Mexico

Piden wixárikas a Peña elevar a rango federal la protección de su territorio

Ante falta de respuesta, delegados de 3 comunidades envían segunda misiva al mandatario.

Guadalajara, Jalisco. Autoridades de los pueblos wixárika en San Sebastián Teponahuaxtlán y Santa Catarina Cuexcomatitlán, en Jalisco, y Bancos de San Hipólito, en Durango, enviaron una segunda carta al presidente de México, el priista Enrique Peña Nieto, para que eleve a rango federal la protección como Área Natural Protegida a Wirikuta, su territorio sagrado enclavado en la sierra de Catorce, en San Luis Potosí.

Las tres comunidades, que conforman el Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta, le recordaron al mandatario que desde el 7 de febrero pasado le entregaron otra misiva en la cual le expresaron sus preocupaciones y propuestas en torno a la explotación minera en Wirikuta.

«No tenemos aun respuesta efectiva, sin embargo permanecemos a la espera pues pensamos que su gobierno se encuentra aun ponderando los diferentes asuntos de la nación, confiamos en que su gobierno no permitirá que este caso se vaya para atrás de donde lo dejó su antecesor, la expectativa ante sus reiteradas declaraciones a favor de los derechos humanos y su anunciada decisión de combatir los factores y efectos del calentamiento global son de que no permitirá que los intereses mineros afecten a este patrimonio de la humanidad y de México fundamental para que nuestro pueblo pueda seguir existiendo», se lee en la carta.

En el documento, las autoridades wixárika recordaron a Peña Nieto que desde septiembre de 2010, su pueblo inició una lucha para parar la vorágine de las empresas mineras –la mayoría de ellas canadienses– y agroindustriales en Wirikuta, una extensión desértica de 140 mil hectáreas en el norte de San Luis Potosí.

En la misiva, los representantes del pueblo wixárika externaron al presidente que el presidente municipal de Catorce, Héctor Moreno, ha respaldado públicamente a las compañías mineras.

«Ha mentido (el alcalde) al decir a los habitantes de la zona, al decirles que lo que buscamos es quitarles sus tierras y ha provocado con ello, el odio hacia nosotros y la amenaza muy real de violencia contra nuestros peregrinos».

«Ahora la situación se ha agravado y se ha llegado al absurdo de que ha sido impuesto como presidente del Consejo de Administración de la Reserva Ecológica y Cultural de Wirikuta incurriéndose claramente en un conflicto de intereses al ser pública su parcialidad a favor de la minería y los negocios que han mantenido en su familia y él en lo personal con esas compañías», añaden los wixaritari.

En la misiva, los dirigentes insistieron también en que la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) se abstenga de apoyar las iniciativas «suaves» de personas y organizaciones y de rechazar las posiciones expuestas por el Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta, argumentadas con documentos que abordan los efectos de la minería.

«Estamos peleando en tribunales los derechos que nos asisten, esperamos que esta forma de actuar tan característica durante la administración federal anterior, cambié ahora bajo su mando, el CDI debe dirigirse priorizar el diálogo y la información con las autoridades legitimas de las comunidades y con nuestras asambleas más que las que haga con organizaciones no representativas», se aprecia en el texto.

Los representantes de San Sebastián, Santa Catarina y Bancos de San Hipólito reiteraron a Peña Nieto que «se eleve a rango federal la protección como Área Natural Protegida con pleno respeto a los derechos colectivos de nuestro pueblo y los de nuestros hermanos habitantes de la zona».

También solicitaron la cancelación de concesiones mineras, como lo expuso la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la recomendación 56/2012; que sean clausurados los trabajos de agroindustrias que destruyen la flora, fauna y abaten los mantos fréaticos en la zona; que se inscriba a Wirikuta en el listado de Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad de la Unesco; que se detenga la campaña de desinformación de Héctor Moreno; y una audiencia con el titular del Ejecutivo federal.