Argentina

Exclusivo: el espionaje ilegal sobre el conflicto social

Un informe secreto de Gendarmería revela cómo infiltraron ilegalmente una protesta minera en Neuquén
El diputado de Juntos por el Cambio Alvaro de La Madrid pidió la interpelación de la ministra de Seguridad. Frederic dijo desconocer el documento y prometió sanciones.
Exclusivo. Primera parte del documento secreto de Gendarmería que cuenta cómo infiltraron una asamblea minera.
Nicolás Wiñazki
Clarín.com Política
Son cuatro páginas. En el margen superior izquierdo se lee en letras mayúsculas «REPUBLICA ARGENTINA. GENDARMERIA NACIONAL». En el margen superior derecho, «Gral. Martin Miguel de Güemes Héroe de la Nación Argentina». Al centro, encabezándolo todo, también en mayúsculas pero en colo rojo: «SECRETO». El título que da inicio a un largo escrito, ilustrado con fotografías, es explícito: «INFORME DE INTELIGENCIA ESPECIAL (IIE) N 6/20».

El «Asunto»: «PROTESTA DE TRABAJADORES ‘TRIDENT’ EN ANDOCOLLO». El contenido está redactado con un lenguaje seco. Una línea, una información. Se trata de un típico informe de Inteligencia realizado por agentes, sin nombre ni rostro, pero que pertenecen, según se desprende del «Informe», a la Gendarmería Nacional. La polémica recién se desata. Ocurre que lo que describe en estas cuatro hojas son las acciones gremiales, los reclamos, manifestaciones, y próximas protestas, que hicieron y harían los trabajadores de la minera «Trident Southern Explorations», ubicada en la localidad de Andocollo, Neuquén. La empresa firmó un contrato con el Estado, desde el 2016 y por 25 años para adelante, para extraer oro y plata de aquellas tierras ásperas, patagónicas. Emplea a 240 personas que se quejan por el retraso en los pagos de sus salarios.

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El diputado radical Álvaro de Lamadrid, integrante de la coalición «Juntos para el Cambio», vicepresidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara baja, denuncia que el parte de Inteligencia antes descripto es una prueba «de cómo la Gendarmería Nacional realiza espionaje interno para controlar la protesta social que se da en la minera de Andocollo. El Gobierno Nacional ha hecho inteligencia interna y espionaje a los trabajadores. Se infiltraron en sus asambleas, en sus actividades, para determinar qué van a hacer. Todo esto lo hace la Gendarmería siguiendo las directas de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic. Son episodios graves». El diputado Lamadrid agrega que por esta novedad firmó, junto a otros once legisladores más, un pedido de interpelación a la ministra Frederic. «La Inteligencia interna es ilegal, contradice las leyes y la propia Constitución. A ésto último se suman otros hechos preocupantes, como el ciberpatrullaje, y otras acciones que realizaron policías de diferentes provincias, como Chubut y San Luis, involucrados en denuncias de abuso de autoridad, en la que se investigan muertes sospechosas de detenidos por la fuerza por romper el aislamiento».

Clarín accedió al parte de Inteligencia de la Gendarmería Nacional.
Se trata de una fuerza respetada por las autoridades y la Justicia.
El caso «Trident» recién comienza.
El «Promotor» del informe de espionaje lleva un subtítulo enigmático: «Promotor: CENTRO DE REUNIÓN DE INFORMACIÓN ‘Neuquén´».
La «reunión de información», en el lenguaje de la Inteligencia, como en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), o de otras diferentes fuerzas que utilizan agentes para luchar contra diferentes delitos, en la que se concentran todo el material que «reúnen» los espías sobre determinados «objetivos». Esas informaciones son después estudiadas por lo que se denomina «Análisis».

El «punto 1» está titulado como «Antecedentes».
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Allí se relata que en la localidad neuquina de Andacollo la empresa «Trident Southern Explorations», explota el oro y la plata de la zona. Agrega que los trabajadores realizan reclamos salariales «constantes»: «El 09SEP19, como protesta de falta de pago de sueldos del mes anterior, los trabajadores decidieron trasladar la medida a la localidad de Chos Malal (60 km de distancia) para visualizar mejor el reclamo».

El parte continúa con información similar.

Hasta que se detiene en un nuevo título: «SITUACION ACTUAL».

A partir de entonces queda explícito que la información recolectada por agentes de la Gendarmería cuenta con una sofisticación básica para la Inteligencia, la posible «infiltración» de agentes entre los trabajadores de la minera.

Se describe entonces que desde el 23 de abril de este año «los trabajadores volvieron a realizar medidas de fuerza por la falta de pagos sobre la RP23. Denuncian falta de pago de los salarios del mes de marzo por parte de la empresa».

Y sigue: «En un primer momento no se permitía el paso de vehículos particulares ni camiones, luego se modificó y se impidió solamente el de los proveedores».

Más adelante detalla cómo se realizó una nueva protesta de los mineros, el 28 de abril pasado, «luego de no obtener respuestas». El parte de gendarmería indica que las protestas se dirigieron a la ciudad de Chos Malal.

Y enfoca en cómo se movieron allí los trabajadores «se posicionaron» sobre la ruta 4, «a la altura del Club Bancario en el ingreso sur de esa localidad. Allí realizaron una asamblea, donde decidieron realizar el bloqueo del tránsito y permanecer durante toda la noche».

A partir de entonces, el parte de Inteligencia, se ilustra con fotos de las protestas, donde se pueden ver camiones, la disposición de patrulleros de la policía.

Todo termina con el título «POSIBLE EVOLUCION».

Es un texto corto: «En caso de no obtener respuestas a sus peticiones, endurecerían las medidas de protesta, continuando con la modalidad del corte sobre la RN 40 y se trasladarían, desde Chos Malal, parte de los manifestantes hacia la Casa de gobierno de la Ciudad de Neuquén, el día 29ABR».

Los diputados de la oposición remarcan que estos tipos de trabajo de espionaje están terminantemente prohibidos por la Ley de Inteligencia.

Es por eso que quieren escuchar a la ministra Frederic.

Clarín consultó al Ministerio de Seguridad para conocer su versión sobre esta denuncia. El presidente, Alberto Fernández, había anunciado en su discurso de asunción que no toleraría que existan «sótanos de la democracia», en alusión al espionaje descontrolado que, según él, contaminó a la Justicia y la política nacional.

Voceros del ministerio de Frederic aseguraron que ni el jefe de la Gendarmería Nacional, Andrés Severino, ni la propia Frederic, estaban al tanto de estos partes de Inteligencia sobre los mineros de «Trident».

La propia ministra trabajó el tema de modo puntual con jefes de la fuerza de la patagonia durante una videoconferencia en la que les señaló que debían responder políticamente a ella y al Presidente.

Según fuentes oficiales de Seguridad, Frederic asegura que, de acceder a la información que se detalla en esta nota, y confirmar su veracidad, está dispuesta a liderar denuncias administrativas y en la Justicia para que se castigue a los culpables de un espionaje que se acepta como posiblemente ilegal.

Los funcionarios de Seguridad ya habían sancionado a gendarmes que actuaron sobre la protesta de «Trident» porque se detuvo a un grupo de manifestantes por violar la cuarentena y aislamiento, y porque además se notificó a sus familiares a las tres de la mañana. A eso se sumó que luego miembros de la Gendarmería de la zona intentaron explicar ese accionar en una entrevista radial no autorizada.

En la oposición están convencidos de que el espionaje de la Gendarmería en el sur minero fue realizado por orden de la ministra, cuestión que ella niega.

Se supone que Frederic se presentará en el Congreso para dar las explicaciones de este caso, y de otros de los denunciados por el grupo de legisladores que encabeza Álvaro de Lamadrid.

Esta historia, como se dijo, desatará un escándalo que posiblemente termine con gendarmes sancionados.

¿Por qué se hizo espionaje a los mineros?

¿Es posible que las autoridades nacionales no estaban al tanto de sus movimientos secretos?

La tentación de conocer lo máximo posible sobre todo lo que ocurre siempre está latente para quienes lideran al Estado.

Desde hace siglos.

El escritor francés Eric Ambles, considerado como uno de los «padres» de las novelas de espionaje, contó alguna vez que «fue le propio Napoleón el que dijo que un espía en el lugar adecuado valía tanto como veinte mil hombres en el campo de batalla».

El caso «Trident» acaba de empezar.
https://www.clarin.com/politica/piden-interpelar-ministra-seguridad-espionaje-ilegal-gendarmeria-protesta-minera_0_0V7zCGaJJ.html