El Salvador

Explotación minera: la gestación de una nueva confrontación

Diario Co Latino
Miércoles, 18 de Junio de 2008

El cantón Trinidad, en Sensuntepeque (Cabañas, El Salvador), muestra con claridad lo que podría ser el inicio de una confrontación social impredecible, provocada por el actuar la empresa minera Pacific Rim y por la pasividad del Ejecutivo que, hace más de dos años, debió rechazar en forma definitiva los proyectos mineros en el país, dada su inviabilidad económica, social y ambiental.

Esta comunidad era una de las más tranquilas y pacíficas en el Departamento de Cabañas y en toda la zona norte, hasta que la referida compañía canadiense llegó al lugar para buscar oro y plata en el subsuelo, gracias a una licencia de exploración otorgada por el Ministerio de Economía. Esto generó unr echazo generalizado de la población, que obligó a Pacific Rim a retirarse.

La acción definitiva se dio en abril de 2007, cuando centenares de pobladores presionaron y obligaron a la empresa extractiva a abandonar el cerro El Limón, donde había instalado máquinas perforadoras en busca de metales preciosos.

La empresa secomprometió a respetar la decisión de la comunidad y aseguró que no volvería a intentar establecerse en dicha montaña. Pero PacificRim inició una estrategia de compra de voluntades a algunos líderes y a pobladores que se oponían a la minería.

Esto causó divisiones y conflictos familiares y comunitarios que se han venido agravando en los últimos meses.

Ahora, familias y vecindades se enfrentan constantemente debido a sus posturas encontradas sobre la eventual explotación minera.

Caso ilustrativo es el de la familia Menjívar.
Algunos de sus miembros –como Ferman y Edelmira Menjívar– adversan los proyectos mineros, se han incorporado al Comité Ambiental de Cabañas y luchan en defensa del agua, el medioambiente y de la vida. 

Pero otros –como Óscar Menjívar–simpatizan con Pacific Rim y agreden a sus mismos familiares y vecinos que rechazan la minería.

Llama la atención que luego de algunos incidentes, los tribunales de Sensuntepeque sólo han enjuiciado a los opositores a la minería, mientras los promotores de Pacific Rim quedan impunes.

Eso sucedió entre marzo y diciembre de 2007 con Fermany Edelmira Menjívar, quienes fueron procesados por presiones de la empresa minera, pero no sus agresores activistas de Pacific Rim.

En el último enfrentamiento entre miembros de la mencionada comunidad, Oscar Menjívar atacó con un corvo a José Santos Rodríguez, su antiguo vecino, amigo y compañero de pesca en el Río Lempa, a quien la cortó dos dedos de su mano derecha.

El victimario fue absuelto por un juez de Sensuntepeque por “falta de pruebas”, sin siquiera constatar el estado del agredido.

Hace sólo una semana, José Dolores Velasco se suicidó después de que su familia lo expulsara de la casa, acusándolode tener vínculos con “los guerrilleros” que se oponen a los proyectos de Pacific Rim.

Este joven de 18 años sufría el permanente hostigamiento de su madre y sus hermanos influenciados por la propaganda y las presiones de la referida compañía minera.

Hasta hoy ninguna institución estatal se ha ocupado de este problema que tiende a acrecentarse y a generalizarse en todas las comunidades dondePacific Rim tiene licencias de exploración y practica la misma estrategia de división de familias y comunidades.

En Trinidad, la situación actual es tensa porque la empresa volvió al cerro El Limón y ha provocado el descontento comunitario.

La zona norte del paísfue escenario de la guerra fraticida de los años ochenta y en esa misma región, Pacific Rim y otras compañías mineras de Canadá, Estados Unidosy Australia generan conflictos y enfrentan una resistencia comunitaria ascendente.

Ojalá que este gobierno, que habla de paz social, decida pronto impedir la minería y, así, evitar motivos para nuevas confrontaciones. La sociedad civil y todas sus organizaciones de derechos humanos y promotoras de la cultura de paz deberían poner atención a lo que está sucediendo en Cabañas.

La comunidad internacional, que desea ver a nuestro país desarrollado y en paz, debería exigir a las empresas mineras abandonar El Salvador, antes de que sus actuaciones provoquen conflictos de consecuencias inimaginables.

*Equipo de Comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, El Salvador.