Perú

EL QUESO CHUGURANO, SE TIÑE DE VIOLENCIA Y SANGRE

Dos muertos y varios heridos

Escribe: Hipólito de la Cruz Sembrera
El sábado a las 8 la noche en el distrito de Chugur, cuando jugaban casino los señores Melanio Silva Silva, en casa del señor Emiliano Acuña Cubas y el policía José Luis Cerdán Vásquez, dos encapuchados vestidos de poncho y botas de jebe, ingresaron al domicilio de Acuña Cubas y sin mediar palabra alguna les dispararon, causándole la muerte en el instante a Melanio Silva Silva, ayer lunes falleció en el hospital regional de Cajamarca el señor Emiliano Acuña Cubas, otro de los heridos, mientras tanto el policía se recupera del impacto de cuatro balazos.

Este hecho de violencia, sangre y muerte, es uno de los tantos ocurridos en el distrito de Chugur provincia de Hualgayoc Bambamarca, el 23 de febrero del 2006 funcionarios de energía y minas sufrieron un atentado, luego la familia Azula opositores a la explotación minera sufrió varios balazos, por parte de los que apoyan al proyecto minero, según han señalado fuentes policiales. Antes del ingreso de las empresas mineras a la zona de Chugur, todo era paz y tranquilidad, los pequeños conflictos se resolvían en las rondas campesinas, con el ingreso de las empresas mineras todo cambió, la comunidad campesina fue destruida a través de artimañas tramadas por las empresas mineras Tantahuatay y Sinchao, con capitales de Newmont.

Desde entonces las empresas desarrollaron una campaña de captación de ciudadanos que los apoyaran. Las rondas campesinas en sendas asambleas, memoriales, viajes a Lima, al gobierno regional, movilizaciones, una alcaldesa hasta se encadenó en la catedral de Cajamarca, demandando que se escuche la voz del pueblo chugurano.

Nada de eso ocurrió, nunca fueron escuchados. Los chuguranos nunca otorgaron la licencia social, las empresas con la actitud cómplice fraudulenta del Ministerio de Energía y Minas pretende convertir en distrito minero un distrito agrario, el mayor productor de ganado lechero y queso en la región Cajamarca.

En chugur el queso pierde su olor natural y vierte un olor a sangre y violencia. Hoy los grupos organizados y armados por las empresas mineras, que por decir verdad son minoritarios, se disputan el liderazgo y la confianza de la empresa, el asunto de fondo, es la ambición por lograr la confianza de los funcionarios mineros y recibir prebendas y privilegios económicos.

Ahí estaría la causa de los hechos de sangre, el afán por controlar el poder de relación con las empresas mineras. El Gobierno viene buscando chivos expiatorios, y pretende acusar a las rondas campesinas, a los ambientalistas, a los políticos de izquierda de estar tras de estos hechos, acusaciones que vienen siendo rechazadas tajantemente.

Cuantas vidas tendrán que perderse para que el gobierno entienda que las decisiones del pueblo se respetan, que la consulta es un medio para evitar estos lamentables hechos, que la licencia social no se adquiere con grupos armados hasta los dientes, con reuniones fraudulentas y con gente golondrina, ni coimeando a los funcionarios del gobierno central y regional.

La violencia y la muerte es repudiable venga de donde venga, pero, el estado y las transnacionales mineras vienen imponiendo una nueva modalidad de terrorismo, bajo el nombre de promoción a la inversión privada. De lo que siga ocurriendo ellos son y serán los únicos responsables.