Perú

La audiencia en La Zanja fue una farsa

6 julio, 2008

Más de Tres mil campesinos no fueron escuchados

Por: "la Voz de Pulán"

Lo que en un principio los medios de comunicación presentaron como “exitosa” a la audiencia pública convocada por la compañía minera Buena Ventura y el Ministerio de Energía y Minas, para informar sobre el estudio de impacto ambiental del proyecto minero La Zanja , poco a poco se aclara el grado de marginación a la que se vio sometida la población que se opone a este proyecto, ubicado en cabecera de cuenca de la provincia cajamarquina de Santa Cruz.

Como los grandes medios de comunicación no enviaron sus reporteros al lejano caserío La Zanja , se tuvieron que servir de las fuentes “oficiales” como el gobernador de Cajamarca, Manuel Bacón Tantaleán, que informó parcializadamente sobre lo que sucedió el tres de julio durante la tan publicitada audiencia. Lo cierto es que, muy al contrario de que el “Proyecto minero La Zanja fue aprobado por distrito cajamarquino de Pulán” -como saliera en titulares- lo que pasó fue un vergonzoso desprecio a las mayorías.

Más de tres mil pobladores, entre campesinos, ronderos, profesores y estudiantes -que llegaron caminando al caserío La Zanja- fueron impedidos de escuchar la audiencia que se decía era pública.

Las fuerzas especiales de la Policía Nacional , encargadas de la seguridad de este evento, se valieron de un pequeño altercado entre los simpatizantes del proyecto minero y los que están en contra, para sacar a los campesinos, ronderos, profesores y estudiantes que a las siete y treinta de la mañana del tres, comenzaron a ingresar al auditórium, acondicionado para la audiencia.

“Que Salgan todos” fue el mandato de la policía. Entonces las fuerzas especiales comenzaron su trabajo para sacar (fuera del cerco perimétrico que protegía a la carpa acondicionada para que sirva de auditórium) a empujones y a varazos a todos los que se oponen al proyecto minero; mientras que varias personas allegadas a la compañía minera Buena Ventura, trataban de separar a los simpatizantes, ordenando que se replegaran a un costado, dentro del cerco.

 Una vez terminada la selección, el cerco se cerró y los policías no dejaron entrar a ninguna persona, salvo que tuviera un permiso especial, y ese permiso especial era facilitado por los trabajadores de Buena Ventura.

La audiencia estuvo pactada para las ocho y treinta de la mañana pero comenzó poco más de las diez y treinta, ya que los encargados de exponer el estudio de impacto ambiental tardaron en llegar.

Y como para que las personas -que fueron llevadas por la empresa minera desde diversas partes de Santa Cruz y San Miguel- se entretengan, el maestro de ceremonia empezó a realizar maniobras circenses pidiendo llaveros, gorros, prendas de uno y otro color, a cambio de que los dueños de tales cosas recibieran un premio.

Pocos minutos antes de las diez y treinta se le vio aproximarse, por el lado posterior al auditórium, a la comitiva encargada de dirigir la reunión. Entre ellos estuvieron funcionarios de minera Buena Ventura, del Ministerio de Energía y Minas, representantes del Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y los gobernadores de Cajamarca y del distrito cruceño de Pulán respectivamente.

Empezó la reunión y empezaron los gritos de protesta por parte de las más de tres mil personas que quedaron fuera. Por momentos los gritos “Vida sí, minas no” “Al pueblo no se vende, al pueblo se defiende” “el pueblo unido jamás será vencido” ahogaban las palabras de los oradores que presentaban el estudio de impacto ambiental a poco más de ochocientas personas; los encargados de dirigir este evento no hacían más que disimular su fastidio.

La exposición del estudio de impacto ambiental duró menos de cuarenta minutos. Y toda la reunión, con preguntas, pedidos, agradecimientos, y otros discursos terminó antes de las doce. ¿No es poquísimo tiempo una exposición así, teniendo en cuenta que la empresa es responsable y el EIA ha durado años, como ellos dicen?

Todo salió de lo mejor para los medios nacionales, sin embargo, según el acta de entrevista entre el comisionado de la Oficina Defensorial de Cajamarca, Pastor Paredes Diez Canseco y el alcalde del distrito de Pulán, Celso Santa Cruz Izquierdo, “se pudo constatar que el grupo de pobladores apostados en las afueras de la carpa no pudo ingresar… son 3 mil pobladores los que no han podido ingresar a pesar de tener invitación y los que participan son trabajadores de la empresa.”

Ahora, el vice presidente del Frente de Defensa de la Vida y del Medio Ambiente de Santa Cruz y Valle Chancay, Alíndor Romero Serrano, anuncia que las organizaciones sociales comenzarán una serie de protestas en contra de la explotación de dicho proyecto minero, por estar ubicado en la parte alta del distrito del Pulán, donde nacen cuatro ríos que fertilizan las tierras de Santa Cruz y parte de la costa lambayecana.

El dirigente pide a los organismos internacionales que se interesen en este caso ya que “es una clara vulneración de los derechos humanos” Los que caminaron más de seis horas para llegar al caserío La Zanja , esperanzados de que las autoridades los escuchen, regresaron mordiendo su cólera, rogando, a no se qué dios, no encontrase jamás con algo como el decreto legislativo 1064..

Como Testimonio: Fui el único reportero, de los medio de Santa Cruz, que estuve en el caserío La Zanja y llegué, como las más de tres mil personas- caminando. Será por eso que tuve bastantes dificultades para cubrir estos hechos. La policía no me dejó ingresar al auditórium -para ubicarme junto a los camarógrafos y relacionistas públicos- por orden del secretario provincial del Partido Aprista –Santa Cruz– Doctor Franco Cotrina Romero, quien delante mió le dijo a los policías “A él no, es de oposición”. Pero -buscando las formas- ingresé.