Colombia

Minería y expropiación

Cualquiera que sea la preferencia que uno tenga en materia electoral, si reside en el área metropolitana de Bucaramanga, estaría obligado a preguntarse acerca de las preferencias de los candidatos y sus grupos de apoyo acerca de la minería. El tema es mayúsculo para nosotros por lo que los economistas llaman el “trade off” entre agua y oro. Quien privilegie al oro argumentará que se puede extraer de manera sostenible y que las tecnologías permiten mitigar el impacto ambiental, etc., etc. Lo cierto es que la minería en un páramo, afecta radical y totalmente el ciclo del agua. Al final, las pingues regalías no resolverían financieramente los daños causados y las tarifas de tal elemento vital, necesariamente crecerían para toda la población sin perjuicio de las incomodidades de la escasez. En video reciente, el alcalde Rodolfo Hernández explicaba a la ciudadanía que un páramo es páramo desde su raíz hasta su cúspide y que ninguna cota evitaría que la explotación lo afectara de manera irreversible por millones de años.

Otro tema de obligatoria reflexión es el de la expropiación. Una afectación al páramo con sus consecuencias, sería la devaluación de todos los bienes raíces de la región, con el subsiguiente empobrecimiento generalizado de los propietarios y la pauperización de la población, afectando negocios, competitividad y frenando en seco el desarrollo de la ciudad. Esto no es otra cosa que una expropiación de la propiedad privada como corolario de una explotación que solo favorece a las multinacionales mineras y que su ausencia no afecta para nada el marco fiscal del país.

Si usted considera importante para sus intereses económicos y de vida, la conservación del medio ambiente, la valorización de sus bienes, el progreso del lugar donde trabaja y educa a sus hijos, su salud, y su bienestar económico y social, cerciórese si su candidato representa sus intereses en materia ambiental y de minería.

Votar contra los propios intereses es una equivocación que cuesta y duele por largo tiempo.

Fuente:http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/jaime-calderon-herrera/435033-mineria-y-expropiacion