Colombia

Pelea por el agua entre Minera Greystar y la ciudadanía bumanguesa

Por Eduardo Pilonieta Pinilla
Duro  pulso se está dando entre la ciudadanía bumanguesa y la empresa Minera Canadiense Greystar por la licencia de explotación de una mina de oro en la zona del Páramo de Santurbán que constituye nuestra reserva hídrica.

La pelea ha tomado unos ribetes interesantes, pues ahora se le está implementando una campaña publicitaria encaminada a convencernos que la empresa Canadiense es la más respetuosa del medio ambiente y que ella y su trabajo no nos causarán ningún daño; antes por el contrario, será un factor de progreso y desarrollo. Ojalá  el poder de los medios no llegue a tener el alcance de adormecernos a todos.

Para extraer un gramo de oro se necesitan 1.000 litros de agua; eso significa que en un solo día se usará el agua necesaria para dar de beber a 800.000 personas, cosa que debe conocerse, analizarse y protestarse.

Además. Estas explotaciones se hacen utilizando cianuro, que es un veneno letal cuyo efecto es impedir que el oxígeno llegue a las células del organismo causando la muerte fulminante en escasos minutos.

De igual manera se utiliza el mercurio, más conocido como azogue, cuya exposición causa daños pulmonares, náuseas, vómitos, diarreas, aumento de la presión arterial y del ritmo cardiaco, erupción en la piel e irritación ocular.

Lo más grave del asunto es que “los efectos nocivos del mercurio pueden ser transmitidos de la madre al feto lo cual le producirá daño cerebral, retraso mental, falta de coordinación, ceguera, convulsiones e incapacidad para hablar”. Que no nos convirtamos en otra Minamata, ese pueblo japonés afectado por la contaminación con este elemento que una empresa de productos químicos vertiera en aguas de consumo humano y cuyos efectos continuaron durante 30 largos años, afectando todo tipo de vida en la región.

Qué sucedería si por cualquier circunstancia, en especial de esas naturales que se salen de todo control humano, las fuentes hídricas del páramo entraran  en contacto con los residuos de la explotación?

Sencillamente que nos quedaríamos sin agua, tragedia social que podrá  evitarse negando el permiso de explotación minera en las zonas del páramo que nos surten del vital líquido