Chile

Las prácticas dilatorias de minera Los Pelambres que quebraron el diálogo con la comunidad de Choapa Viejo

Lissette Fossa
Francisco Velásquez
13/12/2020
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Tras más de un año de diálogo entre la minera y los vecinos del poblado ubicado en la comuna de Illapel, la mina controlada por la familia Luksic se negó a concretar el acuerdo alcanzado. Para los choapinos, la empresa está interesada en mantener un conflicto que le permite producir sin compensar a los pobladores. Además, llevan siete años tomando agua embotellada entregada por Antofagasta Minerals.

Desde el lunes 30 de noviembre, los vecinos organizados de la comunidad de Choapa Viejo, perteneciente a la comuna de Illapel, están protestando a orillas de la carretera que lleva a Salamanca y que colinda con la Mina Los Pelambres. Permanecen bajo un toldo, con globos negros y banderas negras. En medio del pueblo se encuentra el ducto subterráneo que transporta la pulpa de concentrado de cobre desde el yacimiento cuprífero hasta el puerto donde es transportado al extranjero.

Los Pelambres es una operación minera ubicada en la comuna de Salamanca, a unos kilómetros de Choapa Viejo. Pertenece en un 60% al grupo Antofagasta Minerals plc, de la familia Luksic, cuyo presidente es Jean Paul Luksic. El resto de la propiedad se reparte en un 25% de Nippon LP Resources BV y un 15% MM LP Holding BV.

En el reporte anual de 2018, Antofagasta Minerals indicó que esta faena le significó el 53% de los ingresos anuales a la compañía, es decir, cerca de 2.508 millones de dólares obtenidos a partir de la explotación de cobre, plata y oro.

Los choapinos llegaron a un acuerdo con la minera hace siete años, para que ésta les entregara agua potable en bidones de cinco litros.

En la entrada de Choapa Viejo y a tres metros de casas, a un costado de la calle donde hace años pasaba el tren, se encuentra una piscina de emergencia para el concentrado de cobre y, al lado de ésta, una Planta Booster con otra piscina en su interior, que le inyecta agua al metal. En otras palabras, un ducto cruza el pueblo de manera subterránea, y el booster da la bienvenida al lugar.

Luego de un estudio de Aguas del Valle en 2013 (propiedad en un 99% de Esval), se emite un informe que comprueba la existencia de arsénico por sobre siete veces la norma. A pesar de que informes posteriores muestran que el agua volvió a ser potable y se evidencia una baja en indicadores de arsénico, los pobladores se niegan a consumir el agua. Dicen que su ropa blanca, al lavarla, sale amarilla o café, sus grifos se echan a perder rápidamente y algunos vecinos han presentado alergia cutánea al bañarse. Todos tienen algún amigo o familiar fallecido de cáncer. (Revise acá el estudio que identifica arsénico sobre la norma en el agua de Choapa Viejo)

Después de conocer el estudio, los choapinos llegaron a un acuerdo con la minera para que ésta les entregara agua potable en bidones de cinco litros. De aquel acuerdo han pasado siete años.

Ese es el único acuerdo que han podido alcanzar con la empresa, la que los últimos meses abandonó el diálogo con la comunidad.

Cansados de dialogar con la empresa y no llegar a acuerdo con Los Pelambres, la junta de vecinos de Choapa Viejo decidió manifestarse al costado de la carretera, que llega hasta la mina. Por ahí pasan camiones y camionetas que suben al yacimiento todos los días. Ya cumplieron 14 días allí, sentados bajo un toldo que los tapa del sol, escuchando radio y realizando asambleas. Frente a ellos, una camioneta de Carabineros, con dos policías en su interior, los vigila. A la hora de almuerzo, los vecinos cruzan la carretera para darle unos sándwiches y bebidas a los uniformados.

«Se rieron de nosotros, porque los representantes de la minera venían y nos decían siempre ‘todo va a cambiar'», cuenta una vecina.

La palabra que se repite en medio de su manifestación pacífica es “decepción”. Estaban negociando desde hace más de un año con La Minera para lograr que la empresa invirtiera finalmente en un pueblo en el que las obras sociales no han llegado. Habían pedido la construcción de un pozo de agua para la comunidad, arreglos en la infraestructura de la escuela y la sede comunal, entre otros beneficios. Sin embargo, la minera desistió de continuar las conversaciones, y así, meses de trabajo finalmente se perdieron.

“La respuesta que nos dió el gobernador fue que la minera Los Pelambres, después de romper la mesa de negociación, aceptaba tener una reunión con nosotros, siempre y cuando participen los representantes de Cañas II y que la negociación se retomara desde cero. Es decir, el marco de trabajo que venimos desarrollando hace un año y que hemos elaborado como junta de vecinos no es válido para ellos. Dijeron que había pasado mucho tiempo y que teníamos que desarrollar otro marco de trabajo”, explica Hugo Araya, presidente de la Junta de Vecinos de Choapa Viejo.

“La respuesta de la minera viene dirigida a dos vecinos que no han sido parte del trabajo que hemos desarrollado como comunidad. En ningún caso la minera se dirige a la Junta de Vecinos, nos ignoran completamente del proceso de construcción de proyecto para Choapa Viejo”, profundiza Araya.

“Se rieron de nosotros, porque los representantes de la minera venían y nos decían siempre ‘todo va a cambiar’ y aceptaban todo lo que propusimos. Me siento muy desilusionada”, expresa Maritza Acosta, habitante de Choapa Viejo.

Los vecinos creen que los minerales drenaron hacia el agua subterránea y a su pozo de APR (Agua Potable Rural),

La minera indica que continúa el diálogo con la comunidad, pero que ahora quiere incluir a más vecinos que no estaban informados sobre los avances de más de un año de trabajo, según afirman. Mientras tanto, no se han dirigido a dialogar nuevamente con la junta de vecinos y sus representados. Y ellos siguen ahí, a un costado de la carretera, esperando una respuesta.

La última negociación

La historia de encuentros y desencuentros entre los choapinos y Los Pelambres incluye dos derrames que ha tenido la minera de concentrado de cobre por rotura del ducto, y exámenes de laboratorio sobre el estado del agua en sus pozos que los vecinos no conocieron nunca, los cuales fueron realizados por la empresa.

Tras el uso de la piscina de emergencia del Booster de Los Pelambres, antes de 2013, los vecinos creen que los minerales drenaron hacia el agua subterránea y a su pozo de APR (Agua Potable Rural), que está a solo unos 500 metros de la piscina, en una pequeña quebrada.

“Las dos piscinas construidas por minera Los Pelambres tienen drenajes, y esos drenajes van directo a la cuenca donde está la quebrada donde sacamos agua, en nuestro APR (…) Pero la minera nunca ha reconocido la contaminación del agua”, explica Hugo Araya.

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Instalaciones del Booster y la piscina de emergencia en su interior.

Para los vecinos, les basta con el estudio que identificó al arsénico en el pozo, realizado por Aguas del Valle. Nunca más confiaron en el agua que salía de las llaves de sus casas.

Los Pelambres ha insistido en varias ocasiones que según estudios de servicios públicos, el agua del lugar está en perfectas condiciones y es potable. Hay dos hechos que respaldan su afirmación: un estudio de las aguas del sector del 2018, de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, que se expuso en el senado, y la decisión de la Corte Suprema de rechazar el recurso de protección de un grupo de vecinos, debido a estudios de servicios públicos que indican que el agua era potable. En septiembre de 2018, la Fiscalía de Illapel archivó una causa por contaminación del agua en el pueblo. La minera también afirma que la última muestra del agua, realizada por la seremi de Salud de la región este 2020, también indica la potabilidad del agua del pueblo.

Para la empresa, la entrega de agua en botellones a la comunidad simplemente sería un acto “de buena fe”.

“Eso fue una exigencia que nos hizo la comunidad en su momento, nosotros tratamos de normar de buena fe. Accedimos, pero eso genera suspicacias, sospecha y malos entendidos. Vamos a evaluar si tiene o no sentido seguir con eso”, afirmó a TVN, hace dos años, el entonces Gerente de Asuntos Públicos de Pelambres, Jorge Araneda.

Por ahora, la entrega de bidones con agua sigue igual. Y esos bidones vacíos son parte de la protesta de los vecinos.

El plan de trabajo que habían acordado incluía el arreglo de la escuela de Choapa Viejo, mejoras en la sede social y fondos para emprendimiento de familias

A principios de 2019 el diálogo con la empresa minera se había retomado. Cuando el texto final del acuerdo estaba en proceso de redacción, este 2020, la minera solicitó que se sacara cualquier referencia a asumir la contaminación de las aguas subterráneas del pueblo. Los vecinos accedieron a esto, con tal de llegar a un acuerdo. Luego, la empresa adujo otra piedra de tope: los vecinos solicitaban el pago de sus asesores, que por más de tres años habían gastado en viajes, entrevistas con abogados y búsqueda de documentos. La minera se negó a este pago, que en un principio ascendía a más de cien millones de pesos, y que al final quedó en 73 millones de pesos. La comunidad intentó retomar el acuerdo con una carta fechada el 4 de agosto, donde afirman que su contraparte parece ahora dar pie atrás.

“Construir confianzas requiere de voluntad de las partes, ese fue el hilo conductor que tratamos de lograr con usted y vuestra empresa, a pesar del pésimo historial existente, pero lamentablemente, una vez más, vemos con decepción que el negociador que pretendíamos tenía las facultades de sellar acuerdos con nosotros, solo era un mensajero o buzón, que su poder real no daba el ancho para la tarea a realizar”, expuso la comunidad en una carta a Alejandra Medina, gerente de Minera Los Pelambres, en agosto de este año.

“Sus cargos son más volátiles que nuestros sueños de dignidad y desarrollo persistirán (sic) mientras exista un habitante en este territorio, pues nosotros estábamos mucho antes de que la empresa se creara”, consigna la carta.

Finalmente, en su última carta a Andrés Morán, gerente de asuntos Públicos de Antofagasta Minerals, del 27 de octubre, la comunidad renuncia a cualquier pago a sus asesores. La carta la firman cerca de 80 personas, asistentes a la reunión con la Junta de Vecinos. El plan de trabajo que habían acordado incluía el arreglo de la escuela de Choapa Viejo, mejoras en la sede social y fondos para emprendimiento de familias (documento adjunto de la minera al final del reportaje). Sin embargo, no han tenido una respuesta oficial de la empresa, ni de la misiva de agosto ni de la de octubre.

Consultada por INTERFERENCIA, la empresa afirma que el diálogo con los vecinos continúa, pero descarta que ésta sea una negociación. “Como se ha señalado, la comunicación con la comunidad se ha mantenido, el equipo ha estado en la localidad y contestado consultas de distintos vecinos. Sí es importante aclarar que Minera Los Pelambres nunca ha entendido el trabajo con los dirigentes como una negociación, sino más bien como una conversación con miembros de una organización vecinal para acordar iniciativas sociales, además de resolver una controversia operacional asociada a la piscina de la estación Booster, e impulsar un proyecto muy sentido por la comunidad, como es el nuevo pozo para el APR y la extensión de la red de agua potable. De hecho, hemos seguido trabajando y avanzando en estas dos últimas iniciativas”, indican.

Además, desde la minera indican que lo que intenta ahora es incluir a más vecinos en el acuerdo y argumenta que la junta de vecinos fue responsable de no informar al resto de los pobladores de las conversaciones por más de un año.

“Si bien valoramos que los dirigentes reconozcan que existió la intención solicitar un pago a asesores y hoy desistan de ello, creemos que son varios los puntos que debemos trabajar para alcanzar acuerdos legítimos. Uno de ellos es, por ejemplo, el conocimiento que tiene la comunidad de las conversaciones que se llevan adelante con los dirigentes. Hoy sabemos que las conversaciones con la Junta de Vecinos no fueron conocidas por los vecinos y, por lo mismo, también se cuestiona lo trabajado y acordado. En este sentido, si bien la carta no se ha respondido aún por escrito, hemos privilegiado continuar el diálogo y el trabajo con la comunidad de Choapa Viejo. En la reunión ampliada que sostuvimos el 4 de diciembre recién pasado, reafirmamos el compromiso de Minera Los Pelambres de seguir trabajando en el APR y cierre de la piscina, y también de acordar, ahora a partir de un diálogo abierto que incluya a la empresa, vecinos y autoridades, las iniciativas que aporten de mejor manera al desarrollo de la comunidad”, señaló Antofagasta Minerals.

Para el dirigente de la junta de vecinos, la falta de respuesta de la empresa, el cambio constante de encargados de relacionados con las comunidades y las idas y vueltas en los diálogos con la empresa es parte de una estrategia a largo plazo de Antofagasta Minerals. Ya antes un proyecto que entregó dinero para emprendimiento, proveniente de la minera, solo benefició a una cincuentena de vecinos, lo que por años enemistó a varias familias.

“En el fondo la estrategia es hacer mantener el conflicto, porque el conflicto visible puede ser más violento, pero significa menos plata gastada para la minera. Ellos prefieren mantener ese conflicto a los otros problemas que pueden salir al tratar de resolver el problema. A ellos lo que más le importa es que no se sepa a nivel nacional, y para que no se sepa es mejor mantener el conflicto latente”, reflexiona Hugo Araya.

“A la empresa le conviene mantener este problema, porque si lo resuelven, creen que van a venir otras comunidades con problemas parecidos a tratar de tener los mismos acuerdos. Ese fue el problema que tuvieron al principio, ellos entregaron plata a muchas comunidades y después aparecían más, o pedían más plata. Ellos crearon este problema. Entonces ahora entregan lo mínimo, mientras el conflicto se mantenga, nos tienen siempre en conversaciones, y así llevamos diez años al menos. Y ellos siguen ahí, con sus instalaciones funcionando, produciendo, mientras negocian”, agrega Araya.

Un vecino polémico

La historia entre la minera Los Pelambres y la comunidad de Choapa Viejo comienza poco después de la expansión de la minera, que crea el ducto que traslada concentrado de cobre a un puerto especial de la minera.

Por medio de resolución exenta del día seis de octubre de 1997 la Comisión Regional del Medio Ambiente de Coquimbo autorizó el desarrollo del proyecto “expansión Minera Los Pelambres 85.000 tpd” aceptando así el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la empresa.

Minera los Pelambres inicia su funcionamiento en la comuna de Salamanca en 1992 con una mina subterránea y una planta de flotación de concentrado de cobre que permitía una producción de 5300 toneladas de concentrado de cobre al día y 60 mil toneladas al año. La expansión del yacimiento cuprífero aprobada en 1997 buscaba llegar a una producción a rajo abierto de 85 mil toneladas diarias, mineral que hasta hoy es transportado como pulpa a través de una tubería de 120 Km que se extiende a lo largo de la cuenca del río Choapa y el estero Conchalí, entre la planta concentradora y el terminal marítimo Punta Chungo ubicado a tres kilómetros al nor-este de Los Vilos.

En 2006 es el año en que ocurrió la primera rotura del ducto, en Choapa Viejo, donde se vertió concentrado de cobre por la calle de entrada del pueblo.

El plan de acción de reparación y compensación propuesto en el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la minera, dice que “las medidas que se irán adoptando en el tiempo para reponer las condiciones originales de las componentes afectadas se hará en la medida de lo posible”. Esa fórmula propuesta se repite en los siguientes tomos del estudio donde se particularizan propuestas de mitigación frente a los impactos para el “Área Choapa – Conchalí” sin hacer referencia en los apartados “Relaciones con la comunidad organizada” e “impactos ambientales identificación y evaluación”.

“Acá no se hicieron estudios con la comunidad, no se hicieron reuniones, nadie nos avisó que se iba a instalar el Booster y la piscina antes de que se construyera”, cuenta Hugo Araya.

Sobre esto, la minera indicó que cuentan con todos los permisos de esas instalaciones: «El Sistema de Transporte de Concentrado (STC) inició su funcionamiento el año 2000. Mucho después, en 2012, comenzó a operar la Estación Booster, instalaciones que cuentan con todos los permisos requeridos, de acuerdo a las RCA71/98 y RCA38/2004».

En 2006 es el año en que ocurrió la primera rotura del ducto, en Choapa Viejo, donde se vertió concentrado de cobre por la calle de entrada del pueblo.

En 2015, hubo un segundo derrame de concentrado de cobre por rotura de ducto. El hecho fue informado en medios locales, donde se afirmaba que el derrame, que consistía en cinco metros cúbicos, no había alcanzado fuentes de agua, y que la empresa ya había controlado la situación. Vecinos afirman a INTERFERENCIA que por días vieron restos de concentrado en el suelo cercano al booster.

Tras esta rotura, las conversaciones entre la comunidad y la minera se retomaron, pero nuevamente hubo desacuerdos, lo que generó que la comunidad se dividiera y algunas familias, cerca de 50 personas, recibieron dinero para proyectos sociales donados por la minera, mientras el resto de la comunidad no lo hizo. A esto se suma, según lo reporteado por Radio Gómez Millas este año, que ningún fondo municipal financiado por la minera ha sido invertido en Choapa Viejo.

La empresa advierte que ya está ingresado al Sernageomin un proyecto de cierre de una de las piscinas de emergencia en Choapa Viejo.

Años de debates, encuentros y desencuentros entre Los Pelambres y Choapa Viejo, generó que la minera Los Pelambres retomara el año pasado las conversaciones con la comunidad de vecinos.

Incluso, en medio de protestas de los habitantes de Salamanca durante el estallido social, que terminaron con la entrada de la minera y del relave El Mauro totalmente quemados, los mismos vecinos protegieron la zona de las piscinas y el Booster, para que la empresa no tuviera excusas para abandonar las conversaciones.

La empresa advierte que ya está ingresado al Sernageomin un proyecto de cierre de una de las piscinas de emergencia en Choapa Viejo. “Cuando se obtengan las aprobaciones indispensables, iniciaremos su proceso de cierre”, afirman.

“Por otra parte, es relevante destacar que durante el primer trimestre del 2021 se ingresará para evaluación ambiental el Proyecto Adaptación Operacional, que entre sus obras cuenta con la construcción de un nuevo trazado para el sistema de transporte de concentrado. Este trazado no pasará por Choapa Viejo”, agrega Antofagasta Minerals.

Hace un par de años la comunidad ya estaba preparando la demanda en contra de Los Pelambres. Sin embargo, mientras avanzaban en el desarrollo de la demanda, se abrió una nueva oportunidad de dialogar con la empresa, que es la que ha finalizado estos últimos meses, sin claridad sobre su continuidad. Según la minera, los diálogos con la comunidad continúan.

“Ellos siempre han querido dividir a nuestra comunidad, pero nosotros seguimos organizados en la Junta de Vecinos, con nuestros dirigentes, porque confiamos en ellos”, comenta Francisco Moyano, quien se mantiene en el toldo acompañando la manifestación.

El último retiro de concentrado

La última semana de noviembre Minera Los Pelambres realizó una limpieza a la piscina de emergencia, uno de los puntos críticos de contaminación identificados por la comunidad. Según vecinos, el retiro de residuos de concentrado de cobre fue desprolijo, y los camiones entraron a la piscina y salieron de la estación booster con sus ruedas con concentrado de cobre. Esto provocó que el suelo de Choapa Viejo quedara con residuos de concentrado.

La limpieza de la piscina era un tema pendiente de Los Pelambres. En 2018 TVN registraba cómo el seremi de medio ambiente de esa época, Cristían Felmer, constataba en terreno los residuos de mineral que se encontraban al fondo de la piscina de emergencia, calificando el hecho como “impresentable” e interpelando a los representantes de la empresa a solucionar esto de inmediato.

“Encontramos y constatamos que efectivamente la piscina permanecía con concentrado de cobre algo que no puede pasar, las piscinas de emergencias deben estar limpias y no pueden tener estos residuos. Puede haber una posibilidad de que esto se esté infiltrando, que es la preocupación de los vecinos, y esté contaminando las aguas”, afirmaba Felmer en entrevista con TVN.

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Vecinos dicen que este concentrado de cobre está en el camino de entrada de Choapa Viejo.

Este hecho hizo estallar a la comunidad de Choapa Viejo. Tras encontrarse en el suelo, y constatar que trabajadores de la minera barrieron en el lugar, decidieron manifestarse, demandando también retomar el diálogo con la empresa. Caminan por un costado de la estación booster y recogen lo que afirman que es concentrado de cobre, un polvo negro que tiene pequeños brillos.

“Ya nos cansamos de que nos humillen. Esto tiene que cambiar”, afirma Maritza Acosta, vecina del pueblo.

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