Mexico

Oro de Cananea

28 de Julio 2012
Federico Campbell
La hora del lobo

 

 

En memoria de Dulce Kuri
En memoria de Esther Tusquets

Cuando algo es falso, cuando una cosa no es lo que parece, cuando un anillo es de cobre pero su portador lo presume como de oro, la sabiduría o la cruel ironía del sardónico sonorense le hace decir:

—Sí, oro de Cananea.

Porque lo único que hay en Cananea es cobre. Es como decir “no me des gato por liebre”. Y en eso estamos con lo de las minas de oro mexicanas. No nos pertenecen; las regalamos, por el tradicional servilismo de los presidentes mexicanos ante los extranjeros.

Dice Nicolas Casey en un reportaje de The Wall Street Journal del 18 de julio, que en Los Filos, Guerrero, hay un yacimiento de oro del tamaño de un edificio: de unos 300 metros de profundidad y 510 de ancho.

Es que es muy cara la inversión y no contamos con capital, dicen los Fox o los Calderón. Si dejamos que los canadienses se lleven todo el oro, por lo menos abren fuentes de trabajo y nos pagan impuestos. Goldcorp pagó 218.5 millones de dólares en impuestos en 2011 sólo por su mina de Peñasquito.

Entre las cosas interesantes que dijo el general colombiano Óscar Adolfo Naranjo hace unas semanas cuando andaba buscando chamba, había una referida a las drogas y otra a las minas de oro. Dijo el general —que ya tiene quien le pague— que ahora las metanfetaminas y las drogas de laboratorio son mejor negocio que el de la cocaína, porque las drogas sintéticas son más asépticas y más discretas de consumir incluso a la vista de todo el mundo, mientras que el pericazo tiene que ser en el baño de los restaurantes o de las discotecas. Pero contó algo más en su impecable español colombiano: reveló que ahora los narcotraficantes se están dedicando a la minería de oro, de manera informal y clandestina, sin permiso de los gobiernos. Porque el oro es lo que rifa ahora, más que la coca, más que las metanfetaminas, más que el lavado de dinero por la vía legal financiera que se permite en México.

¿Cuánto pesa un lingote? A saber. La onza pasó de valer 700 dólares en 2007 a mil 851 en 2012.

La producción de oro en México se incrementó 100 por ciento en lo que va del infausto sexenio de Felipe Calderón. Pasó de 43.7 toneladas en 2007 a 87 toneladas en 2011. El año pasado, el país pasó a integrar la lista de los 10 mayores productores de oro del mundo, ya que se estrajeron más de 86 toneladas del metal precioso, tres veces más que lo que producía hace 10 años y más que otros pesos pesados de Sudamérica, como Argentina y Chile.

El único problema es que ese oro es mexicano pero no de México. Pertenece a empresas canadienses.

Este año, el yacimiento de Peñasquito, de la compañía Goldcorp, en Zacatecas, producirá 500 mil onzas de oro y así será la mayor mina de oro mexicana que no es de México.

Dicen las foráneas empresas que lo que les atrae de México son sus leyes mineras, porque les permiten que se queden con gran parte de las ganancias de sus inversiones. Bajo las leyes federales deben solicitar una concesión de derechos de minería al gobierno de México y operar a través de una empresa mexicana. Sin embargo, la compañía local puede pertenecer por entero a manos extranjeras.

Todo está preparado para quedar bien con el capital extranjero.