Mexico

Ninguna minera amenaza el sitio sagrado de Wirikuta: Durán

Gabriela Sotomayor
El titular de la Unidad de Planeación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Janitzio Durán, afirmó hoy que las zonas espirituales de los wixárikas “están blindadas” ante eventuales explotaciones mineras.

“Ninguna minera ha iniciado actividades en Wirikuta”, declaró Durán a Notimex antes de su partida a México al ser cuestionado sobre las denuncias de supuestas concesiones mineras en los sitios sagrados de los wixárikas, también conocidos como huicholes.

“Podemos asegurar que no tenemos información fehaciente de que ninguna actividad económica esté lesionando el derecho a sus sitios sagrados”, y si así fuera, existen los mecanismos para aplicar sanciones correspondientes, destacó.

Durán insistió en que no tienen información de que alguna minera haya iniciado actividades en Wirikuta, en primer lugar porque “requeriría del manifiesto de impacto ambiental y eso implicaría la consulta ciudadana”.

En un segundo círculo de blindaje, agregó Durán, la ley de consulta de San Luis Potosí establece que no puede haber ninguna actividad económica que pueda afectar sus actividades espirituales sin que sean consultados.

Tercero, continuó, hay un equipo del más alto nivel atendiendo este asunto y no se ha detonado ningún mecanismo porque ninguna minera ha pedido permiso de exploración y se ha establecido un diálogo con las autoridades wixárikas.

Además, afirmó que el gobierno está dispuesto “a seguir las recomendaciones del relator de la ONU para pueblos indígenas James Anaya para avanzar en esta agenda”.

Los wixárikas asentados en diversos puntos de los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas están preocupados por la preservación de la zona sagrada “corazón del mundo”, ubicada en el Cerro del Quemado en San Luis Potosí.

Durán recordó que desde el año 2000 esta zona sagrada de Wiricuta fue declarada área natural protegida y tiene zonas de exclusión perimetral a los sitios sagrados, donde “no puede haber ninguna actividad minera”.

Además, en 2006 los mismos wixárikas solicitaron una consulta que buscaba determinar las mejores acciones para proteger sitios sagrados y determinar criterios de ordenamiento territorial y de recursos naturales en la zona sagrada.

En 2008 surgió un plan de manejo de la zona que tiene en el consejo de administración a cinco wixárikas elegidos por las autoridades tradicionales, lo que habla de círculos de blindaje al tema, explicó.

El mismo año los gobernadores de Jalisco, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas firmaron con las autoridades tradicionales un pacto que manifiesta el compromiso para proteger las zonas sagradas a cuya firma asistió el presidente Felipe Calderón como testigo de honor.

El año pasado cuando surgieron las preocupaciones sobre las mineras, en una mesa interinstitucional de varias dependencias se concluyó que debe respetarse el derecho irrestricto al disfrute de los wixárikas de sus sitios sagrados.

Incluso el gobierno los ha apoyado con más de tres millones de pesos (unos 250 mil dólares) para que se implementen medidas de vigilancia y de protección tanto de la zona como de los peregrinos, sostuvo.

Una de las acciones más relevantes, señaló Durán, fue que se hizo un nuevo geoposicionamiento que amplía la poligonal original en 60 mil hectáreas por lo que se extendió la zona a 200 mil hectáreas.

“Estamos caminando muy rápido” para solicitar a la UNESCO que el desierto de Wirikuta sea nombrado patrimonio cultural y material de la humanidad, iniciativa que ha sido consultada con la comunidad.