Bolivia

Las raíces del CEPA

Conversatorio entreco-fundadores
El 8 de diciembre2012, fiesta mariana y de los Oblatos de María Inmaculada (omi), el Centro deEcología y Pueblos Andinas (CEPA) existe 17 años. Chris Dutry, que estudióecología y Gilberto Pauwels, antropólogo, en representación de la ComunidadOblata de Oruro, fueron los co-fundadores. Actualmente Chris esperiodista ecológico de una revista familiar en Bélgica, mientras que Gilbertosigue como director del CEPA. Chris visitó Bolivia y Oruro, despuésde diez años de ausencia.

En esta ocasión los dos fundadores tuvieron unconversatorio largo sobre el caminar e actuar de la institución.Alicia Cuiza, también miembro del CEPA ya desde su fundación, estaba presente.Participó y anotó lo siguiente.

Gilberto: Aunque tú eres es periodista, Chris, yote hago la primera pregunta. Diez años es mucho tiempo, pero siempre hemosmantenido contacto vía Internet, casi semanalmente. Mientras tanto muchascosas han cambiado en Oruro. ¿Cómo te sientes? 

Chris: En casa. Mehe encontrado con muchos conocidos, amigos, compadres, algunos ahijados yahijadas, que mientras tanto son jóvenes. Son más que 15 años que dejé detrabajar en Oruro, en Totora, Huanuni, Chuquiña,… hace diez años solo vine devisita algunos días, pero me sorprende con qué facilidad me siento otra vez encasa. Veo las mismas alegrías y penas, problemas y búsquedas. Oruro se havuelto más grande, con casas más altas, pero la gente ha mantenido la mismaamabilidad de siempre. Hace bien estar aquí entre Ustedes.

Alicia: Nos alegra tu visita, pero sí, el CEPAmismo ha cambiado. Ya no es la pequeña biblioteca incipiente, en la calle TomásFrías en 1995, donde se iniciaron las primeras investigaciones y publicacionessobre el medio ambiente y sobre los grupos culturales de Oruro. Hemos crecido ycambiado. No sé, si respondemos a tus expectativas de aquellos tiempos.

Chris: Lo que queríamos era divulgar un mejorconocimiento de las comunidades andinas, promover su reconocimiento como pueblosy revalorar sus culturas. Y por el otro lado, viendo un crecimientoacelerado de la contaminación en la ciudad y en el campo, sobre todo en laszonas mineras, queríamos promover un mayor control de este proceso dañino.

Que los pueblos andinos están ganando espacios yreconocimiento, no hay duda. Parece que el desafío está ahora en construiruna convivencia intercultural equitativa entre y en todos los grupos. Mesorprende ver publicaciones sobre «descolonización». Conozco de anteslas situaciones de desigualdad y desprestigio para los pueblosoriginarios. Parece que no han desaparecido todavía,aunque percibo mejoras innegables de participación y valoraciónde las expresiones culturales indígenas.

La opción inicial que tuvimos como CEPA, fue correctame parece. Ahora las mismas comunidades tienen voz y voto, es solocuestión de acompañarles y colaborarles con información, capacitación einiciativas en defensa de sus derechos.

Gilberto: El derecho más vulnerable actualmenteparece ser el derecho a un medio ambiente limpio e agradable, al aguapotable y alimentación sana. Y eso va junto con respeto para los ríos ylagos y aguas, para las tierras y territorios. No creo que en eso hemosavanzado tanto. Habrás visto los plásticos en las calles y alrededor de loscentros urbanos, y has leído sobre la contaminación invisible con metalespesados y en el aire. Los problemas parecen mayores que hace 17 años.

Chris: Efectivamente, así es. Los centrosurbanos han crecido y con ellos las necesidades de agua y de productos. Lasociedad se ha «plastificado»; los procesos productivos son menosnaturales, más químicos; las operaciones mineras y metalúrgicas son demayor tamaño y más tóxico. Aparentemente el cuidado del medio ambiente nisiquiera puede avanzar al mismo paso que la misma contaminación. Estamosperdiendo el control. Este tendrá sus consecuencias a mediano y largoplazo. La prueba ya está en los cambios climáticos. La madre tierra no solo seestá enfermando, envenenando, sino a lo largo, ya no estará capaz dealimentar y proteger sus hijas e hijos.

Me recuerdo nuestrasacciones, en aquellos tiempos, en contra del plomo en la sangre de los niños aconsecuencia de la contaminación del aire por la fundación de Vinto y en contrade las aguas ácidas de la mina San José. También tengo memoria de nuestra vozde alarma por la tecnología utilizada por la empresaInti Raymi, con sus operaciones mediante tajos abiertos, conaspersión de cianuro, con una inmensa perdida de aguas dulcesy aceleración de la salinización de la cuenca y del mismolago Poopó. Temo que en eso no se ha cambiado mucho, que Oruro sigueperdiendo, que sus riquezas naturales a lo largo, a Oruro como región, levan a seguir produciendo empobrecimiento en la calidad de vida.

Gilberto: Si, seguimos con la misma problemática, que nos pareceasfixiar cada vez más. No solo las comunidades rurales, sino barriosperi-urbanos y el mismo centro de la ciudad viven constantemente bajodiversas amenazas. Pero hay también luces de esperanza. Por ejemplo, porla declaración de zona de emergencia ambiental de la cuenca de Huanuni, -donde tú mismo durante cinco años has vivido y has sido testigo delmaltrato al rio, – ahora las mismas comunidades afectadas,organizadas como CORIDUP, exigen el cumplimiento de compromisoslegalmente instruidos.

Nuevo también es que los mismos mineros ycooperativistas, que antes consideraban los «ambientalistas»como sus enemigos, ahora declaran que ellos mismos también se van a ocupar delcuidado del medio ambiente. Habrá que ver en qué medida van a poder cumplireste discurso. El hecho que un dirigente recientemente dijo que no van aaceptar control social al respecto, no es una buena señal. Pero, engeneral, parece que más bien existe una predisponibilidad crecientede exigir mayor seguridad ambiental para sí mismos como trabajadores, para suspropias familias y para los habitantes de la región. El cuidadoambiental llega a ser parte inseparable y condicionante de toda actividadminera e industrial. Debes recordarte que eso ha sido uno denuestros objetivos iniciales.

Alicia: Yo creo mucho en las iniciativaspequeñas desde las bases. No creo que un solo sector vaya a salvar lasituación. Hay jóvenes, niños, mujeres, grupos de base que ya empiezan a pensarde otra manera y actúan diferentemente. Las patrullas ecológicas de niños que cuestionan a losmayores; los integrantes de la Escuela de Líderes Ambientales que investigan, analizany proponen; las muchas iniciativas de los establecimientos educativos; lospronunciamientos y movilizaciones de organizaciones sociales y vecinales;el grupo de eco-mujeres que construyen alternativas para la atención a lasalud y la nutrición… cada acción solita parece pequeñae insignificante, pero todos juntos pueden llegar a construir unmovimiento incontenible. Me parece que como CEPA no podemos descuidar esteaspecto del trabajo. Debemos impulsar y acompañar todas las iniciativasvaliosas y creativas, en la medida de nuestras posibilidades.

Gilberto: Entiendo que Alicia quisiera que, talcomo las naciones y culturas surgieron con fuerza y se hicieron respetar, de lamisma manera diferentes grupos ecológicos y ambientales forjen una proceso derenovación ambiental, – no solo con palabras sino de hecho, – despertando unanueva actitud que ponga el cuidado de la naturaleza como exigenciatransversal en toda actividad humana y social. Hay mucho que hacertodavía….

Chris: Lo que ha podido realizar el CEPA enestos últimos años, en coordinación con Radio Pio XII, me parece estar en continuaciónde lo que los oblatos están haciendo en Bolivia desde 60 años: escuchar yacompañar al pueblo y desde el Evangelio sumarse a y motivar lalucha para un mundo más justo y solidario. Felicidades por los 17 años devida y compromiso. Seguiré caminando con Ustedes con el mismo mensaje, comoperiodista ambiental en Bélgica, y con el mismo entusiasmo de aquelprimer día, el 8 de diciembre de 1995, el día que en Oruro nació el CEPA. 

Alicia: Gracias, Chris, por tu visita y tus palabras. Hemos recorridoya un camino largo como institución. Mientras tanto muchas cosas hancambiado, pero seguimos haciendo camino caminando. Lo que hemos hablado,resume bien lo qué se ha hecho hasta ahora y hacia dóndequeremos ir, acompañando al pueblo. 
Alicia Cuiza