Ecuador

ANTE LA LEY DE MINERÍA:

 "Es el momento de estar mucho más cerquita de las comunidades"

Riobamba, 2 de febrero de 2009

Con la asistencia de unas treinta personas, entre agentes de pastoral, servidores y dirigentes diocesanos de distintas provincias y nacionalidades del Ecuador, tuvo lugar en la Casa Indígena de Riobamba, el 29 y 30 de enero, el Taller de la Tierra.

Fue un cónclave destinado a reflexionar sobre "la defensa de nuestra Tierra, a la luz de Aparecida (documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida, Brasil, mayo de 2007) y la sabiduría de nuestros pueblos". Convocados por la Comisión de Tierra, Territorio y Recursos y el Departamento de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, los citados tomaron conocimiento especial de la recientemente aprobada Ley de Minería y sus impactos.

Gloria Chicaiza, experta de la organización Acción Ecológica, desvirtuando las versiones de los poderes legislativo y ejecutivo del Ecuador, que han aseverado que la Ley de Minería es social y ambientalmente responsable, explicó que este cuerpo legal entrega a las compañías mineras el control sobre vastos territorios y recursos.

En efecto, al declarar la actividad minera de utilidad pública en todas sus fases y establecer las correspondientes servidumbres, la Ley de Minería garantiza para las compañías mineras el control sobre territorios y sobre las fuentes de agua, en desmedro de usos como el consumo humano, la ganadería y el riego.

Además de esta referencia marco, la experta expuso otras inconsistencias sumamente críticas: la participación y consulta a las comunidades afectadas carece de carácter vinculante, la resistencia a cualquier proyecto minero está criminalizada, la falta de independencia de los órganos estatales que de acuerdo con la Ley tendrían el papel de reguladores.

A la tarde del viernes, el cónclave cerró con diez compromisos, en cuya formulación participaron tanto los agentes de pastoral como los servidores congregados.

Fieles al mandato evangélico de "ser luz en la comunidad", en los compromisos se habla de:

· Socializar el contenido y los impactos de la Ley de Minería.

· Crear y difundir material orientado a concientizar a las comunidades.

· Promover la organización contra la Ley de Minería.

· Participar en las manifestaciones de oposición a la Ley de Minería.

· Estar presentes en los lugares de conflicto, con acompañamiento espiritual.

· Invitar a los agentes de pastoral a participar en este proceso de resistencia.

· Invitar a los agentes de pastoral a dejarse misionar por los servidores y el pueblo.

"Creo que esto pone en movimiento a toda la iglesia, más todavía después de la reunión de los obispos en Aparecida, que nos anima a trabajar en defensa de la Tierra y tras la aprobación de la ley minera", manifestó el Padre Juan de la Cruz Rivadeneira, misionero salesiano en comunidades shuar.

"Y enseguida nos vienen la ley de aguas, la de soberanía alimentaria, la de biodiversidad, que van a afectar la vida de la naturaleza", añadió.

"Es el momento de estar mucho más cerquita de las comunidades, para poderles alentar con la fuerza de la palabra de Dios, con la oración y la concientización", concluyó.