bb7293ceb76188713bd8acb8ec7de89a
Colombia

‘El oro no vale nada’

bb7293ceb76188713bd8acb8ec7de89aEL ESPECTADOR 24 Feb 2011
Gobierno decidirá si concede explotación de oro en Santurbán
Por: Pastor Virviescas Gómez/Especial para El Espectador
Esta es la consigna de dos artistas que mediante la exposición de su obra “Creí estar”, en Bucaramanga, protestan para evitar que la minera Greystar llegue con sus máquinas al páramo santandereano.
El nombre de la obra hace referencia a la minera Greystar.
Explotación de oro
Son 1.500 lingotes de “oro” regados por el piso de la sala principal de La Casa del Libro Total, una casona-galería en el corazón histórico de Bucaramanga.

No hay cámaras de seguridad y hasta el momento no ha desaparecido ninguna barra. No se trata tampoco de un botín abandonado por unos asaltantes despistados. Es la obra de Luis Duarte y Francisco Blanco Creí Estar, elaborada a manera de protesta contra una eventual explotación minera a cielo abierto en el Páramo de Santurbán.

Sólo uno de esos lingotes tiene dueño: el que los artistas entregarán a la ministra del Medio Ambiente, Beatriz Uribe, después de  la Audiencia Pública, del  4 de marzo en Bucaramanga a partir de la que se decidirá si el Gobierno le concede o no la licencia ambiental a la minera canadiense Greystar (‘Estrella Gris’) para explotar 15 millones de onzas de oro y 70 millones de onzas de plata durante los próximos 15 años.

Los lingotes dorados realmente no son de oro. Fueron termoformados, fundidos en yeso para darles contextura y recubiertos en poliestireno. En una de sus caras tienen grabado un esqueleto, y en la otra, en alto relieve, el nombre de ‘Creí Estar’, parafraseando el nombre de la multinacional canadiense que tiene como accionista a la Corporación Financiera Internacional (adscrita al Banco Mundial).

Las barras pueden no sólo ser observadas sino tocadas y reacomodadas por los asistentes. La instalación, un mural al óleo y fotográfico de 3,50 metros, empieza con imágenes de frailejones y las 80 lagunas sagradas, luego muestra cómo la vida se va extinguiendo y llega a un agujero negro como la noche que simboliza el cráter que dejan las excavaciones de la gran minería. Finalmente se observan las barras esparcidas en el piso, como si en realidad fueran lo menos importante a la hora de comparar la riqueza del agua con el valor de un metal que hoy se cotiza a por lo menos US$1.374 (más de $2,5 millones) la onza, cuando hace diez años apenas superaba los US$200.

Señalando la calavera, Francisco Blanco dice que “la gente adora el oro, pero esto es lo que nos va a dejar la minería si permiten que las multinacionales se metan a Santurbán”.

“Los artistas debemos actuar frente a lo que le está pasando a la comunidad. La gente tiene que despertar y hay que presionar para que no vayan a cometer ese error”, manifestó Luis Duarte, quien aunque sabe que su obra le incomodará a Greystar, espera que no lo tilden de subversivo.

“El oro genera codicia y egoísmo, pero para nosotros es mucho más importante un vaso de agua que un gramo de oro”, concluyó Duarte.

Movilización para proteger páramo de Santander

La obra “Creí estar” estará expuesta hasta el próximo 18 de marzo. Quien se sienta atraído por alguna de las 1.500 barras doradas, podrá ir a la calle 35 Nº 9-81 en Bucaramanga y pedir una como recuerdo.

“Hace quinientos años los conquistadores se llevaron nuestro oro y nos dejaron sus espejitos; pero hoy no podemos dejar que aparte del oro se lleven el espejo de agua sin el cual esta región no puede germinar”, dijo Francisco Blanco, autor de la obra ‘Creí Estar’ junto a Luis Duarte.

Ambos artistas se unirán a Alejandro Navas Corona, promotor de la marcha convocada por Fenalco para hoy 25 de febrero a las 2:30 de la tarde, en la que ambientalistas y ciudadanos manifestarán su rechazo a que el frágil Páramo de Santurbán sea degradado y de paso se ponga en riesgo el suministro de agua para ciudades como Cúcuta y Bucaramanga, así como otros 20 municipios de Santander y Norte de Santander.

Pastor Virviescas Gómez/Especial para El Espectador | Elespectador.com