Thomas Niederberger 19/08/2025
El gobierno de China estaría adquiriendo oro a un ritmo voraz, como parte de un esfuerzo estratégico para reducir la dependencia del dólar estadounidense. De esta manera, estaría fomentando la minería ilegal en los países del sur, según una investigación del Washington Post. Al mismo tiempo, observamos un crecimiento acelerado de exportaciones de concentrado de oro desde el Perú a China. ¿Es parte de la misma tendencia?
En un reportaje publicado el 12 de agosto en el Washington Post (ver un resumen en español por Infobae), se plantea que la adquisición de oro para aumentar sus reservas estratégicas responde a una política del gobierno chino para aislarse de posibles sanciones de Estados Unidos y reforzar su posición en el sistema monetario internacional. Facilitada a través de redes de empresas chinas, pero también alimentada por operaciones vinculadas a organizaciones criminales, esta política estaría fomentando un aumento de la extracción ilegal de oro en todo el sur global, con impactos ambientales y sociales desastrosos.
Se trataría de una tendencia global, con los ejemplos detallados en el reportaje de Indonesia, Ghana y la Guayana Francesa, sin mención a Perú. Sin embargo, los hallazgos resuenan con una tendencia notable en los datos nacionales: el crecimiento de exportaciones de concentrados de oro de Perú a China, por un factor de casi 20 desde el 2019.
Como se sabe, el oro se exporta típicamente en lingotes de oro doré, por avión, hacia las refinerías situadas en Suiza, Canadá y, cada vez más, hacia India y Emiratos Árabes. Mientras, en el caso del concentrado de oro, clasificado con código del sistema armonizado de mercancías HS 261690 (“Minerales de oro y sus concentrados”), se trata de un concentrado polimetálico, cuyo elemento más valioso es el oro, pero que también contiene cobre, plata, plomo, zinc u otros elementos que requieren de una fundición especializada para separarlas.
Esta última modalidad de la exportación de oro en concentrados por vía marítima no tuvo mayor relevancia hasta muy recientemente. Hasta 2019, no llegó a tener más de 24 mil toneladas anuales, a un valor de US $45 millones. En 2020, casi se triplicó comparado con el año anterior. Y en 2024 llegó a casi 400 mil toneladas, valorizadas en US $884 millones, es decir, un aumento en factor 20 comparado al 2019. Este auge corresponde, justamente, al período post-pandémico, en paralelo al crecimiento de la minería informal e ilegal en el país. Casi la totalidad de concentrados de oro se exportan a China y, en mucho menor medida, a otros destinos como Alemania.
¿Quién exporta concentrados de oro?
A base de una revisión inicial de los datos detallados de declaraciones de exportación por empresas (a los que se tuvo acceso via el portal panjiva.com), dos características de esta modalidad de exportación de concentrados de oro nos llaman particularmente la atención:
Casi todos son exportados por empresas comerciantes (traders) que no operan minas, es decir, lo compran de otras fuentes. Varios de ellos se han creado recientemente.
Muchos de los envíos por vía marítima son cantidades relativamente pequeñas, a veces no más de 100 toneladas de concentrados, empacados en bolsas o ‘big bags’.
El hecho de que las exportaciones se hagan vía traders significa que no conocemos el origen del mineral, ya que no figura en su declaración al momento de embarcar. Sin embargo, podemos asumir que se trataría, en gran parte, de concentrados producidos en las cientos de pequeñas plantas de beneficio a lo largo del país que reciben mineral extraído por mineros artesanales informales e ilegales, algo parecido a lo que pasa con los concentrados de cobre de la minería informal. Otra fuente posible serían pequeñas y medianas minas formales.
Si miramos la lista de las empresas exportadoras de concentrado de oro en los últimos 5 años, las primeras tres son Trafigura (568 mil toneladas), IXM (127 mil toneladas), y Humon Latin America S.A. (50 mil toneladas). Trafigura, con sede en Suiza y Singapur, es el principal trader con depósitos en el Callao. IXM (anteriormente Luis Dreyfus) también tiene su sede matriz en Suiza y opera depósitos grandes en el Callao, pero pertenece al consorcio chino CMOC. Humon Latin America forma parte del grupo empresarial Humon, que opera fundiciones en China.
El restante, aproximadamente una cuarta parte del total, se divide entre una treintena de empresas comerciantes, desde nombres conocidos, que principalmente exportan concentrados de cobre, como MCC / Metallica Commodities, Andina Trade, Metco Trading, Hartree Metals Peru, u Optamine, hasta otros que son de creación reciente y que muestran relativamente pocos envíos, de cantidades pequeñas.
Otro dato llamativo es que Perú también importa concentrados de oro desde Ecuador, Colombia (vía marítima) y Bolivia (por camión). Si bien son cargas relativamente menores, típicamente por unas 100 toneladas, en bolsas, el total de los últimos 5 años llega a 83 mil toneladas, por un valor declarado de 549 millones de dólares. También acá, la mayor parte es del último año y, principalmente, a cargo de Trafigura e IXM, que aparentemente utilizan sus depósitos en el Callao como centro de acopio para luego embarcar estos concentrados, junto con otros de origen peruano, hacia China.
Sabiendo muy bien que la extracción de oro, tanto en Perú como en los países vecinos, es en gran parte ilegal o, por lo menos, de un área gris llamada ‘informal’, y que este sector se encuentra crecientemente vinculado con el crimen organizado y hasta controlado por grupos armados, nos preguntamos: ¿Qué está pasando acá? ¿Estas empresas traders pueden garantizar el origen legal del concentrado de oro que exportan?
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