Chile

Anglo American, Antofagasta Minerals y Codelco analizan impacto de la baja del cobre, altos costos mineros y efecto del año político

No ven un desplome en el valor del metal rojo, pero opinan que el país debe aumentar la productividad, cuidar su ambiente de negocios y tener reglas claras.

Durante casi un año la relación entre estos tres ejecutivos no fue del todo armónica. La compleja operación para lograr el 49% de la ex Disputada de Las Condes impactó en los ánimos. Pero cuando John Mackenzie, presidente de la división de cobre de Anglo American; Thomas Keller, presidente ejecutivo de Codelco, y Diego Hernández, presidente de Antofagasta Minerals y antes CEO de la estatal, se encontraron, convocados por «El Mercurio», la afabilidad se hizo presente. Entre ellos incluso bromearon por el mal momento de Codelco, dada la negativa del Gobierno a la capitalización de utilidades de la estatal; los vaivenes del precio del cobre y los problemas de costos de la industria.

Hasta se dieron tiempo para chanzas, como cuando se les preguntó por una eventual reforma tributaria y Keller respondió «¡Por lo menos un problema que no tengo! ¡Todo lo damos al fisco!», dijo, desatando las risas de la concurrencia.

Mackenzie, Keller y Hernández manejan tres compañías cuyo valor en conjunto supera US$ 100 mil millones y están entre las mineras más grandes del mundo.

 

Aunque la trayectoria del metal rojo les inquieta, no entran en pánico: «Todos proyectamos precios de mediano y largo plazo que sean necesarios para instalar nuevos proyectos. Si le preguntas a los analistas, vas a tener precios que van entre los US$ 2,7 y los US$ 3,5 la libra. Ahora, la trayectoria de cómo llegas a eso está llena de sorpresas», señaló el máximo ejecutivo de la minera estatal.

«Creo que puede haber volatilidad en el corto plazo. Pero en el mediano y largo plazo es la oferta y demanda la que define la tendencia en el precio», complementó Hernández.

«Para nosotros, el futuro de los fundamentos del cobre son muy buenos a mediado y largo plazo», agregó Mackenzie. Explicó que la mayoría de los analistas dicen que en el futuro China no puede mantener estos niveles de crecimiento, pero aunque esos niveles de crecimiento sean más pequeños, es tal el tamaño y las necesidades de china, que la demanda por cobre continuará.

Proyectos menos caros

Una buena noticia que expresaron los ejecutivos mineros es que están bajando los costos de la construcción y en donde se ha notado es en los proyectos.

«Ya hemos visto el peak (en el encarecimiento de las inversiones nuevas) por la ralentización de la demanda», dice Keller, quien precisa que «el primer aspecto donde se verifica este fenómeno es en la ingeniería, donde claramente los costos han bajado y de manera notable».

Otro efecto, precisó Hernández, es que la mano de obra vuelve a ser de zonas mineras, con trabajadores habitualmente laboran en la actividad. Con el boom del cobre se produjo una migración de trabajadores no especializados hacia el norte. «Hoy tú tienes gente de Constitución que trabaja del norte, hay gente de Lumaco que los fueron a buscar y siguen trabajando en la minería y no se cambian de lugar, tienen su hogar en el sur y hacen 7 por 7 (una semana de trabajo por una semana de descanso)».

Eso permite que exista una línea aérea como la de Sinami (Sindicato de Montaje Industrial de la minería) o de otras que llevan trabajadores a la minería. «Es la respuesta a una situación de mercado bien objetiva de gente que se está trasladando por condiciones de demanda desde sus hogares, que están mucho más lejos de las faenas mineras», detalló Keller.