción.
Reciclaje y DLE: las tecnologías que podrían cambiar la industria
El reciclaje y la Extracción Directa de Litio (DLE) son vistos como los próximos motores del sector.
Un ejemplo es Envirostream, filial de Livium, que extendió por tres años su contrato con LG Energy Solution para el reciclaje de baterías. La empresa procesará toneladas de baterías fuera de uso, generando black mass que LG podrá recomprar.
EVs y energía limpia impulsan la demanda global
Según PwC, el crecimiento es claro:
En 2030, uno de cada dos autos vendidos será eléctrico.
La demanda global de baterías crecerá 35%.
La demanda conjunta de litio, níquel y grafito podría subir de 400.000 t a 6 millones de toneladas.
El avance del almacenamiento energético también juega un rol importante: los sistemas BESS instalaron 58% más capacidad en el primer semestre de 2025 respecto al mismo período de 2024.
BESS: el nuevo protagonista silencioso
Además de los vehículos eléctricos, el mercado está viendo otro gigante emerger: el almacenamiento energético a escala de red.
El proyecto Merredin Big Battery en Australia es un ejemplo de esta tendencia. Con 100 MW y cuatro horas de almacenamiento, será clave en la transición energética regional.
Para varios ejecutivos del sector:
“El BESS es el ‘caballo negro’ de la demanda de litio. El crecimiento de renovables está obligando a construir almacenamiento a gran escala.”
Mineras proyectan un rebote y un mercado más maduro hacia 2030
A pesar de la volatilidad, los líderes del sector descartan una contracción estructural:
La demanda seguirá creciendo a un ritmo cercano al 12% anual.
La transición energética continúa acelerándose.
Las renovables están ampliando el acceso a electricidad en regiones donde antes no era posible.
Expertos consultados por Mining.com.au prevén un rebalanceo del mercado en 2026–2027 y precios incentivadores desde 2028.
Nuevas capacidades y cadenas de valor regionales
EE.UU. avanza con proyectos como Thacker Pass, mientras Europa financia iniciativas como Vulcan Energy, que recibió hasta €500 millones del Banco Europeo de Inversiones para su planta de hidróxido en Alemania.
En Canadá, St-Georges Eco-Mining ya procesa concentrados de espodumeno en una planta piloto para producir hidróxido de litio con tecnología propia.
Innovación: refinación modular y baterías más avanzadas
Empresas como Mangrove Lithium desarrollan tecnologías que permiten convertir cloruro de litio en hidróxido de alta pureza con hasta 40% menos costo operativo.
A esto se suman avances en:
baterías de estado sólido,
químicas de alto níquel y cobalto,
mayor densidad energética,
mejoras en tiempos de carga.
Conclusión: la carrera del litio ya no se gana en la mina, sino en la química
La industria coincide: el litio seguirá creciendo y el valor se trasladará al procesamiento, la tecnología y la integración industrial.
El mercado del futuro estará dividido en dos grupos:
Productores de mineral, esenciales pero con márgenes más estrechos.
Procesadores downstream —refinadores, fabricantes de cátodos, recicladores— que capturarán la mayor parte del valor.
Para los actores del sector, la estrategia es clara: asegurar offtakes, fortalecer refinación, demostrar desempeño ESG y construir cadenas de valor regionales. Quienes logren esa integración serán los protagonistas de la próxima década del litio.
https://www.reporteminero.cl/noticia/noticias/2025/11/mercado-litio-crecimiento-downstream-bess-reciclaje-procesamiento-global


