Mexico

El semidesierto zacatecano ¿Irremediable camino a su cianurización?

14 de febrero de 2011
Mario Domínguez
San Juan de los Cedros, Mazapil, Zacatecas, México.- Las otrora casuchas habilitadas como cantinas de pueblo dieron paso a: «modernos expendios» en donde a diario corren ríos de alcohol.

Por décadas no llegaron de ocho, hoy ya suman veintidós cervecerías que para los mil 600 habitantes (una por cada 80), y con la población flotante tiende a crecer ese rubro.

¿Ese sería el detonante industrial y para otros sectores esperado con la entrada en operación de las mineras como Peñasquito?

¡No! Como tampoco otros problemas -derivados por una supuesta o aparente capitalización regional-, que pasan por la extorsión y el secuestro de donde obtienen los delincuentes sumas que van desde los diez mil hasta los dos millones de pesos donde los blancos son comisariados ejidales como el de Mazapil que recién fue liberado o el secretario del Ayuntamiento en octubre pasado.

La «jauja» por la extracción de los minerales metálicos no llega, ni llegará a cubrir las expectativas, todo se reduce a la circulación de unos cuantos recursos (para el tamaño de la mega explotación), para pocos, a pesar de que se asegura de que la esta minera en particular emplea a tres mil quinientos trabajadores, provenientes del pago en la mina ubicada en El Peñasco.

¿A costa de qué? Del engaño social y depredación y devastación ecológica que conlleva conflictos sociales, mientras avanza la desertización y desertificación.

Desde hace dos mil años la minería a sido considerada la industria contaminante por excelencia.

El saqueo que equivale al no desarrollo ni generación de empleos, por lo menos no en la medida de los prometidos con una actividad las más destructoras como lo es la minería a cielo abierto que está prohibida en países de primer mundo en donde las normas son muy rígidas con respecto del impacto ambiental y donde las sanciones son disuasivas no compensatorias, pero que en cambio encuentra cobijo y tierra fértil en las zonas pobres.

El proyecto Peñasquito fue autorizado por la SEMARNAT desde la presentación del estudio de impacto y riesgo ambiental S.G.P.A.-DGIRA-DDT-2442.06 del 18 de diciembre de 2006. Que no implica nada extraordinario, del que todo se hizo como traje a la medida, para cubrir los requisitos solamente.

«El proyecto consiste en la explotación de un yacimiento de plata, oro, zinc y plomo por el método de minado a cielo abierto, utilizando las tecnologías de flotación de sulfuros para la separación del zinc y el plomo y la LIXIVIACION CIANURADA en montones (77.327 millones de toneladas de mineral susceptibles de ser explotado con una producción de 276.97 toneladas de lingotes de doré) y el proceso de precipitación con zinc (Merrill Crowe), seguido de la etapa de fundición para la obtención del doré (mezcla de oro y plata).

Comprende las siguientes obras: dos tajos (norte y sur) dos terreros (norte y sur), presa de jales, patio de lixiviación; dos piletas de contención de soluciones cianuradas (cianuro como agente lixiviante en una proporción de 300 a 500 ppm), planta de beneficio, almacén de suelo y diversas instalaciones de servicio como taller, almacenes, laboratorio, relleno sanitario, polvorín (La cianuración se hace para disminuir costos pero los riesgos son mucho más elevados por la alta toxicidad).

Las obras ocupan mil 815. 66 hectáreas de un predio de cuatro mil 529 hectáreas (…) donde se establece una vigencia de 23 años para el desarrollo del proyecto incluyendo la restauración…» ¿Es posible restaurar un daño ambiental? Si acaso minimizarlo. No existen procesos industriales que sean inocuos para la naturaleza.

Para lo cual se tuvo que re-localizar el poblado El Peñasco que contaba con 14 familias dedicadas a la agricultura de nivel autoconsumo a los límites del ejido Cedros. Se les dotó además de agua potable, drenaje y electricidad pero el mantenimiento como el costo será responsabilidad de los pobladores, aunque igual se afectó a ejidatarios de entre otros de El Vergel, Palmas Grandes y Mazapil con el desarrollo minero.

Aunque luego se autorizaron cambios en sus instalaciones por la Subsecretaria de Gestión Para la Protección Ambiental a través del Director General de Impacto y Riesgo Ambiental Biologo Ricardo Juárez Palacios y se le comunica al Ing. Luis Felipe Medina Aguirre, en ese momento representante legal de la Minera Peñasquito.

El 12 de enero del 2007 Francisco García García, director general de Gestión Forestal y de Subsuelos de la propia Semarnat le informa a Leonel Gerardo Cordero Lerma, delegado estatal, que la memoria de calculo por concepto de compensación ambiental por el cambio de uso de suelo en terrenos forestales del proyecto Minero es de 34 millones 300 mil 127 pesos y no 32 millones 631 mil 473 pesos.

Donde se analiza el tipo de ecosistema, estado de conservación de la generación, presencia de especies de flora o fauna silvestre.

A la par la autorización el 12 de diciembre del 2006 para construir una carretera de libramiento Mazapil-Cedros, pista de aterrizaje y un campamento habitacional en 35 hectáreas, pero en donde están consideradas (solo en ésta franja), fauna endémica, es decir en peligro de extinción como: liebre cola negra, ratón de Nelson, ratón de cactus, pato mexicano, aguililla de cola roja, pinzón de San Clemente y salta pared, sin embargo en toda la zona además de las anteriores existen otras como: ratón norteamericano, rata cambalachera de garganta blanca, tecolote llanero de islas clarion, entre algunas otras.

«Queda prohibida la colecta de especies de flora y la cacería ó captura de fauna silvestre en el área del proyecto y adyacentes a la misma (…) se deberán de llevar a cabo prácticas y obras de conservación de suelo y agua que minimicen los efectos de escurrimiento superficial y mejoren la infiltración del agua, así como un plan de control de contaminantes y manejo de residuos sólidos que considere las medidas necesarias para prevenir problemas de contaminación de suelo y agua».

Igual se solicita permiso para el cambio de uso de suelo de terrenos forestales para construcción de una línea de transmisión eléctrica de red troncal de 400kv Ramos Arispe-Primero de Mayo a la subestación Eléctrica Reproductora de 400/34.5 kv en el proyecto minero Peñasquito por una superficie de 59.8589 hectáreas en los municipios de Mazapil y Concepción del Oro.

Y aquí la flora a remover en peligro de extinción o de importancia regional sería: manca caballo y las biznagas roja, burra y de chilitos; cactus arco iris y las biznagas: pitayera y columnar, el nopal cuijo, coyonoxtle, tasajillo y los nopales blanco, cegador, rastrero, tapón y rojo. De las 1,624.26 hectáreas de la zona para explotar y construcción de instalaciones la empresa consideró que solo se impactará en la vegetación específicamente en el matorral desértico xerófilo en un 0.0020 por ciento.

En cuanto a la fauna pato triguero, gorrión mexicano, víbora cascabel cola negra, de diamantes, chirrionera e iguana de collar.

Mineras de este tipo generan residuos peligrosos como: aceite lubricante gastado, aceite hidráulico usado, objetos punzocortantes, grasas usadas, residuos no anatómicos, copelas contaminadas con plomo, crisoles con silicatos y grasas, envases vacíos de metales pesados, envases vacíos que contuvieron pintura, otros que contuvieron aceite, lámparas fluorescentes, líquido revelador, pilas alcalinas, lodos de planta de tratamiento de aguas residuales, trapos, cartón, mangueras, equipo de protección personal impregnados de aceite, tierra contaminada con hidrocarburos, silicatos cristalizados, envases vacíos de sustancias químicas, anticongelante, acumuladores y balastras usados, varilla de soldadura, cartuchos de impresión láser y tinta. Todo ello ¿a dónde irá a parar cuando en Zacatecas no contamos con un relleno sanitario industrial?

La minera Peñasquito -en el papel-, necesita un consumo de agua de 10 millones de metros cúbicos al año para su proceso y la relación de agua limpia por unidad de materia prima procesada por aproximadamente 0.347 metros cúbicos de mineral procesado, recursos que es extraído del ejido Cedros, con permiso de la gerencia estatal de la CNA oficio BOO.E.44.1.02/3730 para la extracción de 4.137.380 metros cúbicos, pero dicho por los propios funcionarios de la empresa estarían sacando no menos de treinta millones de metros cúbicos anuales.

Había diez pozos para la extracción del agua hoy ya suman cerca de los treinta con tubos de seis pulgadas y con ello se riega como una especie de aspersión con agua y químicos cianurados los jales para separar los metales.

Para la Semarnat existe una baja probabilidad de contaminación del subsuelo y de aguas subterráneas por infiltraciones de soluciones cianuradas, derivado de una falla del sistema de impermeabilización (ruptura de la geomembrana de polietileno de 60 milésimas de pulgada de espesor. 1.5 mm), pero además para evitar que suceda una supuesta desgracia monitorea aguas arriba y aguas abajo, de acuerdo con su propio dictamen.

Y argumenta que: «el proceso de beneficio de minerales con soluciones cianuradas, incluye la recuperación del cianuro para su reciclaje, sin embargo el material terrigeno que ha sido expuesto a la solución de cianuro de sodio y una vez que se ha agotado el mineral queda impregnado con cianuro de sodio, mismo que debe ser atenuado o degradado, para lo cual el ICME señala los siguientes tratamientos:

Degradación Natural, Oxidación Química, Precipitación y Biodegradación.

Sobre la Degradación Natural, equivale a: «volatización, con posteriores transformaciones atmosféricas a sustancias menos tóxicas, así como oxidación biológica, precipitación y degradación por efecto de la luz. El cianuro libre es degradado naturalmente hasta cianato de hidrógeno, el cual es uno de los compuestos más estables y de menor toxicidad. Smith A. y T. Mudder consideran que las piletas con soluciones cianuradas a la intemperie facilitan los procesos de degradación natural por el CO2 del aire y el agua de lluvia. El ICME señala que la mitad del contenido de cianuro total es degradado de manera natural en tres semanas y desaparece completamente en 100 días. La neutralización natural es favorecida con agua limpia, que convierte el cianato de hidrógeno en amonia y bióxido de carbono». (continuará)