EDITORIAL
28/05/2025
La semana pasada, el ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, anunció en conferencia de prensa que el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) llegará a su fin este año y que tendremos una nueva ley de minería artesanal y pequeña minería (Ley MAPE):
“No habrá Reinfos, por ende, esta disposición ya no estará vigente el próximo año, llega hasta donde llega el proceso de formalización con el Reinfo, máximo 31 de diciembre del año 2025, por lo tanto, se extingue el Reinfo y se extinguen todas las normas vinculadas al Reinfo, y esto sucederá en algún momento de este año, fecha máxima posible 31 de diciembre del 2025. El próximo año no habrá Reinfos, el próximo año tendremos la nueva ley de la pequeña minería y minería artesanal”.
Lo que no ha dicho el ministro Montero es que ni la Ley MAPE ni la ampliación de la vigencia del Reinfo, en realidad, dependen él: dependen, sobre todo, del Congreso de la República. Y se sabe que, en este espacio ―sobre todo, en la Comisión de Energía y Minas― las presiones de los gremios de mineros y los cálculos políticos de las diferentes bancadas son lo que caracteriza el día a día. Por lo tanto, no se puede asegurar lo que va a pasar en el Congreso.
El ministro Montero tampoco ha aclarado que su despacho ha renunciado a presentar una nueva propuesta de Ley MAPE, pese a que la anunció cuando asumió el cargo. Cuando, en estos días, ha anunciado que el Minem ha presentado un proyecto de ley, en realidad se refiere a la propuesta de noviembre del año pasado y que, dicho sea de paso, le costó el puesto al entonces ministro Rómulo Mucho. A lo máximo que ha llegado el Minem es a entregar un informe con 15 recomendaciones relacionadas con la Ley MAPE.
El actual titular del Minem ha optado por la posición cómoda de que el Congreso elabore la nueva propuesta de ley, con todo lo que ello implica: no hay que ser adivino para pronosticar que es probable que de la Comisión de Energía y Minas salga una propuesta de ley que, en realidad responda a los intereses de los que quieren mantener el actual statu quo.
Tampoco se puede descartar que es posible que termine el año y que no se apruebe una nueva Ley MAPE y que, llegado el mes de diciembre, nuevamente se esté discutiendo una nueva ampliación del Reinfo. Si se presenta esta situación, habrá que ver qué fuerza política se va a animar a cerrar definitivamente el Reinfo en pleno proceso electoral.
Por lo tanto, hay que tener un poco de prudencia con lo que se afirma. El escenario de una posible nueva Ley MAPE y el destino final del Reinfo se encuentran muy lejos de una verdadera definición.
Cooperaccion