Chile

Empresas mineras sometidas a liquidación o reorganización llegan a 23 en dos años

13 de febrero del 2017
En enero ya dos compañías optaron por la liquidación. El precio del metal rojo ha causado estragos en los balances de pequeñas y medianas empresas, así como en las compañías relacionadas con la explotación de minerales.

(Pulso) Efectos más potentes que la caída de la producción minera está generando la baja que ha experimentado el cobre durante los últimos dos años. Y es que la merma en el valor ha impulsado la necesidad de reorganizar o liquidar empresas por su alto endeudamiento.

Según cifras entregadas por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, desde el inicio de la nueva normativa -que reemplazó a la ex ley de quiebras- en octubre de 2014, cinco empresas ligadas a la minería han sido sometidas a la reorganización de activos, mientras que a unas 18 firmas se les ha solicitado la liquidación.

En el caso de la reorganización -procedimiento judicial que tiene por finalidad la reestructuración de los pasivos y activos de la empresa deudora, cuando ésta es viable-, cuatro datan del periodo 2014-2015 y una de 2016.

Dentro de ellas se encuentra Minera Dayton -de capitales americanos-, Pampa Camarones -hasta ese entonces propiedad de Pampa Mater S.A. (65,3%); Arrigoni Minería SpA (26,7%) y Samsung C&T Chile Copper SpA (8%), Minera Linderos y la sociedad contractural Minera Hierro Taltal.

Por su parte, a liquidación -que a diferencia de la primera su objeto es la liquidación rápida y eficiente de los bienes de la empresa con el objeto de propender al pago de sus acreedores cuando ésta no es viable- se han sometido unas 18 empresas desde el inicio de la normativa, de las cuales dos fueron en enero de este año. Hay una, en todo caso, que no se incluyó en el listado ya que se le solicitó la liquidación hace sólo unos días: Minera Talcuna.

En el desglose, sólo una de las empresas -en las que se incluyen tanto explotadoras como de servicios ligados a la minería- se sometió a proceso el mismo año de la puesta en marcha de la misma ley, mientras que nueve lo hicieron en 2015. En tanto, el año pasado seis empresas optaron por someterse a este régimen.

En su mayoría, las compañías que caen en este proceso están ligadas con servicios prestados la minería, tales como obras civiles, mecánicas o ingeniería. También hay pequeñas operaciones que han estado en dicha situación, que en su mayoría se explican porque durante la reoganización de activos no se logró acuerdo y se pasó a su liquidación. Este es el caso de Minera Dayton y Linderos.

El comparativo con otros sectores

Pese a la magnitud de las empresas que se han sometido a estos procedimientos, las cifras parecieran ser marginales si se considera el total: sólo 1,7% del total de empresas en liquidación corresponde al sector de la explotación mineras, mientras que en el caso de la reorganización es el 4,7%.

Hasta enero, el Comercio al por mayor y menor es el que lidera respecto a reorganizaciones, con una concentración de un 25%, equivalente a 26 empresas.

En tanto, en el procedimiento de liquidación de activos, el rubro de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler es el que presenta una mayor cantidad de procedimientos con un 24%, es decir, 254 empresas.

“La lógica de nuestro sistema concursal se basa en que tras consagrar una serie de incentivos que permiten el reconocimiento oportuno de la insolvencia, la Ley 20.720 ofrece dos procedimientos para Empresas Deudoras: la Reorganización y la Liquidación. Frente a ello, el deudor puede decidir reorganizarse de cara a sus acreedores o liquidar ordenada y rápidamente sus activos para el pago de éstos”, explican desde la superintendencia.

Y agregan: “En el caso de las empresas, permite al deudor que ha diagnosticado que su empresa es viable, reorganizarse en forma efectiva, con el acuerdo de sus acreedores, y, en consecuencia, mantener en funcionamiento su unidad productiva, fomentando la adopción de acuerdos y protegiendo a los acreedores que consientan en los mismos”.

Empresas mineras sometidas a liquidación o reorganización llegan a 23 en dos años