Guatemala

Presidente: hay que actuar

SIEMPRE VERDE
Magalí Rey Rosa

No puedo aceptar la invitación que me hiciera llegar ya dos veces, en inglés, el señor Carlisle Johnson, donde explica que tiene un espacio televisivo en el canal Antigua, que se llama Inside Guatemala (Dentro de Guatemala) al que invitó en días pasados al jefe de operaciones y al abogado de la transnacional minera Montana Exploradora/Goldcorp.

En la invitación, Johnson dice querer ofrecer un tiempo igual a organizaciones o individuos que han expresado oposición a proyectos mineros e hidroeléctricos. Si se pudiera creer que el señor Johnson es realmente un periodista que ofrece un espacio neutral en un medio de comunicación, acudiría sin pensarlo.

Pero más que periodista, el señor Johnson parece ser del servicio de inteligencia de las transnacionales: se presenta en casi todos los eventos donde se denuncian los excesos de la minera, con su chaleco de Emisoras Unidas, toma notas de quiénes asisten y de quiénes financian los eventos; se toma el trabajo de escribir cartas y visitar a donantes y embajadas con el fin de desprestigiar a quienes nos oponemos a la destrucción y contaminación que la minería produce en nuestro país.

Además, su programa es en inglés, así que lo entenderán poquísimos guatemaltecos, y no los directamente afectados que son los que realmente importan.

Para no perder la oportunidad, el señor Johnson podría invitar al licenciado Valladares, ex Procurador General de la Nación, quien publicó un artículo en elPeriódico esta misma semana, donde dice que las reglas de juego —y con pleno conocimiento de Montana— fueron atropelladas en la autorización que se le dio a la minera, y que eso lo ilegitima todo.

“Antes de que una entidad decida hacer inversiones en otro país acude a lo que se conoce como due diligence, lo que incluye, primordialmente, el conocimiento de las normas que regirán su inversión.”

El licenciado Valladares se refiere a lo que se denunció repetidas veces ante el gobierno de Óscar Berger: es necesario consultar —previamente— a los pueblos indígenas, como lo manda el Convenio 169 de la OIT.

Y agrega: “No existe, pues, justificación alguna para que Montana, bajo pretexto de que se le estarían cambiando las reglas de juego, se sienta agredida por nuestras autoridades”.

Dice el Lic. Valladares: “así se gasten millones de millones en campañas publicitarias que —necesariamente— no convencen, edificadas, como están, sobre arenas movedizas: tal la falta de consulta, la violación de la ley perpetrada”.Se refiere a anuncios como el que apareció esta semana, de página completa y a todo color, con una sonriente mujer que pica verduras bajo un letrero que dice “Porque creo en el trabajo creo en la mina.” Pura propaganda.

No han pasado ni cinco años desde que la minera empezó a destruir las montañas en San Marcos y el costo ha sido altísimo para Guatemala, pues ha exacerbado la división y conflicto social, sobre todo en las comunidades.

Pero eso no lo hace la minería metálica solamente en Guatemala, ese es su sello, en todas partes, siempre.Y para quienes quieran informarse, está el sitio http://wp.ocmal.org que reproduce los innumerables problemas que genera la minería en América Latina.

Si en Guatemala —según opinión calificada— hay violación de la ley, si la minera —según records de la SAT— evade impuestos, si hay un rotundo rechazo de las comunidades guatemaltecas —expresado en las consultas—, ¿no cree el Ejecutivo que es hora de actuar en defensa de los intereses del pueblo de Guatemala?

Enviado por: Oscar Gálvez Comunicación Social – Asociación [email protected] Web: www.ceibaguate.orgCel. 4105-2645Tel. 7839-6033 y 7839-1033