Argentina

SEIS MIL LITROS DE AGUA POR SEGUNDO

Confirman el plan de bombear desde Salta en Argentina hacia las mineras de Chile

Salta, Argentina – 16/04/08.

Tras el agua de la Puna hay un negocio de 5.700 millones de dólares.

El informe expone una presentación en la que una de las empresas asociadas al plan de la minera BHP Billiton- sostuvo que el proyecto "permitirá dar cumplimiento al Tratado sobre Complementación Minera celebrado entre Chile y Argentina, y que para que el agua en cuestión permita la expansión de la minería chilena, es menester fijarse como meta la producción de 6 metros cúbicos de agua por segundo", y "si bien el agua subterránea a alumbrar podría tener destinos industrial, agrícolas y agroindustriales, la primera meta a alcanzar debería ser el agua para uso minero dentro".
Fuente: Diario El Tribuno
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Según un informe de Minería, que salió a luz ayer, bombearían hasta 6.000 litros por hora a Chile.

Quienes dicen que el agua será dentro de algún tiempo un recurso más estratégico que el petróleo, se equivocan. El agua no será, sino que "ya es" entre todos los recursos, el más vital, estratégico y preciado. Cómo se explica de otro modo que hoy en la Puna salteña esté a un paso de consumarse un proyecto que en el Norte chileno redituaría 5.700 millones de dólares en 20 años, pero que de este lado de la cordillera podría dejar los acuíferos andinos tan secos como los de Punta Negra y Monturaqui, hoy agotados en Atacama ante los consumos industriales de la gigante del cobre La Escondida.

El pasado lunes El Tribuno comenzó a revelar los detalles de un proyecto que elaboró en 2.000 una inversora de Santiago de Chile, El Alamo, y que dio origen una iniciativa privada en la que algunas empresas de existencia real y otras sospechadas de ser "sellos de goma" incurrieron en un sinnúmero de faltas e irregularidades con las cuales mantuvieron oculto un plan de "exportación de agua industrial" para consumos mineros en la región de Antofagasta. El expediente que examina desde ayer la Unidad Revisora de Contratos (UNIREN) no deja dudas sobre el destino de exportación pretendido para el agua de los pozos que comenzaron a perforarse a fines de 2007 en Quebrada del Agua, Laguna Socompa, el Salar de Llullaillaco y el Salar de Río Grande, a escasa distancia de la línea cordillerana que separa a Salta de Antofagasta. Estas perforaciones fueron paradas el 17 de febrero por la Secretaría de

Recursos Hídricos que, sin embargo, volvió a autorizar su continuidad. Esta decisión se explicó con un resolución del Ministerio de la Producción por la cual la firma que llevaba adelante las tareas acreditó que se hallaba habilitada desde abril de 2007 a realizar evaluaciones hidrogeológicas destinadas a alumbrar aguas subterráneas para "uso minero, agrícola y agroindustrial en los departamentos Los Andes y La Poma".

El 6 de diciembre, a través del decreto 3679, la Provincia declaró cumplidas las metas que la citada empresa había comprometido en favor del desarrollo de la Puna salteña. Entre fines de diciembre y comienzos de enero, sin embargo, se avanzó con perforaciones que dejaron traslucir un plan de "exportación", pero de estas excavaciones, la autoridad de aplicación del Código de Aguas dijo haberse enterado "ya cuando los pozos estaban casi terminados". La lista de supuestas faltas cometidas a las leyes y resoluciones vigentes es más larga que el acueducto que BHP Billiton, el grupo australiano que explota La Escondida, espera ver trazado por Socompa en pocos meses más. La UNIREN tendrá la palabra final, pero desde los más altos niveles de la Provincia se aseguró que no se permitirá que el agua de la Puna sea desviada para consumos mineros en el Norte chileno.

¿Se puede exportar agua? Ninguna ley en la Nación ni en la Provincia considera la posibilidad de una "exportación de agua" como la que las grandes corporaciones mineras de la región de Antofagasta pretendieron imponer sin éxito desde Potosí (Bolivia) y ahora desde Salta. En el medio, recordemos, otro proyecto de extracción calcado a los anteriores fuera rechazado en octubre de 2007 por la chilena Comisión Regional de Medio Ambiente (COREMA), para evitar que las comunidades campesinas y la vida silvestre se vean seriamente afectadas solo para que la minería de Atacama abarate los costos de produccion de su agua industrial y acreciente las ganancias del cobre.

Las cifras 170,4 millones de metros cúbicos anuales es el bombeo máximo que el proyecto prevé desde la Puna salteña hacia las mineras de Atacama.
6.000 litros por hora llevarían los dos acueductos que se desprenderían desde Socompa y Sico hacia La Escondida y Chuquicamata.
1,5 dólares es el valor que las empresas asociadas en el proyecto cobrarían por cada metros cúbico trasvasado desde la Puna salteña hacia Atacama.
8 pozos en el primer año, 21 en el segundo, 22 en el tercero, 20 en el cuarto y 19 en el quinto año prevé el plan elaborado en Chile en 2000.
203 millones de dólares es la inversión estimada para el acueducto que abastecería a La Escondida a través de Socompa.
224 millones de dólares es el costo estimado del acueducto que abastecería a Chuquicamata a través de la línea de Sico.

Un informe lapidario Un informe que elevó la asesoría jurídica de Minería el pasado 18 de febrero y está por estas horas a disposición de la unidad revisora que preside Emilio Tuñón, no deja dudas sobre la intención de desviar el agua de la Puna hacia consumos mineros en el Norte chileno. El informe expone una presentación complementaria en la que Servicios Mineros -una de las empresas asociadas tras el plan alentado por BHP Billiton- sostuvo que el proyecto "permitirá dar cumplimiento al Tratado sobre Complementación Minera celebrado entre las Repúblicas de Chile y Argentina, facilitando los procesos de integración y cooperación económica regional a fin de lograr una fluida circulación de bienes y servicios y factores de producción en el área". Por si quedase alguna duda sobre el destino pretendido para el agua de los pozos de la cordillera que denunció El Tribuno, la firma Servicios Mineros precisó que "para que el agua en cuestión permita la expansión de la minería chilena, es menester fijarse como meta la producción de 6 metros cúbicos de agua por segundo".

En el siguiente párrafo, la empresa aclaró que "si bien el agua subterránea a alumbrar podría tener destinos industrial, agrícolas y agroindustriales, la primera meta a alcanzar debería ser el agua para uso minero dentro de las previsiones del Tratado ya citado".

El Tratado
Los intereses asociados tras el plan que aún sigue latente en los Andes tienen sus fichas apostadas al Tratado de Complementación Minera que se firmó en 1997 con Chile, durante la presidencia de Carlos Menen, y que fue ratificado por los parlamentos de ambos países. En un publicación editada en Santiago de Chile en mayo de 1999, Esteban Tomic Arrazuriz, concejal de la Comuna de Las Condes y presidente de la Consultora Dos Mundos, expuso cuál es la visión de las mineras que explotan el cobre en Atacama. Con el Tratado -remarcó entonces – las empresas mineras estarán en condiciones de negociar con la contraparte argentina dos cosas que son de interés primordial para ellas: el acceso a los recursos hídricos, que en Chile son escasos y en Argentina abundantes, y la posibilidad de depositar en territorio argentino, que es más extenso y por tanto más apto que el chileno para ese fin, sus ripios, desmontes y relaves".

3 PEDIDOS DE INFORMES
Hoy el Senado tratará un pedido de informes de la radical Claudia Silvina Vargas para que organismos competentes aclaren sobre el plan para exportar agua a Chile. El martes, Diputados aprobó otros de Adriana Pérez y su par justicialista de Los Andes, Leopoldo Salva.