Internacional

Kabila suspende la explotación minera en el este para frenar la violencia

11 de septiembre 2010
Johannesburgo – La República Democrática del Congo (RDC) suspenderá la actividad minera, incluida la extracción del coltán, en el este del país, para reordenar el sector y evitar que los beneficios vayan a grupos armados que promueven la violencia, informaron hoy los medios locales congoleños.

Según la emisora local Radio Okapi, la explotación excesiva de los recursos mineros y el control de grupos armados rebeldes y militares del Gobierno sobre algunos yacimientos ha sido el motivo para que el presidente del país, Joseph Kabila, adoptara la decisión.

La RDC tiene el 80 por ciento de las reservas de coltán del mundo y la zona oriental es la mayor productora de este mineral, mezcla de columbita y tantalita, esencial para la fabricación de teléfonos móviles, así como armas modernas y elementos de comunicaciones.

Kabila, que en la actualidad visita la provincia oriental de Kivu Norte, la que más sufre la violencia en el país, pretende pacificar la zona antes de reanudar las explotaciones mineras, que han servido a los grupos rebeldes, tanto congoleños como ruandeses, para sostener la guerra en el Congo.

Las acciones contra los grupos armados se iniciarán tras la evacuación de la población civil, según Radio Okapi, y no se permitirá la actividad minera hasta haber restablecido el orden en la zona.

Grupos civiles de la zona han acusado a mandos de las Fuerzas Armadas de la RDC de hacerse con el control de las minas y explotarlas para su propio beneficio en esa zona.

El Comité de Menores y Conflictos Armados del Consejo de Seguridad de la ONU pidió está semana a la Misión de Naciones Unidas en el Congo (Monusco) mayor eficacia en la protección de la población civil, tras la reciente violación de centenares de mujeres en el este del país.

La mayoría de las violaciones se produjeron en el territorio de Walikale, parte de la provincia de Kivu Norte, por milicianos congoleñas mai-mai, aliados del Gobierno, y guerrilleros de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), que controlan explotaciones mineras en la zona.