Chile

LA FIEBRE AMARILLA

Diario La Nación.
Felipe Saleh y Luis Narváez
Domingo 6 de mayo de 2007

La danza de millones por el oro de Pascua Lama

A pocas semanas de que se resuelva judicialmente, la gigante Barrick Gold no se puede sacar la peor espina que tiene paralizado su proyecto estrella.

Un grupo de particulares controla el juicio por la propiedad de las valiosas pertenencias mineras que rodean el mineral y cada día dicen ser tentados con millonarias ofertas para vender los derechos de ese litigio.

300 millones de dólares es su precio. Y la minera podría perder la oportunidad si alguien se adelanta con un cheque.  Nación Domingo Por

Chile fue un destino inusual en la ruta de Richard Napier, geólogo irlandés empleado como buscador de oro por Continental Goldfields, una minera australiana con base de operaciones en la isla de Mindanao, en Filipinas. En Santiago, su misión era bastante clara: hacer una oferta por las inmensas reservas descubiertas en la Franja del Indio, en la cordillera andina de la III Región.

Desde hace años opera en esa zona Barrick Gold, la compañía canadiense conocida por su proyecto Pascua Lama que ha enfurecido a los ecologistas del mundo entero. Napier, como el resto de los operadores del rubro minero, estaba al tanto de la disputa legal que en primera instancia anuló los derechos que hacían de Barrick propietaria de esas concesiones mineras, de las que el controvertido proyecto es sólo una pequeña parte.

El total de las pertenencias mineras de interés en la zona alcanza una extensión de 8 mil 600 hectáreas. Aunque la multinacional –que opera en Chile como Minera Nevada– se defendió afirmando que los yacimientos le pertenecen desde los años 70, sólo en marzo de 1997 la compañía habría firmado un contrato de compraventa con quien hoy reclama ser su verdadero y único dueño: Rodolfo Villar García.

Ingeniero en minas, con residencia en Copiapó, descrito por quienes lo conocen como “inteligente, pero muy disperso”, Villar inscribió a su nombre los derechos de explotación minera sobre una franja de territorio, que según las proyecciones más bajas tendría 17,6 millones de onzas de oro.

El negocio adquiere dimensiones monstruosas si se considera que hoy la onza de oro (31 gramos) se cotiza en el mercado de metales a 688 dólares. La danza de millones de dólares en torno a este negocio es fabulosa. Tanto, que el ex senador de RN Ignacio Pérez Walker participó directamente en las negociaciones.

Rodolfo Villar, quien según sus cercanos, “es muy sencillo, más bien modesto”, esperaba obtener tres o cuatro millones de dólares por las concesiones. Como un favor personal le pidió a su amigo, el abogado Alejandro Moreno Prohens, que condujera la negociación a cambio de una sustanciosa comisión.

Villar recibió sólo 10 millones de pesos por algunas de las 12 concesiones que tenía inscritas. Alfonso Moreno -según Villar- negoció por su cuenta con Barrick las pertenencias mineras más importantes y Villar habría terminado firmando un contrato sin saber que vendía todo por la ridícula suma de 10 mil pesos.

Confiado en que la justicia revertirá la situación, Villar ha ido vendiendo, como un número de una rifa donde se gana sí o sí, porcentajes de lo que supuestamente recibiría si el tesoro minero volviera a ser suyo.

La sociedad Litigantes Ojanco (“agua dividida” en mapudungún), constituida por Villar el 24 de junio de 2005, está ahora conformada por 33 personas que –según dicen- esperan sentados la mejor oferta. Entre todos creen que llegarán a repartirse no menos de 300 millones de dólares.

EL INGRESO DE MONTEALEGRE

En medio de esta telenovela dorada, el conocido litigante Hernán Montealegre es uno de los protagonistas, como socio y abogado del grupo. Dice que en derecho tiene el juicio ganado, pero en rigor el litigio no ha terminado. Mientras Barrick logró parar el caso con una acusación contra la jueza que falló a favor de Villar, Montealegre dice tener gente en fila con ofertas en la mano. Alojado en el Hotel San Francisco Kempinsky, Richard Napier, a nombre de Continental Goldfields, habría ofrecido 500 millones de dólares si la Corte de Apelaciones confirma el fallo.

La tentadora opción incluso contemplaba 50 millones por adelantado. El negocio marchaba con fluidez, tanto que Napier se quedó más días en Santiago. Pero finalmente la operación no se concretó “porque nos quisieron pagar en acciones, y eso no nos parecía bien”, dice Montealegre.

El abogado, conocido por su trabajo en causas de derechos humanos y por haber defendido a Gemita Bueno, esta vez no quiere dar pasos en falso. “Sabemos que Barrick no va a soltar así de fácil, pero tampoco nos vamos a vender por un plato de lentejas”, asegura.

La alerta del oro esperando al mejor postor ha encendido alarmas en personas y compañías que cuentan con grandes cantidades de dinero como la que está en juego. El abogado Óscar Gibbons vive en Punta Arenas y por encargo “de unos inversionistas del Medio Oriente”, cuyos nombres no puede revelar, según dice, “porque tengo un contrato con ellos”, llegó a la oficina de Montealegre en el edificio de la YMCA, en calle Compañía, con su oferta.

Ha trascendido que estaría ofreciendo mil millones de dólares en caso de que la Corte de Apelaciones devolviera los terrenos a Ojanco, la sociedad creada por Rodolfo Villar.

EL PERIODISTA
Otra de las ofertas está ratificada incluso con una carta firmada por Gonzalo Izquierdo Menéndez, donde éste manifiesta su interés por comprar una participación importante de Ojanco. El grupo económico formado por su familia opera minas de cobre y plantas pesqueras en la II Región. Kinross, también canadiense, habría ofrecido 500 millones de dólares.

Pero no pudo contener la embestida de Barrick. La negociación se “filtró” en una entrevista que Montealegre dio al portal Terra el año pasado.
Kinross reconoció su interés, pero desistió al día siguiente luego de un fulminante pacto de no agresión con Barrick.

La minera, que ya ha invertido mil 500 millones de dólares sólo en Pascua Lama, “no se refiere a los juicios en curso”, según dice a través de Extend, la empresa que coordina sus relaciones públicas.

Extraoficialmente se comenta que Barrick ha sostenido conversaciones con al menos dos abogados, dispuestos a negociar por fuera con Ojanco. Sin embargo, entre los contendores no ha habido acercamientos directos, “sí a través de terceras personas”, sostiene Montealegre, quien sospecha de Rick Westhead, un periodista de negocios del “Toronto Star”, la ciudad donde se encuentra la sede central de Barrick.

“Habló conmigo y con Rodolfo Villar en Copiapó. Se trataron exclusivamente aspectos sicológicos y personales. Después llamó dando una razón muy tonta para no publicar nada”, dice el abogado. Por cierto, ninguna de estas negociaciones pretende impedir la concreción del proyecto minero.

“Nosotros no somos ecologistas, eso compete al Gobierno. Para nosotros, el primero que llegue con un cheque, mientras no sea plata de la droga, se queda con el asunto y listo”, remata Montealegre.

LND La telaraña judicial

Todos los involucrados saben que pelean literalmente por una “mina de oro”. En su intento por ganar, Barrick ha soportado barreras políticas y judiciales que han retrasado el inicio de las faenas. La Conama ya resolvió que no pueden tocar los glaciares que cubren el metal dorado, oculto bajo la cordillera de los Andes.
En los tribunales, la transnacional se ha enfrentado a la no siempre lógica judicial. En las próximas semanas, posiblemente entre la primera y segunda de junio, una de las diez salas que componen la Corte de Apelaciones de Santiago deberá resolver si confirma o no el fallo de la jueza Patricia Gómez, del 14º Juzgado Civil, que anuló el contrato entre Minera Nevada (Barrick) y Rodolfo Villar.

Según el fallo, había vicios que facultaban al tribunal a actuar “de oficio” sin más trámite para hacerlo. Barrick, representada por Gonzalo Nieto, del estudio Urrutia y Cía., apeló y espera ansioso rebatir a Montealegre.

Todo este tiempo, Barrick ha sostenido que su interés sólo está concentrado en Pascua Lama y las pertenencias denominadas Tesoro que rodean el yacimiento original, que anteriormente se denominaban Amarillo Sur y que pertenecían a Villar.

No obstante, fuentes consultadas en Sernageomín sostienen que hace bastante tiempo que Barrick realiza intensos trabajos de estudio y prospección en Amarillo Norte, una extensión de terreno mayor, donde hay otra gigante canadiense de la minería, Noranda Falconbridge, que se ha hecho acreedora de varias pertenencias en el lugar y promete hacer una tremenda competencia.

Los intentos de lobby, por ambos lados, ya han sido denunciados. Por una parte, Ojanco, apoyada en la abogada y ex ministra de Justicia de la dictadura Mónica Madariaga, presentó quejas contra dos ministros de la corte y advirtió sobre la presencia de abogados-lobbystas. Por su parte, Barrick respondió con una denuncia contra la jueza civil que falló en su contra.

Y el ministro Juan Escobar, que investiga posibles irregularidades, fue denunciado por Montealegre como lobbysta de Barrick.
Altas fuentes judiciales sólo advierten que “acá no se van a aceptar presiones ni lobby”.

Los ministros más jóvenes saben, en cambio, que el caso sentará un precedente y lo miran con entusiasmo. “Si me llegara a tocar integrar la sala, será un gran desafío, porque son materias muy interesantes, sobre todo si hay tanto interés en juego”, dice uno de ellos.

Independientemente del fallo judicial, aún ambas partes podrían llegar a la Corte Suprema mediante un recurso para anular el dictamen.
Pero como ha quedado claro, con tanta oferta por comprar los derechos del litigio, nada está asegurado.
Lo que sí está claro es que hay enviados de las dos partes haciendo guardia en las oficinas de los jueces de la corte, esperando que el contendor haga una movida.

“Los abogados que se dicen lobbystas siempre andan por la corte, pero para nosotros eso no es ninguna inquietud, así que caminen no más”, espetó un viejo ministro. Según lo dicho por Montealegre, Barrick sólo tendría que hacer una oferta para terminar con el litigio judicial y quedar con todo el “dorado” territorio para su explotación inmediata.