Los grandes proyectos mineros no se concretaron y su futuro es incierto, pero en Cerro Chato y Valentines la vida ya no es la misma. Los vecinos aseguran que se deterioraron las relaciones entre conocidos de siempre e incluso familiares. Las diferencias están entre quienes tienen expectativas de progresar económicamente en el lugar y evitar la emigración, y quienes piensan que no es un buen negocio para el país.
Los que se opusieron celebran que el proyecto minero no se haya concretado porque aseguran que «nos iban a instalar una bomba de tiempo en medio del país».



Los trabajadores de la firma india Aratirí aceptaron la oferta del nuevo socio inversor Aurum Ventures, que se hará cargo de pagar los despidos a los 94 empleados que estaban en seguro de paro desde hace cuatro años porque el proyecto de minería a cielo abierto en la localidad de Valentines (Treinta y Tres) no llegó a concretarse.
Una recopilación de las luchas contra la megaminería en Uruguay desde 2010 hasta el presente, junto con los análisis y fundamentos técnicos, jurídicos, sociales y políticos de esa movilización social. Si bien se centra en Aratirí, el análisis abarca la minería metalífera a cielo abierto en todo el país y las acciones desarrolladas en los distintos departamentos.
Aratirí presentó días pasados un recurso contra la decisión el juez de lo contencioso administrativo, Alejandro Martínez, en el cual alega que la resolución de brindar información sobre su proyecto la afecta en su condición de tercero interesado, dijeron a El Observador fuentes vinculadas al caso.
El grupo de ambientalistas Uruguay Libre de Megaminería tuvo durante todo el proceso de discusión del proyecto de Aratirí un rol activo tanto en las calles como en los lugares de debate académico. Juntaron firmas para establecer en la Constitución la prohibición de ese tipo de proyectos, y se movilizaron en distintas oportunidades tanto en Montevideo como en el interior. Raúl Viñas, uno de los voceros de la organización, aseguró a El Observador que la lucha del movimiento no se detiene a pesar de que el proyecto Aratirí está sin avances. «Esté o no esté Aratirí no importa, el tema es que existen propuestas en el mundo de armar desastres como estos, y Uruguay no es país adecuado para hacerlo», dijo.
Las recientes declaraciones del presidente Tabaré Vázquez indicando que el proyecto minero de Aratirí «está detenido» y que no dispone ninguna información de su reactivación, a lo que agregó que «pensar un puerto de aguas profundas sin Aratirí no sería redituable», cayeron como un balde de agua fría en ciertos sectores de la sociedad, cuando solo son una constatación realista de la inviabilidad a la que llegaron esos proyectos por sus propias debilidades e inconsistencias.
El plan «piloto» que presentó Zamin Ferrous (Aratirí) al gobierno uruguayo, para empezar a extraer hierro a menor escala mientras tramita el mega proyecto de Valentines (Treinta y Tres), debe enfrentar obstáculos logísticos que implican inversiones millonarias en dólares, sin contar el aspecto ambiental, que ya le ha traído complicaciones a la firma. Pramod Agarwal, propietario de la minera de origen indio, se reunió el miércoles con el presidente José Mujica y jerarcas del Poder Ejecutivo y le propuso un nuevo emprendimiento “más chico” para sacar el mineral de hierro que se acumula en el subsuelo de varios departamentos del noreste.
En diciembre, el Ministerio entregó, luego de un pedido del movimiento Uruguay Libre y en base a la ley de acceso a la información pública, un resumen de 190 páginas sobre el proyecto minero y una lista de temas declarados confidenciales.
Comunicado de Uruguay Libre de Megaminería