Argentina

Mendoza contra el saqueo de sus recursos

Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik
La lucha de la asamblea Autoconvocados de San Carlos por la protección del recurso hídrico y los glaciares de la provincia y la derogación de las leyes nacionales de promoción minera que favorecen el saqueo de recursos y el estado de conflicto permanente de los pueblos.

Esta semana conversamos con Fabiana Villafañe,  trabajadora estatal y activista en la asamblea Autoconvocados de San Carlos, en la provincia de Mendoza. Días atrás, cerca de 2000 personas de ese departamento se reunieron para exigir,  mediante un petitorio dirigido a las fuerzas políticas locales y a la ciudadanía, la protección del recurso hídrico y los glaciares de la provincia y la derogación de las leyes nacionales de promoción minera «que favorecen el saqueo de recursos y el estado de conflicto permanente de los pueblos».

«No nos traían progreso»

―Con motivo de la audiencia popular que realizaron en Eugenio Bustos señalaron que el proceso de información y movilización de la gente comenzó hace 7 años. ¿Por qué?

Villafañe.―Acá tenemos la Laguna del Diamante, un espejo de agua y un sector turístico muy importante a los pies del volcán Maipo. Empezamos a ver en esa zona de cordillera ciertos movimientos y a darnos cuenta de que eran unos geólogos haciendo estudios. Empezaron a hablar de minería sustentable… Entre los vecinos comenzamos a averiguar de qué se trataba todo esto y pudimos contactarnos con la gente de Esquel, que venía empezando su lucha. De a poco nos fuimos informando y concientizando: un trabajo de hormiga, de vecino a vecino, boca en boca, para tratar de que la gente entendiera lo que era este tipo de explotación.

No nos traían progreso como planteaban… Empezamos a entender el marco jurídico, la contaminación que va quedando como pasivo y la afectación en lo social para las comunidades. Es un largo trabajo que llevamos como asamblea. Como hito importante tuvimos en 2005 la primer manifestación pública del pueblo de San Carlos para lograr la ampliación de la Reserva Natural Laguna del Diamante, una reserva muy chiquita que está bajo la órbita del gobierno provincial.

―¿Cuál es el conflicto que involucra al Ejército Argentino (EA) en la ampliación de la Reserva Hídrica Laguna del Diamante?

Villafañe.―El Ejército reclama como de su propiedad los terrenos que han sido ampliados por la reserva. Están planteando que la Provincia no podría ejercer sobre esos terrenos, propiedad del Ejército Argentino y del Estado nacional, ningún tipo de jurisprudencia. Esto es lo que ha resuelto la Corte en un fallo en el que le ha dado la razón al Ejército y que nosotros vamos a cuestionar legalmente.

«Muchos emprendimientos están literalmente parados»

―Llaman a no referirse a la Ley 7722 como «antiminera», porque eso confundiría a la opinión pública…

Villafañe.―La ley se consigue en 2007 a través de la movilización de dos departamentos: San Carlos y Alvear. Esa ley lo que hace es prohibir el cianuro, el ácido sulfúrico y cualquier otra sustancia química en los procesos de megaminería metalífera a cielo abierto. En cualquiera de sus etapas: exploración, prospección, ejecución. Todas las leyes que nosotros tratamos de impulsar tienen como eje preservar el recurso hídrico. Al prohibir las sustancias químicas o tóxicas contaminantes tratamos de evitar que esas sustancias lleguen al agua, lo que ha hecho que muchos emprendimientos se vean afectados por esta ley y que estén literalmente parados.

―Entonces, ¿permite algún tipo de explotación?

Villafañe.―En realidad, con la tecnología actual no. Hay un proyecto muy avanzado, que es el Proyecto San Jorge… Por lo general, el método que hay es la lixiviación con uso de cianuro. San Jorge ha planteado la flotación con xantato, que es más o menos lo mismo. El xantato, a diferencia del cianuro, que separa metales en el fondo de un dique de cola, lo que hace para separar los metales del resto de la roca es encapsularlos a través de detergentes en una burbuja. Estamos cuestionando este proyecto porque creemos que va en contra de la 7722. Hay toda una discusión con la empresa: ellos dicen que este método no estaría contemplado por la 7722 y nosotros decimos que sí. Si bien el xantato no es lo mismo que el cianuro, produce otro tipo de envenenamiento, tanto en el aire como en el agua. Y eso queda a perpetuidad.

«Además de contaminar, corrompe»

―Además, les piden al secretario de Medio Ambiente y a los legisladores provinciales que no defiendan los intereses de las empresas mineras. ¿Se puede promover la actividad sin ser por eso cómplice del daño ambiental?

Villafañe.―Desde la perspectiva nuestra, no. Hemos descubierto a lo largo del tiempo que la megaminería metalífera, además de contaminar y saquear, también corrompe. Hemos visto cómo los intereses mineros se instalan en las legislaturas provinciales, haciendo lobby a favor de sus intereses, y cómo los funcionarios terminan siendo cómplices y a veces socios. Voy a poner un ejemplo: el ministro de Infraestructura de la provincia de Mendoza, Francisco Pérez, es parte del staff de abogados que lleva adelante 12 pedidos de inconstitucionalidad de la Ley 7722 que han presentado las empresas mineras. Esta es la superposición de roles: en sus actividades privadas defienden los intereses mineros y luego, como funcionarios del Estado, no pueden defender los intereses de la gente.

―También quieren que la cordillera de los Andes, en su paso por Mendoza, sea un área protegida. ¿Es el fin último excluir a la minería de la geografía provincial?

Villafañe.―Sí. Tiene que ver con la ley de glaciares, muy anhelada por todas las asambleas del país. Primero fue el veto presidencial, ahora la postergación de la media sanción que faltaba. Va pasando el tiempo y las empresas, en algunas provincias, logran instalarse con facilidad y obtener el agua de nuestra fuente de vida para el futuro. Los glaciares son nuestra reserva de agua, con la que nos alimentamos en épocas de sequía. Este año se prevé que va a ser uno de los más secos de los últimos 100 años y que lo que nevó en la Cordillera no nos va a alcanzar para los consumos de agua potable. Los glaciares son fuente de agua; impulsamos una reserva natural porque de esta manera los estaríamos cuidando temporariamente…

«Vienen a cumplir los roles que el Estado no cumple»

―En sus recorridas, ¿se encuentran con vecinos que apoyen este tipo de emprendimientos?

Villafañe.―En San Carlos, voy a ser honesta, no. Se ha generado un gran nivel de conciencia. En Uspallata se ha producido una división encubierta: las empresas tienen una forma de operar en los territorios con cooptación. Ellos instalan sus oficinas, vienen a cumplir los roles que el Estado no cumple, a ayudar a las escuelas, centros de salud. La comunidad de Uspallata es muy chiquita y, con la promesa del trabajo, van logrando adherentes. Hay un grupo pequeño de desocupados, con los que nosotros habitualmente hablamos, que estaría apoyando a la empresa. No tienen claro cuáles son las consecuencias. Muchas veces están movilizados por su necesidad de trabajo…, trabajo que no es real. Una vez instaladas, estas empresas no ocupan mano de obra local, porque necesitan personal altamente especializado y las comunidades no tenemos ese tipo de personal.

―¿Qué opinás sobre la posición del Comisionado Europeo para el Medio Ambiente, que considera que una prohibición general del uso del cianuro en la minería no está justificada?

Villafañe.―Esas mismas comunidades, tanto la europea como la canadiense, permiten que sus empresas hagan este tipo de cosas en lugares como Latinoamérica, cosas que ellos no permiten en sus lugares de origen. Lo permiten con una falta total de respeto. Les interesa muy poco lo que nosotros pensamos y cuál es nuestro estilo de vida, siempre y cuando no afecte a sus capitales. Hay lugares donde desde el año 92 está prohibido este tipo de explotación. Parece una cosa sin sentido planteada desde la lógica del capitalismo.

«No es una producción sustentable»

―¿Cuáles son las mentiras en torno al Proyecto San Jorge (PSJ)?

Villafañe.―Precisamente, plantear el método de flotación como diferente al de la lixiviación. Químicamente es diferente, en cuanto al resultado es lo mismo. Ha quedado demostrado por informes científicos que el xantato sí es un elemento altamente contaminante.

―¿De qué forma perjudica a la provincia el acuerdo que firmó el Gobierno con la empresa Vale por el proyecto Potasio Río Colorado (PRC)?

Villafañe.―Esa explotación no es a cielo abierto. Lo que hacen son grandes pozos de alrededor de mil metros de profundidad. Por un lado inyectan agua y por el otro sale esa agua con las sales. Se separa el sodio por un lado y el potasio por otro. El agua se evapora en la superficie y quedan las pilas de sal, alrededor de 10 manzanas con pilas de 50 metros de alto que van a quedar a perpetuidad. PRC está consumiendo el equivalente en gas a todo el consumo residencial, industrial y comercial de la provincia de Mendoza, cuando hemos tenido este invierno déficit para el suministro en garrafa y algunas industrias con cortes. No es una producción sustentable, porque una sola empresa va a consumir este gas que no saben de dónde lo van a sacar; no tenemos reservas para eso. ¿Y para qué es? Para sales de potasio, un fertilizante que la empresa brasilera va a exportar para servir al modelo sojero, altamente cuestionado por otras asambleas del país, porque el monocultivo lo que hace es destruir las economías regionales.

«No nos oponemos porque no nos guste»

―Desde la asamblea, solicitan a los medios de comunicación no presentar su propuesta sólo como un rechazo a la minería. ¿Querés ampliarnos el reclamo?

Villafañe.―Mendoza es una provincia agrícola-industrial con una fuerte apuesta al turismo. No nos oponemos a la minería porque no nos guste, sino porque viene a atentar contra lo que venimos haciendo de generación en generación. Toca el agua de la agricultura, nos afecta el paisaje. La Laguna del Diamante, que es muy bella, tiene un caudal turístico en temporada que genera puestos de trabajo genuinos. Una explotación minera puede estar 15, 20 ó 30 años; después se va y la laguna ya no vuelve a ser la misma. No es un rechazo a la explotación… Queremos defender otras actividades que sí nos permiten cuidar los recursos para nosotros y las generaciones futuras.

* Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik estudian el desarrollo de conflictos por los bienes naturales en Argentina y el potencial de Internet para la distribución de información sobre el tema.

http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/59418